VALÈNCIA. (VP/EP) La sexta ola de coronavirus sigue devolviendo a la casilla de salida algunas iniciativas culturales. El Festivern, que se celebra en fin de año en Tavernes de Valldigna, ha decidido cancelar la edición de este año “dada la escalada de casos, i sobre todo, el aumento de la presión hospitalaria”, según han difundido en un comunicado.
“Lamentamos muchísimo la situación, pero ahora mismo i en estas condiciones, Tavernes se encuentra en riesgo extremo i no nos vemos con cuerpo de llevar adelante el festival, a pesar de las medidas que ya se habían previsto para poder garantizar una realización segura”, continua el escrito.
La organización ha informado que se devolverá de manera automática el importe de la entrada, restando los gastos de gestión, las comisiones bancarias, y gastos de devolución. Además, prometen “trabajar desde hoy” en el Festivern del próximo año.
La celebración estaba prevista respetando las medidas de higiene, seguridad y aforo adoptadas por Conselleria de Sanidad, incluyendo el certificado covid. Con mascarilla y sin sillas, los directos se iban a realizar con las ya tradicionales campanadas "festiverneras" de fin de año y con zona de acampada, convirtiéndose en el primer festival del país en volver a incorporar estos servicios.
En el cartel de la edición de 2021, la decimosexta del festival, figuraban Zoo, Ciudad Jara, Suu, La Fúmiga, Jazz Woman, Mafalda, Roba Estesa, Boikot, Lisasinson o los italianos Talco. Más de una veintena de artistas se iban a dar cita en el regreso de este certamen dos años después tras el parón provocado por la pandemia.
Esta es la primera gran cancelación cultural de la sexta ola, si bien este diario ya relataba como algunas salas de conciertos ya han limitado las sesiones de DJ, volviendo al formato de sillas. Si bien es necesario presentar el pasaporte covid para todas las actividades musicales que conlleven el consumo de bebida y comida o el baile, por ahora el Consell no ha anunciado siquiera la intención de retroceder en el levantamiento de limitaciones a la cultura.
Los grandes festivales tuvieron que esperar desde el inicio de la pandemia y hasta octubre de 2021 para poder celebrarse con el formato de gente bailando con cierta normalidad, tras más de quince meses de tiras-y-aflojas con la Conselleria de Sanitat. El avance de omicron, cuya transmisión parece ser mucho mayor y más allá de las vacunas, deja asomar la posibilidad de volver a escenarios anteriores que se creían superados.