El ministro de Cultura se desmarca de la cumbre estatal anunciada por Tamarit

VALÈNCIA. A los pocos días de asumir la cartera de Educación, Cultura y Deporte tras la dimisión de Vicent Marzà, Raquel Tamarit dibujo en la tribuna de Les Corts las que serían las líneas de su actuación en la Conselleria en los pocos meses que restan de legislatura. Uno de los principales anuncios fue el de la celebración de una cumbre estatal para bordar la precariedad en el sector cultural. “Queremos impulsar una cumbre estatal que aborde de forma directa diferentes soluciones para reducir la temporalidad y la precariedad de las y los trabajadores de la cultura. Hay que buscar nuevas herramientas de protección laboral y vamos a contactar con los ministros de Cultura y de Trabajo, Miquel Iceta y Yolanda Díaz, para poder hacer posible la organización de este encuentro estatal a varias bandas”, proyectó el pasado 25 de mayo.

Desde entonces, nada se ha sabido de los avances de la organización de dicha cumbre, y ayer el ministro Iceta rebajó aún más las expectativas. A preguntas de la prensa, a las puertas de la librería Ramón Llull, donde se reunió ayer con agentes culturales del sector cultural valenciano, el responsable de Cultura afirmar “no saber nada” de la evolución del proyecto, desmarcándose así —por ahora— de este: “lo que he de decir es que cumbres como estas hacemos todas las semanas con los sectores culturales, que se celebran precisamente en el Ministerio de Trabajo. Desconozco exactamente a qué se referían, pero es un tema en el que estamos muy encima y recogemos, no solo lo que opinan los agentes culturales, sino también lo que piensan las comunidades autónomas, que son, en última instancia, los titulares de las competencias en Cultura”.

En realidad, el departamento de Raquel Tamarit sí le envió una carta al tomar posesión de la Conselleria de Cultura; e Iceta le contestó, según confirman fuentes institucionales. En la carta de respuesta, el ministro felicitó a Tamarit por su cargo y le recordó que, desde el Gobierno de España ya estaban trabajando para hacer efectivos los principales acuerdos interministeriales para hacer avanzar el Estatuto del Artista, principal herramienta legislativa para combatir la comentada precariedad cultural. En la misiva, en todo caso, Iceta no se comprometía o hacía alusión directa a la cumbre. 

Por su parte, la Conselleria no ha avanzado significativamente en la organización de la cumbre estatal porque están “a la espera de que el Estatuto del Artista está más avanzado” para que la cumbre sirva para “profundizar” en dichos cambios. Por lo tanto, trasladan su celebración a más bien entrado 2023, sin aún concreción. Las frías palabras del ministro, en todo caso, no prevén la implicación esperada hace ahora seis meses.

El sector cultural sale satisfecho del encuentro con el ministro

Una vez dentro de la librería Ramón Llull, Iceta se ha rodeado de la vicealcaldesa Sandra Gómez y la concejala de Acción Cultural, Maite Ibáñez, para informar a una treintena de agentes del sector cultural valenciano del minuto y resultado del Estatuto del Artista, que el Gobierno se ha comprometido en despejar antes de que acabe el año. En este sentido, el ministro indicó a los medios que, de las 57 medidas establecidas, 46 están ya aprobadas y en una fase de negociación muy avanzadas, y ha destacado la unanimidad en el Congreso con el que generalmente se están tratando estos avances.

Además de los tres representantes políticos y de técnicos del Ministerio de Cultura, se encontraban en la librería una treintena de representantes de las principales asociaciones y entidades de todos los ámbitos artísticos, desde el cine (AVAV) hasta el diseño (EASD), pasando por las artes plásticas (AVVAC) y escénicas (Comité Escèniques). 

Fuentes asistentes a la reunión y consultadas por este diario coinciden en hacer una balance positivo de la reunión, que ha contado con un ministro “cercano” y que “ha sabido escuchar”. Iceta ha sido informal y ha querido ser realista en la exposición de la situación actual y de las dificultades que se han ido encontrando en la tramitación de las reformas. Además, ha entregado una tarjeta de visita para que las asociaciones puedan remitir directamente al ministerio sus dudas. También ha habido espacio para los agentes culturales transmitieran sus preocupaciones, principalmente dirigidas a su situación de precariedad. Iceta se ha comprometido a recogerlas, pero no ha querido comprometer cuestiones que necesitan un recorrido, algo que también valoran las fuentes consultadas.