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FRAGMENTOS DE UN MALTRATO

Elena Garro: el grito del #MeToo antes del #MeToo

Inédita hasta ahora en España, ‘Testimonios sobre Mariana’ (Bamba) aborda el abuso en un matrimonio de intelectuales desde tres miradas ajenas

2/12/2024 - 

VALÈNCIA. Una mujer brillante desdibujada por el maltrato de su marido. Un hombre culto y admirado que despliega un arsenal de crueldad, control y desprecio sobre su pareja. Una corte de amigos y compañeros intelectuales que justifican los abusos y tachan a la víctima de excéntrica o desequilibrada. Podría ser la penúltima denuncia pública contra una figura de poder de nuestro panorama social, cultural o político. Sin embargo, se trata del argumento de Testimonios sobre Mariana, la novela-espejo en la que  la escritora, periodista y dramaturga mexicana Elena Garro (Puebla, 1916 - Cuernavaca, 1998) plantea un trasunto de su asfixiante relación con el poeta Octavio Paz.

Publicado en México en 1981 e inédito hasta ahora en España, el texto ha sido recuperado recientemente por la editorial valenciana Bamba. No fue una elección al azar. Nacida en 2020, su misión consiste en rescatar el trabajo de autoras olvidadas o marginadas. En su catálogo nos hacen señas May Sarton, Elena Quiroga, Zelda Fitzgerald, H. D,  Anna María Moix o Sylvia Plath.  Y, claro, ahí Elena Garro se erige como exponente de esos principios fundacionales: “toca todos esos puntos clave que buscamos en nuestras autoras. Su obra ha sido sistemáticamente relegada a los márgenes. Mientras, escritores como Juan Rulfo o Gabriel García Márquez, cuyas piezas fueron escritas después de muchos títulos de Garro, han dominado la escena oficial. Su trabajo no solo tiene un nivel literario excepcional, sino que también aborda temáticas como la opresión marital, algo recurrente en nuestras autoras. En cualquier caso, la obra de Garro debería estar en el centro del canon literario”, resalta Raquel Bada, directora de la editorial.

Considerada la precursora del realismo mágico y autora de libros como Los recuerdos del porvenir, Garro acciona en Testimonios sobre Mariana una prosa magnética hipnótica, conmovedora, bella y dolorosa. A lo largo de sus páginas, se amalgaman episodios manipulación, aislamiento, destrucción, miedo y rebeldía. Pero en ellas también encontramos una descarnada denuncia de la hipocresía de las élites culturales y de la impunidad que otorga contar con cierto estatus social.

La relación entre Bamba y Garro no ha sido un flechazo fugaz o repentino. La propia Bada llevaba años queriendo rescatar su obra:  “Siempre me pareció una figura clave dentro de todas esas escritoras latinoamericanas cuyos trabajos no están bien representados o editados. Conseguí ponerme en contacto con Patricia Rosas Lopategui, experta en esta creadora y responsable de preservar su legado. Y ahí comenzamos un proceso editorial lento pero apasionante”. En ese sentido, reconoce que la colaboración con Rosas – quien también firma el prólogo–ha resultado fundamental para convertir el volumen en una realidad tangible: “como protectora de la obra de Garro, conoce los errores y prejuicios que se han atribuido a la autora, como etiquetala simplemente de ‘mujer de Octavio Paz’,  presentarla como una especie de ‘loca de los gatos’... Una de las ventajas de ser una editorial pequeña es que pudimos ofrecerle un trato cercano y muy cuidadoso con cada detalle, desde las cubiertas hasta el prólogo”. Tampoco la fecha de lanzamiento fue casual: llegó a las librerías el 2 de octubre, fecha en la que la autora fue declarada ‘enemiga pública’ de México: “nos pareció muy simbólico reivindicarla precisamente ese día”.

