VALÈNCIA. El último ‘Spain Ecosystem Report’ realizado por Dealroom.co sobre la industria de empresas de base tecnológica en España, cifraba el valor agregado de nuestras startups en 2023 en más de 100.000 millones de euros, tras crecer un 7% con respecto al año anterior. El ecosistema español se posiciona así en Europa justo detrás de Francia y Alemania y por delante de países como Noruega, Italia o Portugal.
Conforme a dicho estudio, realizado en colaboración con Kfund, BBVA Spark, Endeavor Spain, GoHub Ventures, Wayra, SpainCap y Enisa, España es el segundo mercado de startups que más crece en Europa. Entre 2019 y 2024, el ecosistema de startups nacional creció 2,7 veces, solo superado por Noruega (3,5 veces). Destaca también que en 2023, las startups locales recaudaron 2.200 millones de euros a través de más de 850 rondas de financiación. De estos, 1.000 millones de euros se destinaron a rondas por debajo de los 15 millones de euros; 782 millones, a rondas de entre 15 y 100 millones; y 405 millones, a rondas superiores a los 100 millones.
En lo que respecta a los fundadores, el análisis llama la atención sobre la aparición de una nueva generación de emprendedores que han decidido montar su propio proyecto después de pasar por compañías que consiguieron alcanzar valoraciones superiores a los 1.000 millones de euros. Se refieren de esta manera al efecto cantera generado por compañías como Glovo, Cabify, Job & Talent, Fever, Factorial, TravelPerk o Wallbox.
Con datos como los referidos, son muchos los que señalan la progresiva madurez del ecosistema startup nacional, una apreciación que confirma el último Mapa del Emprendimiento, presentando la semana pasada por la organización de South Summit. Sin embargo, su presidenta y fundadora, María Benjumea, aprovechó la presentación para lanzar un llamamiento a no dormirse un los laureles instando a los emprendedores y al resto de actores a buscar “nuevas vías que revitalicen” el ecosistema y le permitan seguir creciendo teniendo en cuenta que sólo el 18% de las startups españolas, presenta un EBITDA positivo en 2024, una cifra que se ha mantenido sin grandes cambios desde 2017.
Otro síntoma de estancamiento que aprecia el Mapa corresponde a los ingresos reales de las startups con un 35% que apenas sobrepasan los 150.000 euros de ingresos, porcentaje que se viene arrastrando desde 2018.
En lo que respecta a su capacidad de creación en empleo, el Icex Invest in Spain, basándose en la base de datos realizada por la publicación El Referente, hablaba el pasado mes de julio de la creación de 100.000 nuevos empleos cada año. Sin embargo, también en este capítulo, el Mapa se enfría al señalar un cierto retroceso que se viene registrando desde 2021.
Finalmente, el último Informe GEM España 23-24 tampoco es demasiado alentador al afirmar que, “durante este año, ha aumentado el porcentaje de personas que han abandonado sus iniciativas emprendedoras, que ha pasado de un 2,5% en 2022, la tasa más baja de sus países de referencia, a un 3,2% en 2023”. La buena noticia es que, un tercio de los que abandonan, dicen mantener sus expectativas de volver a intentarlo en los próximos tres años.
Asimismo, partiendo de la base de que el uso de la tecnología es clave en el afianzamiento de empresas punteras, un dato positivo del GEM corresponde al crecimiento sostenido desde 2020 de iniciativas recientes (TEA) y consolidadas de nivel tecnológico alto, con proyectos liderados muchas veces por emprendedores con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años.
En el caso de la Comunidad Valenciana, los últimos datos del Observatorio Startup indican un crecimiento del número de empresas emergentes del 15,45% en comparación con 2023. Conforme a éste, el número de entidades del ecosistema emprendedor de la región ha alcanzado un total de 1.780, creciendo un 6,14%, con las startups como principal motor.
El informe presume también de la firme apuesta por la tecnología, especialmente por la inteligencia artificial, presente en el 21,07% de las startups. Dicho porcentaje estaría en consonancia con el ecosistema nacional donde, según el Mapa del Emprendimiento, un 30% de startups la utilizan ya en su día a día.
De ser así, habría que considerarlo un privilegio porque uno de los mayores lamentos de los fundadores de startups relacionados con la IA es la dificultad para encontrar talento cualificado en la materia, lo que les obliga a mantener equipos deslocalizados. Al menos ese es el problema que dice tener Glenn Jocher, fundador del proyecto de Ultralytics YOLO, de donde surge la inteligencia artificial de detección de objetos más rápida y precisa del mundo. Aunque constituida en EE.UU, el grueso del desarrollo de esta tecnología en abierto se centraliza desde Madrid con un equipo multicultural que integran más de 34 personas y que, “si no crece más deprisa es porque me cuesta mucho dar con perfiles que se ajusten a la experiencia en IA que estoy buscando”, en palabras del CEO.
También la asociación para el impulso de la IA y la economía del dato en la industria, IndesIA, advierte de la falta de estos perfiles cualificados en nuestro país quedando vacantes el 50% de las ofertas de empleo que se lanzan. Los roles más afectados por la falta de talento son los de ingenieros de IA o machine learning y en la aplicación de estas tecnologías, en computer vision y procesamiento del lenguaje natural.
El problema para IndesIA, es grave si se considera que “en 2030, el 85% de los trabajos se van a transformar enormemente debido a esta tecnología”. Con esta perspectiva, tan vez la clave para salir de la parálisis sea la propuesta por Benjumea: “saber adaptarse a las nuevas tecnologías”.