VALÈNCIA. Las pedanías de València se esfuerzan por recuperarse tras el paso devastador de la Dana el pasado martes. La situación de bloqueo de las principales vías de acceso y la saturación de los medios de emergencias han dejado a muchos vecinos con problemas para conseguir elementos básicos como agua o alimentos. Durante la tarde de este jueves, los vecinos seguían esperando ayuda por ejemplo en Forn d'Alacedo.
De allí es Manuela, una vecina cuyo adosado ha quedado inundado "con metro y medio de agua". "Vivimos sin luz y nadie ha venido por el momento", se lamentaba a preguntas de Valencia Plaza a media tarde de este jueves, casi dos días después del destructivo torrente de agua, que asoló su planta baja dejando inutilizada una de sus neveras.
"Necesitamos alimentos y no podemos salir, lo hemos intentado pero no hemos podido porque la V-30 está colapsada", relata la afectada, quien vive en el inmueble con su marido. "Teníamos una nevera en el garaje pero está flotando, así que los alimentos se han acabado", explica, por lo que se tuvo que buscar este jueves las castañas del fuego.
Así, el matrimonio de Forn d'Alcedo tuvo que acudir a València para recabar alimentos de cara a los próximos días, cuando se espere que la situación pueda normalizarse. "Hemos hablado con amigos para que nos traigan alimentos a la rotonda de los Anzuelos (entrada de València ciudad, al otro lado del cauce del río Túria), iremos mi marido y yo hasta allí andando", aseguraba.
Es lo que están haciendo muchos que, sin haber recibido ayuda de las autoridades, y pese a las campañas ciudadanas espontáneas que se han puesto en marcha para ayudar a municipios de l'Horta Sud, todavía no podían acceder a recursos básicos: "La gente está yendo hasta València nadando para lograr alimentos y están contactnado con familiares o amigos para que los acerquen, no hay otra alternativa".
La alcaldesa pedánea, asegura, aseguró que los bomberos acudirían a la pedanía, pero a media tarde todavía no habían llegado. "Nadie nos ayuda, los coches están amontonados unos sobre otros, es todo un barrizal", explica: "Para no mentir, vino un camión de la Policía Local para repartir botellas de agua", pero nada más. "Es un caos. Sé que somos una población pequeña y comprendo las prioridades, pero somos unos 1.300 habitantes y han muerto una o dos personas", lamenta.
En La Torre, otra de las pedanías vivió una jornada de gran solidaridad. Cientos de personas cargadas con comida y agua pero sobre todo de palas y escobas cruzaron durante este jueves el puente peatonal que une València con el barrio, el más afectado de la capital por la Dana. Familiares, grupos de amigos, de asociaciones y de fallas se organizaron para acudir a ayudar en las tareas de limpieza de una zona cuyas calles siguen anegadas de barro.
Tal es el trasiego de gente y coches que un voluntario con un silbato tuvo que organizar el tráfico para evitar un enorme atasco, tal como reportó la agencia Efe. “La verdad es que se están volcando” explicaba a la agencia Sandra, una vecina del barrio. Junto a ella estaban Ramón y Cristina, que también viven en La Torre. “Nosotros empezamos ayer pero cuando dijeron que podía volver la riada nos metimos en casa y luego bajamos por la tarde. Esta mañana hemos vuelto a empezar y ha empezado a llegar mucha gente, nos han visto empezar a limpiar el paso y se han unido”, apunta uno de ellos.
En las mesas portátiles había leche, productos de higiene, pan de molde, agua o latas. “La comida la han traído fallas, oenegés, asociaciones, tiendas... y estamos tratando de organizarla”, explica Mati. Ella es sanitaria del centro de salud del barrio y el martes le cogió la riada. “Eran las ocho y casi se nos lleva a mis compañeras y a mí. Nos abrieron de un piso y pudimos pasar la noche allí”, agradece.
El Ayuntamiento de València ha habilitado en la iglesia de La Torre un Punto de Atención Social para canalizar todas las peticiones y la solidaridad de los valencianos con las personas afectadas por la Dana. El PSPV había solicitado que se centralizara la atención en un punto cercano a las pedanías afectadas después de que el consistorio previera que este se situara en la junta de distrito, más alejado de las poblaciones.