VALÈNCIA. La batalla de las elecciones no sólo se circunscribe a lo que un partido y sus candidatos pueden destacar de sí mismos: las propuestas y promesas son un pilar importante, pero también lo son los ataques certeros a los principales competidores en las urnas. No obstante, existen otros movimientos más complejos y colaterales que también se llevan a cabo en el escenario preelectoral.
En la Comunitat Valenciana, una de las peleas más interesantes se viene fraguando por el espacio que ocupa, o ha ocupado en este mandato, Ciudadanos, que en la mayoría de los sondeos queda fuera de las instituciones. Tal y como ha ido informando este diario, el PPCV liderado por Carlos Mazón en el ámbito autonómico y por María José Catalá en la ciudad de València, necesitan absorber el máximo voto posible de la formación naranja.
Una vez descartado llegar a un acuerdo entre ambos partidos, los populares han apostado por el fichaje de algunos dirigentes (como es el caso de la exportavoz parlamentaria Ruth Merino), y por la tarea en la sombra de otros exreferentes del partido naranja como el anterior responsable de Organización, Emilio Argüeso, para propiciar las situaciones más favorables para el PP.
Todo ello unido a salidas abruptas de diversos dirigentes el diputado provincial Juan Córdoba y la concejal Rocío Gil, que en Ciudadanos consideran auspiciadas por el PP, que han contribuido a generar una imagen de desbandada en el partido naranja.
El mensaje que quiere enviar la formación popular es evidente: votar a un partido, Ciudadanos, que no va alcanzar el mínimo del 5% ni en Les Corts ni en el Ayuntamiento de València, es "tirar el voto a la basura" y "beneficiar a la izquierda". En la otra orilla, desde el partido 'naranja' aseguran disponer de datos que sí les otorgan posibilidades de mantenerse con representación y ser llave de ambos gobiernos.
En este sentido, en Ciudadanos acusan de "juego sucio" al PP y, especialmente, muestran su malestar por el papel jugado por la exconcejal Rocío Gil en los últimos días. "Fue una imposición de Toni Cantó. Se ha respetado su trabajo todo este tiempo y ha estado cobrando la nómina hasta el último mes, pero ahora se marcha dando un portazo y tratando de hacer el mayor daño posible al partido. Desde luego, es una estrategia que parece dirigida a beneficiar al PP", señala un alto cargo de Cs a este diario, quien tiene mantiene además que estos "ataques furibundos" que atribuyen a los populares pueden tener un efecto bumerán que beneficie a Ciudadanos. "Si el PP no gobierna, será porque así lo deciden los votantes, no por culpa nuestra", sentencia el mismo cargo.
Curiosamente, donde más comprensión e incluso buenas noticias encuentra Cs es en los partidos del Botànic. Se da la circunstancia de que, tal y como publicó este diario días atrás, el último sondeo encargado por Compromís para la ciudad de València le otorgaba un 5,6% a Ciudadanos: es decir, tendrían opciones de entrar en el consistorio y ser decisivos. De la misma manera, en los meses previos también se han visto acercamientos entre PSPV y Ciudadanos para llegar a acuerdos en Les Corts, e incluso un amago para tratar de rebajar el listón electoral que finalmente no salió adelante por la propia división existente en la formación naranja.
Unas circunstancias que evidencian el interés de los principales socios del Botànic en dar oxígeno a Ciudadanos. Un indicativo de que, en líneas generales, los partidos de izquierdas tampoco creen que esta formación vaya entrar en las instituciones, pero resulta importante que, de ser así, su resultado se acerque lo más posible al 5% porque serán votos que dejará de sumar el bloque de derechas en el recuento final. Así pues, desde la izquierda se busca una 'salvación' parcial de Cs, pero ni mucho menos una resurrección total.
De la misma manera, en los últimos días viene especulándose con una posible candidatura respaldada por la exdirigente de Vox Macarena Olona que contaría como uno de sus referentes con el concejal en el Ayuntamiento de València, Vicente Montañez, quien se ha mostrado muy crítico con su partido en los últimos días. Así, ESdiario informó de que se trabajaba en el diseño de candidaturas en las principales plazas de la Comunitat y también en el ámbito autonómico bajo una marca que podría ser 'Juntos por España' o 'España Viva'.
Una posibilidad que, de concretarse, se miraría con interés desde el Botànic y con preocupación desde PP y Vox. El motivo, el mismo que ocurre con Ciudadanos: un partido nuevo dispuesto a 'pescar' en el bloque conservador podría, aunque no entrara en las instituciones, suponer una pérdida de votos fundamentales para los partidos de derechas que tienen al alcance de la mano gobernar.