Con el 25N a nuestras espaldas y el continuo goteo de noticias sobre hombres poderosos que aprovechan su posición para abusar de las mujeres a su alrededor, Testimonios sobre Mariana mantiene su vigencia a pesar de haber sido escrito hace décadas. “Es una mujer maltratada y, aunque el maltrato es evidente, los personajes que la rodean excusan las violencias de su marido o eluden la necesidad de protegerla. Garro usa a tres testigos para mostrar la complejidad de la situación, la falta de empatía hacia Mariana y la crítica hacia esos círculos que legitiman su sufrimiento”, explica Bada. El maltrato psicológico que sufre Mariana, desde el control total de su vida hasta la humillación constante, “es algo que ahora comprendemos mejor. La manipulación, el aislamiento, la restricción del dinero... todo esto ahora está más interiorizado como abuso emocional – prosigue la editora–. Si se hubiera publicado hoy, probablemente habría tenido un impacto mucho mayor que en los años 80, cuando Paz seguía siendo un icono literario intocable”.

Mariana nunca será la ‘víctima perfecta’

Otro asunto que, lamentablemente, también cabalga a lomos de la rabiosa actualidad: Mariana, al igual que Elena, no encaja en el molde de la ‘víctima perfecta’. No se ajusta a la imagen tradicional de la mujer pasiva y sumisa; al contrario, es percibida como una figura glamurosa, errática, caprichosa, que no cumple con el papel de ‘ángel del hogar’. “Augusto, que representa el control sobre ella, es muy consciente de la belleza, carisma y educación de Mariana… y usa eso a su favor. Según los amigos del marido, Mariana le hace la vida imposible a él, pero la realidad es que tiene una personalidad fuerte, difícil de apaciguar a pesar de todo. Y lo mismo le sucedía a Garro: no se dejaba controlar y, de hecho, luchaba contra las expectativas de quienes querían moldearla, como cuando se negó a dejar de escribir poesía, a pesar de la presión. Esa lucha y resistencia se reflejan incluso en su vida personal, donde intentaba encontrar momentos de libertad, como su amor por el ballet”, recuerda Bada.

De hecho, Testimonios sobre Mariana muestra que no hay un modelo de víctima ‘aceptable’: “Garro tuvo una base familiar sólida que le permitió desarrollar ese carácter fuerte, pero, aún así, no pudo escapar del control absoluto de su pareja.Vivió bajo ese maltrato constante y su hija también sufrió las consecuencias. El libro muestra que no todas las víctimas de abuso sobreviven de la misma manera, y muchas, sin el respaldo adecuado, no logran escapar”. Y como ocurre con los casos de violencia sexual,  indica la editora, en este volumen “se tiende a cuestionar a la víctima en lugar de a los agresores: ¿cómo es ella, cómo viste, cómo habla?”, recuerda la editora.

Y un engranaje opresivo central en este relato: el ambiente en el que se mueve el matrimonio Mariana-Augusto/Elena-Octavio, un entorno intelectual repleto de personajes admirados, inteligentes y cultos, “pero lo que se oculta detrás de esa fachada es la hipocresía y el abuso de poder. El libro no solo denuncia esta hipocresía, sino que también pone de manifiesto las conductas de estas élites políticas y culturales que justifican o ignoran el abuso y el maltrato, algo que no ha cambiado mucho desde entonces. Hoy sigue sorprendiéndonos cuando se revelan estos comportamientos de deplorables en figuras admiradas. Además, este tipo de situaciones nos pone frente a la negación de la realidad por parte de la sociedad, como ocurrió con Paz: se protege a las figuras públicas debido a su estatus, incluso cuando sus acciones resulten inaceptables”, critica Bada.

“Nunca conocemos plenamente a otra persona”

Garro explora a su protagonista a través de los ojos ajenos, a través de esos tres testimonios que dan título al volumen. Nunca logramos imbuirnos en la mirada de la propia Mariana, solo en las impresiones que otros personajes tienen de ella. Una maniobra creativa en la que se refleja la propia experiencia de la escritora, quien durante toda su vida fue atacada por la opinión pública. Una construcción narrativa fragmentada que moldea nuestra propia percepción sobre Mariana y sus circunstancias. “Garro consideraba una falacia pensar que podemos conocer plenamente a otra persona o emitir juicios sobre ella. En Testimonios sobre Mariana, el lector llega a la conclusión de que nunca podemos comprender en su totalidad a la protagonista”, expone Rosas. Al mismo tiempo, la experta apunta que si la escritora hubiese narrado en primera persona las experiencias que vivió junto a Paz, el relato podría haber parecido inverosímil, “porque realmente lo que sufrió bajo el yugo de su marido y todas los tejemanejes que este urdió son tan truculentos que resultarían exagerados. Pero al utilizar múltiples puntos de vista hace que sea mucho más creíble, realista y plausible. Con esta estrategia, nos enfrenta a la realidad de sus vivencias de una manera astuta y efectiva”.

