VALÈNCIA (EP). Endesa registró un beneficio neto de 800 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa un 9% menos con respecto al mismo periodo del ejercicio pasado, informó la compañía, que reafirmó sus objetivos para 2024.
Los ingresos de la eléctrica en el periodo de enero a junio ascendieron a 10.416 millones de euros, con una caída del 20,6% frente a los 13.121 millones de euros del primer semestre de 2023.
Estos números se dieron en un contexto de descenso en los precios mayoristas hasta un promedio de 39 euros por megavatio hora (MWh), desde los 88 euros del mismo periodo de 2023, un 56% menos. Evolución pareja a la del índice TTF de gas que marcó un precio medio de 29,5 euros/MWh, el 34% menos.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de Endesa a cierre de junio se situó en los 2.413 millones de euros, con un descenso del 2,5% con respecto a hace un año.
El resultado ordinario neto del grupo en este primer semestre ascendió a 772 millones de euros, lo que supone una disminución del 12,2% frente a los 879 millones de euros obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Con estos resultados en el ecuador del ejercicio, la compañía dirigida por José Bogas reafirmó sus objetivos financieros para el conjunto de 2024, con un resultado ordinario neto de entre 1.600-1.700 millones y un Ebitda de entre 4.900 y 5.200 millones.
"Nuestros resultados nos sitúan en la senda de conseguir los objetivos marcados para 2024. Nuestra estrategia integrada sustenta una gestión efectiva del contexto de volatilidad. Estamos además optimizando nuestra cartera de clientes para incrementar la lealtad de los que aportan más valor, al tiempo que identificamos que existe una oportunidad regulatoria única para apoyar los objetivos de transición energética en España", dijo Bogas.
A 30 de junio, la deuda financiera neta de Endesa se situó en los 10.804 millones de euros, con un aumento de 399 millones de euros (+3,8%) respecto al cierre de 2023.
La generación de caja de la energética suma 1.000 millones en el segundo trimestre del año, recuperándose de forma sólida desde el trimestre anterior, en el que se vio afectado por el laudo por el contrato de gas natural con Qatar.
Desde junio del año pasado, la eléctrica ha añadido 800 megavatios (MW) de nueva capacidad renovable a su cartera, alcanzando los 10.100 MW. Incluyendo la nuclear, Endesa logra ya un 90% de su producción eléctrica peninsular libre de emisiones de CO2, ocho puntos más que a final del primer semestre del año pasado.
Asimismo, tras el cierre de la central de As Pontes a final del año pasado, el parque de generación del grupo en la Península Ibérica queda libre de carbón.
En lo que respecta a la evolución del negocio de comercialización de electricidad y gas, Endesa destacó que el contexto de mercado siguió marcado por una fuerte competencia. De esta manera, el grupo cerró junio con 6,7 millones de clientes en el mercado libre y añadió que su estrategia pasa por centrarse en afianzar la lealtad de aquellos que más valor aporten.
La eléctrica logró suministrar el 81% de la electricidad que vende a precio fijo a todo tipo de clientes con su producción propia libre de emisiones. El margen unitario eléctrico liberalizado se mantuvo estable respecto al primer semestre de 2023 en 58 euros/MWh, y se prevé que en el promedio del año se sitúe en los 54 euros -ligeramente por encima de la cifra del año pasado-.
Además, la energética tiene ya vendida de antemano el 98% de su producción de este año, el 94% de la de 2025 y el 60% de la de 2026, lo que le permite protegerse ante la volatilidad del mercado.
En el negocio del gas, la menor utilización de ciclos combinados y el descenso del consumo generalizado ha reducido un 20% el volumen comercializado, hasta 36 teravatios hora (TWh), un 20% menos que en 2023. El margen se recupera hasta aproximadamente dos euros/MWh, cerca del promedio que se estima para todo el ejercicio.
Asimismo, Endesa indicó que prevé cerrar en próximas fechas el proceso de venta de una participación minoritaria en la cartera de proyectos solares en operación en España de unos 2 gigavatios (GW).
Por otra parte, Bogas incidió en la necesidad de "reformar y mejorar" la regulación de la red de distribución para hacerla incentivadora de la inversión, permitiendo aprovechar la oportunidad de reindustrialización y crecimiento que representa la energía renovable y competitiva.
Para ello, pidió aplicar los parámetros usados en esos otros países europeos, que supondría situar la tasa en España en una horquilla de entre el 7,3% y el 8,7%.
En este sentido, la energética consideró que ahora la red no está dimensionada para afrontar las necesidades de la demanda y por ello, entre 2020 y 2023, se han rechazado hasta 30 gigavatios (GW) de nueva potencia por falta de capacidad de red en toda España.
Además, Bogas pidió también una regulación que respalde la inversión en nuevos grupos de generación en Canarias ante la obsolescencia de la flota actual.
Respecto al incremento del 30% de la tasa Enresa hasta 10,36 euros/MWh en vigor desde el pasado 1 de julio, la energética reafirmó en su análisis de que este alza no está alineada con el protocolo nuclear de 2019 y pone en riesgo la viabilidad económica de las centrales atómicas.