VALÈNCIA (EP). El Tesoro Público ha colocado este martes en una emisión de letras a 3 y 9 meses un total de 2.582,4 millones de euros en la última subasta del organismo del año, importe dentro del rango medio previsto, y lo ha hecho reduciendo la rentabilidad ofrecida a los inversores, según los datos del Banco de España.
A pesar de ir reduciendo paulatinamente la rentabilidad de las emisiones, en paralelo al descenso de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), que vuelve a reunirse este jueves, los inversores siguen mostrando interés por los títulos españoles, dado que la demanda conjunta de ambas emisiones ha superado los 5.100 millones de euros, prácticamente el doble del importe adjudicado.
En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha colocado 1.041,28 millones de euros en letras a 3 meses, frente a una demanda de 2.101 millones de euros, y el interés marginal se ha colocado en el 2,580%, el más bajo desde febrero de este año y por debajo del 2,739% ofrecido en la subasta previa del mismo tipo de papel.
En la subasta de letras a 9 meses, el Tesoro ha adjudicado 1.541,12 millones de euros, también por debajo de las peticiones de más de 3.000 millones, y la rentabilidad marginal ha caído desde el 2,699% anterior al 2,384% actual, el más bajo desde diciembre de 2022, cuando fue del 2.380%.
Con esta subasta se pone fin a las emisiones de este año, ya que la subasta de deuda a medio y largo plazo inicialmente prevista para el 12 de diciembre no se convocará, según la información anunciada por el organismo público.
El Tesoro cerrará así un año marcado por la moderación de las rentabilidades ofrecidas a inversores tras la contención y posterior bajada de tipos de interés por parte del BCE.
Las decisiones de política monetaria afectan a las subastas del Tesoro, que en el ejercicio 2023 vieron crecer la remuneración ofrecida a los inversores, en línea con las subidas de tipos de interés. Esto provocó que el interés en la compra de deuda se incrementara, especialmente en el caso de la adquisición de letras del Tesoro por parte los hogares, que se han consolidado como los mayores tenedores de este tipo de deuda.
Sin embargo, la contención y posterior rebaja de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo ha provocado este año 2024 una reducción gradual de la remuneración ofrecida a los inversores y una caída en la tenencia de letras por parte de los hogares.
Tras meses de subidas encadenadas desde principios de 2023, la tenencia de letras en manos de hogares e instituciones privadas sin fines de lucro al servicio de los hogares (Isflsh) ha registrado una caída del 1,4% en septiembre respecto a agosto, hasta situarse en 27.071 millones de euros, según los últimos datos publicados por el Banco de España y recogidos por Europa Press.
Pese a esta caída, los hogares siguen situándose como los mayores tenedores de letras, una posición que han logrado consolidar desde agosto de 2023. Tras ellos, los inversores extranjeros acaparan 17.818 millones, mientras que los fondos del mercado monetario y otros intermediarios financieros aglutinan 9.717 millones.
Por último, las instituciones financieras monetarias acaparan 9.744 millones; las sociedades no financieras, 5.240 millones y las administraciones públicas, 4.855 millones.
La estrategia del Tesoro de 2024 prevé unas necesidades de financiación nueva de en torno a los 55.000 millones para este ejercicio, lo que supone una reducción 10.000 millones respecto a las de 2023.
En conjunto, la emisión bruta prevista por el Tesoro ascenderá a 257.572 millones de euros, un 2% superior a la de 2023 debido al incremento de las amortizaciones, y el grueso se cubrirá mediante la emisión de instrumentos a medio y largo plazo con el objetivo de mantener la vida media de la cartera de deuda pública.
Dentro de la estrategia del Tesoro para 2024 estaba previsto recurrir nuevamente a las sindicaciones para la emisión de determinadas referencias de obligaciones del Estado.
Otro de los objetivos para 2024 era mantener la diversificación de la base inversora y apostar por la emisión de bonos verdes como elemento estructural del programa de financiación, reforzando de esta forma el mercado de finanzas sostenibles.