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es una de las medallas valencianas de los juegos olímpicos de parís y todavía está en una nube

El metal más especial de Vega Gimeno

8/08/2024 - 

VALÈNCIA. Si plenea mil y una veces su retirada, no le sale tan radonda. Porque a Vega Gimeno le ha quedado un adiós al baloncesto profesional como jugadora de lo más idóneo. La valenciana se colgó este pasado lunes la medalla de plata en basket 3x3, una modalidad de la disciplina que se estrenó en los Juegos Olímpicos de Tokio, hace escasos tres años, y que ha brindado a España un metal más al medallero de París. Y en su primera participación olímpica. Ese premio, tan significativo como inesperado, es el colofón a la carrera de Gimeno, que anunció que esta iba a ser su última temporada en el Casademont Zaragoza, club de la Liga Femenina Endesa que, precisamente esta temporada, compitió el play off liguero con Valencia Basket.

En realidad, la medalla que la valenciana iniciada en el Colegio El Pilar ahora lleva a todas partes en su mochila -literalmente- es solo un trozo de metal en comparación con todo lo que ha vivido para poder colgárselo. A sus 33 años, sintió que su periplo en el baloncesto profesional había llegado a su fin y quiso dejarlo, no sin antes buscar la clasificación a los Juegos con la Selección Española de baloncesto 3x3. Esa que ha capitaneado junto a la también valenciana Sandra Ygueravide desde que la modalidad empezó a extenderse por ser olímpica en Japón. Solo poder extraer un billete para París 2024 era ya un éxito que cerraba el círculo de su carrera. 

Lo era porque años atrás, cuando buscó con ahínco jugar en Tokio 2020, el sueño se esfumó en los últimos segundos. La canasta de la japonesa Stephanie Mawuli en la prórroga del Preolímpico de Graz (Austria) hizo esfumar el sueño de Vega: no iba a jugar los Juegos. Un ciclo olímpico después, todo cambió: en el último segundo del encuentro por la clasificación en el Preolímpico de Debrecen (Hungría) el pasado mes de mayo, España logró el ansiado pasaporte a la capital francesa. Fue gracias a una canasta inverosímil de Gracia Alonso de Armiño, que recogió su propio rebote para, sobre la bocina, clavar un reverso de espaldas, sin mirar a canasta. Locura entre las cuatro componentes del equipo: Vega, Sandra y las suyas iban a disputar, por fin, esos Juegos soñados.

Esa era la gran recompensa. Ese era el círculo que quería cerrar Vega Gimeno. Su retirada dorada... que ha terminado siendo plateada, pero en forma de medalla. "Era impensable", reconoce la jugadora, que forma parte del Proyecto FER, el progama de apoyo a deportistas de la Comunitat Valenciana está impulsado por la Fundación Trinidad Alfonso, cuyo mecenas es Juan Roig. "Si hubiera planeado mi retirada, no hubiera salido así. Aún estoy en shock, necesito volver a mi casa, volver a mi rutina, y normalizar todo", asegura la valenciana en la Fundación Trinidad Alfonso. Su padre, que le ha seguido in situ en París junto a una veintena de familiares y amigos, lo ve del mismo modo: "Ella ya llevaba un año que estaba cansada, que pensaba que llegaba su final, aunque yo creo que podía seguir... Cree que con 33 años tiene que empezar otro ciclo, con otra vida y otro trabajo. Respetamos su opinión porque lo tenía clarísimo". 

A semifinales in extremis

Aún así, la plata conseguida no ha sido un paseo, ni mucho menos. Primero, las chicas ganaron a Azerbaiyan y Francia, las anfitrionas, pero en la segunda jornada de partidos -duran 10 minutos y vence quien primero alcance los 21 o vaya por delante en el crono cuando acabe el tiempo- España cayó ante China y Estados Unidos. Fueron dos derrotas que estaban "dentro de lo previsto", tal y como reconoce Gimeno en el mismo canal. Sin embargo, dos victorias ante Australia y Canadá en el quinto y sexto choque pusieron a las chicas a un paso de las semifinales. 

El torneo olímpico de baloncesto 3x3 se disputa en un grupo de ocho equipos, en el que se enfrentan todos contra todos y quedan exentos de jugar cuartos de final los dos primeros clasificados. Del tercero al sexto, se disputan los cuartos de repesca; y las dos últimas selecciones del grupo, quedan eliminadas. España necesitaba ganar a Alemania en el último encuentro de la primera fase para asegurar el pase directo a la pelea por las medallas... y perdió. Sin embargo, una carambola por un empate a cuatro dio a las de Vega Gimeno y Sandra Ygueravide como ganadoras. Alemania -a la postre oro olímpico- era líder... y España, segunda de grupo.

Vega se enteró de forma cómica: "Estábamos dentro de la salita de jugadores junto a las chicas de Canadá. Yo nunca había vivido un cuádruple empate, y los triples empates que he visto en 3x3 siempre se han resuleto por puntos. Y por puntos... estábamos en cuartos, no en semifinales. Les dijimos a las canadienses que eran ellas las que habían clasificado directamente, y de repente vimos en la tele el cuadro, con nosotras y Alemania en semifinales", relata. Aún así, pensaron que debía tratarse de un error en los grafismos: "Entonces, entró el comisario de FIBA para decir que España estaba en semifinales. Le pedimos incluso que lo repitiera... y nos pusimos a saltar, a abrazarnos... Imagínate cómo estaban las de Canadá...", dice entre risas.

Vega siente "mucho orgullo". Sobre todo, "por los años que llevamos jugando al 3x3, convencidas de que es una disciplina atractiva". La valenciana creyó en la modalidad y le sobró tiempo para dejarse claro a sí misma que España tenía que estar en unos Juegos. Que fuera a ser medallista, es otra historia. Y es el cúlmen necesario a una carrera de muchos éxitos. Ha ganado Ligas, Copas de la Reina, e incluso un oro europeo con la propia selección de 3x3 -lo hizo en 2021, precisamente en París, pero a los pies de la Torre Eiffel en lugar de la Plaza de la Concordia, donde ha llegado el último éxito-. Sin embargo, este metal, por lo que supone, es el más especial de Vega Gimeno.

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