CONVIENE SABER / OPINIÓN

El propósito de la igualdad de género

9/01/2024 - 

Las fiestas navideñas, por ser esa época del año donde se hacen más presentes las ausencias de aquellos que ya no están, tienen cierto tinte melancólico. Y aunque la noche de reyes deje de ser una de las preferidas cuando acaba la niñez, como explicaba Manuel Jabois hace unos días en un vídeo muy emotivo, siempre nos quedará la emoción de ser de esa parte del mundo que durante la noche del 5, cuando se apaga la luz, conspira para hacer felices a sus personas queridas.

Los primeros días del año, una vez hecho el balance de lo bueno y malo, nos ponemos en marcha y listamos aquellos propósitos y anhelos que esperamos del año nuevo. Confieso que uno de mis anhelos más presente para el año 2024 es seguir avanzando en la igualdad de género, esa igualdad real que merecemos las mujeres y los hombres en este país y, me atrevería a decir, en el mundo entero.

Las mujeres merecemos seguir avanzando en la igualdad en las oportunidades, en el empleo, en el ocio, en la corresponsabilidad en las tareas del cuidado, en los salarios, en las pensiones, en la seguridad, en el trato, en el reconocimiento público… en todos y cada uno de los aspectos que imprimen y determinan una democracia en la que se convive en verdadera igualdad y libertad.

Pero si hay un aspecto esencial, que condiciona el avance del resto y que permite la autonomía e independencia de las mujeres, es el derecho a un trabajo digno.

¿Y por qué dedicarle este espacio a este propósito? Es un anhelo feminista que lanzo sin reproches pero con rotundidad, porque la percepción y el reconocimiento de la desigualdad es una constante en los testimonios de muchas y distintas mujeres, por mucho que haya partidos y dirigentes políticos que se empeñen en negarla.

Es necesario por las mujeres que, teniendo un empleo, acusan la dificultad y la injusticia que les genera el ver cómo por el simple hecho de ser mujeres su salario es menor que el de un hombre y se pelean a diario por compatibilizar sus dobles y triples jornadas, las remuneradas y las no remuneradas. También por las mujeres que, teniendo un empleo de cierta responsabilidad, coinciden en la dificultad y la diferencia en el desarrollo profesional comparándose con los varones de su entorno. Y por las más de 197.000 valencianas que no tienen un empleo, de las que 80.000 son paradas de larga duración y más de la mitad, desempleadas de más de 3 y 4 años, y lo son porque aparcan sus vidas laborales para dedicarse al cuidado de familiares, descendientes y dependientes. Por todas ellas y muchas otras, este propósito común se hace más necesario e inaplazable que nunca.

Afortunadamente, el Gobierno de España comparte este propósito y tiene como prioridad el despliegue de políticas feministas en favor de la igualdad entre mujeres y hombres, para reducir esa brecha y avanzar hacia una verdadera sociedad democrática e igualitaria.

Todo lo contrario de lo que sucede en el Gobierno valenciano, donde Mazón, hipotecado y acomplejado por sus socios de la ultraderecha, muestra contradicciones y mucha tibieza en todas aquellas cuestiones que afectan a la igualdad entre mujeres y hombres.

Hace unos días se publicaban los últimos datos de paro y afiliación a la Seguridad Social del último mes del año 2023 con buenas noticias para las mujeres españolas. A través de las declaraciones de la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, conocíamos el incremento de las afiliaciones de las mujeres ocupadas, “representando el 47,3% del total de las personas ocupadas y se acercan a los 9,9 millones, que suponen máximos de la serie”.

Con el Gobierno de Pedro Sánchez, es más fácil ser mujer, no podemos decir eso mismo las valencianas. De hecho, creo que la Señora Bastidas se confundió en unas falaces declaraciones y, donde dijo Sánchez, tuvo que decir Mazón.

Las mujeres valencianas seguimos necesitando políticas activas de empleo que ataquen las brechas en el ámbito del empleo, ya que la Comunitat Valenciana cierra 2023 con un índice de afiliación de mujeres respecto a los hombres del 45%, por debajo de la media de España.

Porque, a pesar de que las valencianas paradas tienen un nivel formativo superior al de los hombres, la evolución del paro registrado sigue presentando peores datos para ellas. Más del 56,5% de personas paradas de larga duración son mujeres, 9 puntos más que los hombres. Y se agrava cuando el número de mujeres paradas que no reciben ningún tipo de prestación es de casi 11 puntos superior al de los hombres.

Con diferencias de más de 16 puntos en las tasas de empleo a tiempo parcial y de más de 6 en la temporalidad, a pesar del efecto incuestionable sobre la calidad en el empleo de las mujeres de la reforma laboral, el mercado laboral valenciano necesita de un impulso de sus gobernantes autonómicos que parece no estar previsto para el 2024.

De hecho, en el mapa de las políticas de empleo en la Comunitat Valenciana ha desaparecido toda referencia y presupuesto a la estrategia –Avalem Dones– que el Gobierno de Ximo Puig, desplegó para reducir la desigualdad en el ámbito laboral entre mujeres y hombres.

En estos días de propósitos y anhelos, los y las socialistas pedimos para la Comunitat Valenciana un gobierno autonómico sensible con la igualdad de género. Por tanto, señor Mazón, esperamos que les haya pedido a los reyes magos, además de los muñequitos cabezones de Funkos, un manual de cómo hacer políticas feministas y le dé uso. Nosotras les pediremos que para 2027 usted pueda jugar con sus muñecos a tiempo completo.