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publica '1px/4km', un fotolibro que se pregunta por la autoría en las imágenes

El diseñador Jaime Sebastián humaniza satélites para capturar la tierra

27/02/2022 - 

VALÈNCIA. Dentro de unos días, la NASA pondrá en órbita su nuevo satélite meteorológico, el GOES-T. Lo hacen prácticamente cada 2 o 3 años desde la década de los 70, y aunque su vida útil es mucho mayor, la obsolescencia también la pueden programar organismos de semejante calibre. Cuando son sustituidos, los satélites siguen dando vueltas al mundo mientras su vida útil se apaga poco a poco, olvidados por los organismos que los pusieron allá arriba pero apropiados por la comunidad mundial de radioaficionados. De carácter público, los aparatos evitan ser simple basura galáctica sirviendo a personas que, con ingenierías caseras, consiguen contactar con ellos durante unos minutos para tomar prestado su escáner.

Jaime Sebastián montó dos antenas, una brújula y un receptor en un trípode, que a su vez estaban conectados a su ordenador. Con eso ha capturado la tierra en diferentes tomas satelitales para hacer un fotolibro sin tocar físicamente una cámara. Se llama 1px/4km y lo ha editado en Handshake.

El diseñador y editor se encontró con toda esta comunidad y con la posibilidad de disponer de esas cámaras cenitales que vigilan los cielos de todo el planeta. Entonces, se preguntó: ¿tienen estas imágenes autoría? ¿puedo ser autor de las capturas que hago? ¿es la comunidad de radioaficionados conscientes de las imágenes o solo la toman como un hobby? A partir de entonces, inició un trabajo de investigación técnica y teórica que le llevó durante dos años “a conocer la historia de esos satélites: la cronografía de sus lanzamientos, las polémicas que ha habido, la relación de la tecnología con la comunidad que se apropia de ella… El objetivo era humanizar la máquina para establecer una relación íntima con ella”.

A partir de entonces, estuvo otro tercer año produciendo imágenes, con su trípode viajando a Murcia, Cataluña, València, Huesca o Manoir de la Moissie (Francia). En el campo o en la ciudad, en un punto bajo o en otro alto… Diferentes variables que le hicieran comprobar las singularidades de una imagen tomada para todo el mundo desde el espacio exterior. Según las horas que marca la agencia NOAA, espera a que el satélite aparezca en el horizonte; conecta la antena y empieza a recibir las señales. Arriba, un escáner va tomando las imágenes y las va sirviendo a quien las necesite. “La relación es unidireccional, así que también es confidencial y no deja rastro”, explica Sebastián. El satélite toma imágenes sin fin, escanea el planeta sin descanso. El ancho de la imagen es fijo y dependiendo de tu conexión, el alto va variando. 

Las imágenes se toman en blanco y negro y en infrarrojos. El ruido de lo recibido depende de la cercanía de las interferencias de otros dispositivos, pero también del propio ruido alrededor de la antena receptora: “puede ser el tráfico o unos grillos los que acaben distorsionando la imagen”. Como si de una cámara se tratara, el contexto, a pesar de estar a kilómetros de altura de distancia, determinan el resultado final. 1px/4km es la suma de todas esas experiencias: “cada imagen habla del momento en el que la he tomado. Es como un autoretrato, una imagen que tomas del aquello que estás viviendo”.

En el fotolibro, las imágenes tomadas se combinan con textos y capturas que le ha dado el proceso de contexto e investigación que hizo. El ritual es lo que explica todo lo que sucede en la imagen final. Y por el camino, todo un trabajo de conocer la tecnología a través de una comunidad horizontal que se apropia de una tecnología puntera en tiempos en los que el espacio parece que se va a convertir en el último capricho del turismo de lujo. Una conversación sobre la imagen para quien no la toma como tal.

1px/4km no es el resultado final. Es solo una fase. Las señales que recibe también son sonoras (son señales de radio). El fotolibro podría ser también una carpeta de archivos de audio. Recientemente, ha tomado diferentes grabaciones y, mezcladas en Ableton, ha generado imágenes que son collages de diferentes tomas. Es tan solo una de las posibles ramificaciones del proyecto.

Preguntado por si se ha contestado algunas de las preguntas que se hizo con este proyecto, sobre todo el de la autoría de las fotografías, Sebastián prefiere no dar las respuestas por definitivas. Decía el famoso lema de Expediente X que “la verdad está ahí fuera”, desde un prisma ufológico. No hace falta llegar tan lejos para reflexionar si, desde la perspectiva cenital que nos brinda Google Earth, por ejemplo, qué cuenta de nosotros una toma hecha por una máquina desde más allá del cielo.

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