VALÈNCIA. El serial en el que se ha convertido la controvertida ampliación norte del Puerto de València suma un nuevo retraso. Esta vez ha sido la demora por parte de Puertos del Estado en la aprobación del proyecto constructivo de la nueva terminal de contenedores el motivo que impide al organismo que preside Aurelio Martínez desbloquear este proyecto estratégico en los últimos plazos anunciados.
El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) celebra este viernes su primera reunión del año sin que en el orden del día, al contrario de lo previsto, figure el visto bueno definitivo a ese proyecto por el que TIL, la empresa del grupo MSC, lleva esperando desde septiembre de 2019 a que se le otorgue la concesión para contar con más espacio en el recinto portuario valenciano.
En una reciente visita a València, el nuevo presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena avanzó que su preceptivo informe vinculante sobre la parte de obra civil a ejecutar por la APV estaría listo en enero o, a más tardar, en febrero si se detectara algún "problema técnico especial". Ello permitiría al Puerto de Valencia continuar con la tramitación y recabar un último informe del Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) para poder otorgar definitivamente la concesión a TIL antes de que acabase el año.
Pero las previsiones, de nuevo, han vuelto a romperse. Según admiten desde la APV a preguntas de este periódico, Puertos del Estado está a punto de dar ese visto bueno, pero en Valencia aún están pendientes de recibir ese informe definitivo.
El propio Aurelio Martínez reconoció tras la última reunión del consejo de administración la importancia de que se cumplieran los plazos anunciados por Rodríguez Dapena. Según explicó entonces, la APV remitió a principios de diciembre la totalidad del proyecto constructivo con los últimos cambios previstos en el diseño final de la dársena para que fuera validado por Puertos del Estado. Poder tener una respuesta al mismo en enero era "una excelente noticia" para acelerar "un poco los procesos de contratación y de adjudicación", declaró entonces Martínez.
La ampliación del Puerto de València se ha ido retrasando a lo largo de los dos últimos años por diferentes circunstancias. Aurelio Martínez preveía adjudicar la concesión en marzo de 2020, pero la necesidad de eliminar los aspectos más polémicos de la obra –el dragado del canal de acceso y la prolongación del dique principal– para evitar incurrir en alguno de los supuestos que, en virtud de la legislación ambiental, hubieran obligado a tramitar una nueva DIA forzaron a la APV a tener que rehacer el proyecto constructivo.
Tras esos cambios, Puertos del Estado avaló hace ya casi un año la vigencia de la DIA de 2007, pero eludió asumir responsabilidades si la APV decidía seguir adelante con la obra sin tramitar una nueva evaluación ambiental simplificada al dejar exclusivamente en su mano esa decisión. Por eso le recomendó que, en caso de no tramitar una DIA simplificada, lo justificara con nuevos informes ambientales.
El dragado del canal de acceso para aumentar el calado iba a proporcionar el volumen de material para rellenar el muelle de la futura terminal de contenedores. Al renunciar a ese dragado, el Puerto de Valencia propuso como alternativa ampliar el calado de la dársena interior hasta la cota de –24 metros, una actuación menos controvertida al ejecutarse en aguas abrigadas y que le permitiría disponer de una fuente alternativa de material de relleno.
Ante esos cambios que no estaban en el anteproyecto, Puertos del Estado instó al Puerto de Valencia a acreditar que la "intensificación" del dragado en su dársena interior "no conduce a un incremento significativo de vertidos al litoral" con respecto al proyecto original sometido a la DIA. Asimismo, le recomendó que garantizase que el material sobrante procedente de las demoliciones o de la retirada prevista de instalaciones portuarias ya ejecutadas, que figuran sin destino concreto, será reutilizado para relleno de explanadas o para otras infraestructuras del puerto, "de forma tal que no suponga un incremento significativo de la generación de residuos" con respecto al citado proyecto original.
Fue por ello que el Puerto de Valencia tuvo que rehacer el proyecto constructivo y remitirlo de nuevo íntegramente a Puertos del Estado para que emitiera su informe vinculante sobre el mismo. De momento, el documento lleva dos meses sobre la mesa del recientemente elegido nuevo presidente de ese organismo, por lo que la APV, como mínimo, no podrá contar con él antes de la próxima reunión ordinaria de su consejo en marzo.