VALÈNCIA (VP). El director general de Medio Natural, Benjamín Pérez, ha presentado este martes su dimisión tras la muerte, la pasada semana, de diez burros en el Desierto de las Palmas de Castelló. Los animales formaban parte de un grupo más amplio introducido en este espacio para prevenir incendios. Así lo ha confirmado la consellera de Agricultura y Desarrollo Rural, Mireia Mollà, en una comparecencia ante los medioss en la que ha explicado que desde su departamento se encuentra abierto un proceso interno de investigación para esclarecer lo ocurrido.
La salida de Pérez se produce después de que los veterinarios de Agricultura analizaran este lunes los burros y observaran que los animales tenían un nivel de estrés que "no es normal". No se descarta que sea otro motivo el que causara los fallecimientos, pero en principio este primer análisis podría corroborar una de las hipótesis apuntada por el ganadero, que explicaba que los animales tenían mordidas las patas y un nivel de estrés que podría responder a algún tipo de "acoso".
La propia consellera ha admitido que, tras las primeras indagaciones, se ha constatado que no ha existido una "buena tutela" sobre el proyecto, lo que ha provocado que el director del Medio General, representante de VerdsEquo -la tercera pata de Compromís- haya presentado su dimisión.
La responsabilidad política se ha sustanciado en la dimisión de Pérez, mientras que las administrativas, que se tendrán que determinar, pueden alcanzar al director del Parque Natural y otros escalafones de la escala administrativa, así como al ganadero propietario de la finca.
Además, algunas de las primeras conclusiones de la investigación, desvelan "indicios" de que "una acción humana" ha podido intervenir en la muerte de los animales, dado que por ejemplo, se ha cortado varias veces la valla que los cercaba y también se ha tenido constancia de una denuncia de "amenaza de muerte" a burros de una finca situada a un kilómetro de la de este grupo.