En esa línea, Bada señala que se trata de “un ejercicio de escritura muy potente. Este enfoque crea una sensación de incompletitud, un rompecabezas que nunca termina de encajar. Aunque Garro podría haber escrito desde el punto de vista de Mariana, opta por dejarnos con un vacío.Esto, a su vez, refleja cómo Garro también estaba ‘amurallada’ en su vida. El resultado es que siempre hay una distancia con Mariana. No se logra comprender completamente qué le sucede, ni siquiera cómo se presenta ante los demás. Por ejemplo, tanto André como Vicente destacan que la ven siempre riendo, como si fuera superficial o frívola, pero esto no es más que una performance que ella despliega”. Esa imagen de mujer alegre y exitosa, relata la editora, contrasta profundamente con la imagen de la mujer que intenta suicidarse, “creando una disonancia entre lo que proyecta y lo que realmente está viviendo. Mariana es una mujer bella, casada con un hombre exitoso, frecuenta los ambientes intelectuales parisinos, pero todo eso se desploma...”. 

La sombra de Octavio, la sombra de Augusto

Garro trabajó de manera intermitente en este manuscrito durante años e incluso llegó a considerar destruirlo. Según cuenta Rosas, uno de los factores fundamentales en ese largo periplo fue que durante los años 60, la autora estuvo profundamente involucrada en causas de justicia social y activismo político en México, por lo que su escritura se desplazó hacia piezas periodísticas que relataban “toda la la corrupción y la violencia que había en contra de los campesinos y los indígenas”. Pero también jugó un papel esencial la presencia de Octavio Paz, “quien tenía un gran poder en la vida cultural mexicana. Su sombra y la de sus amigos intelectuales generó en ella una fuerte autocensura, pues temía las represalias si abordaba su vida con él en sus textos, sabía que era un terreno pantanoso. Esta atmósfera de opresión y la falta de apoyo para publicar su obra en México llevaron a Garro a abandonar el escrito en ese período”. Sin embargo, continúa la biógrafa,  cuando se trasladó a España en 1974, logró “una mayor distancia emocional y profesional respecto a Paz y su círculo, lo que le permitió retomar la novela. A pesar de las dificultades personales y económicas del exilio, esta separación le brindó la calma necesaria para concluir el proyecto. Además, contaba con sus diarios personales, que le sirvieron como base para recrear su vida con Paz en París y Nueva York. Aunque el proceso fue prolongado y conflictivo, la distancia temporal y geográfica favoreció la culminación de una pieza más madura y reflexiva” 

Para la estudiosa, el empeño de Garro por seguir escribiendo a pesar de todo constituye un símbolo de resistencia. “Fue una escritora rebelde y profundamente crítica con el statu quo. Desafió las estructuras de poder y denunció la opresión y la corrupción del sistema político mexicano. Como activista y escritora cuestionó las injusticias que vivió México en las décadas de 1950 y 1960. A diferencia de otros escritores de la época, como Octavio Paz o Carlos Fuentes, que se alinearon con el poder para obtener prebendas, Garro siempre se mantuvo independiente y reacia a aceptar los beneficios ofrecidos por el gobierno, conscientes de que aceptarlos limitaba su libertad de expresión. Nunca ocupó cargos en instituciones culturales ni políticas, pues prefería la autonomía para escribir y denunciar lo que consideraba los males del sistema político y de la condición humana. Defendió el derecho a la creatividad y a revelar, a través de la literatura, las injusticias que la rodeaban”.

La cruzada de Bamba por recuperar del olvido la voz de Elena Garro y colocarla en los anaqueles literarios que le pertenecen por derecho no acaba aquí. En los próximos meses, la editorial pondrá en circulación Memorias de España 1937, el libro en el que la autora relata su travesía por ciudades como la València republicana durante la Guerra Civil. Queda desgarro para rato.

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