CASTELLÓ. Con la incorporación de cinco caras nuevas ya confirmadas para la próxima temporada, el nuevo Castellón 2019-20 va tomando forma en su intento de mejorar las prestaciones del curso pasado y evitar sufrimientos excesivos.
La planificación que lidera Ángel Dealbert proyecta un equilibrio entre la continuidad de una base importante de la pasada campaña y los refuerzos en posiciones que fueron deficitarias, de acuerdo al criterio de su técnico, Óscar Cano.
Esa mezcla parece del agrado de uno de los integrantes de la plantilla, Eneko Satrústegui, que considera que se está trabajando con inteligencia para dotar al equipo de solidez en todas sus líneas. “El proyecto que se está haciendo es ambicioso. Se está armando un buen bloque manteniendo la base del año pasado, junto a refuerzos muy interesantes”, opina el defensa.
El navarro considera acertado que no se haya desmantelado la plantilla, pese a su pobre rendimiento el curso pasado. “Creo que ha sido una buena decisión mantener el bloque. Pese a que ha sido un año duro, los mimbres de la plantilla son buenos y, con lo que se está fichando, seguro que va a ser un año apasionante”, concluye Satrústegui.