la discreción en la comisión política se agrieta con versiones distintas sobre el desacuerdo

Enfado contenido en el Botànic por la (una vez más) agónica negociación presupuestaria

28/10/2021 - 

VALÈNCIA. Las fuerzas que componen el Botànic -PSPV, Compromís y Unides Podem- deberán, un año más, pasar unas cuantas horas de sueño, cual malos estudiantes, para poder cerrar los presupuestos y presentarlos en tiempo y forma. Bien es cierto que desde 2015, el gobierno de coalición siempre ha logrado alcanzar un acuerdo y cumplir los plazos establecidos por ley para depositar las cuentas en Les Corts antes del 1 de noviembre. Eso sí, no se recuerda ejercicio en el que no haya habido tensiones de última hora y momentos críticos de la negociación que, en más de una ocasión, han dejado heridas de difícil cicatrización.

Este año no apunta a ser una excepción. La nueva comisión política -con representantes de cara partido- creada en esta ocasión a petición de Compromís y Unides Podem para propiciar una negociación más global de las cuentas y restar control a Hacienda, liderada por los socialistas, parece que vaya a significar un avance de cara a los plazos. Ahora bien, el cometido de este organismo sí puede cumplirse para sus solicitantes al conocer y participar de los números que se manejan en el resto de las carteras. Es decir, una negociación multilateral y no sólo entre Hacienda y cada uno de los departamentos.

No obstante, a última hora de este miércoles, todavía no existía acuerdo político en esta comisión. Los más optimistas, confiaban en que en la noche de ayer y esta misma mañana podría haber pacto, por lo que habría esperanza de que las cuentas pudieran presentarse el viernes. En la otra orilla, mucho más escepticismo se respiraba en la Conselleria de Hacienda, desde donde aseguraban a este diario que resultaría prácticamente imposible introducir los datos definitivos y cuadrar al céntimo los presupuestos -una tarea laboriosa- en apenas 24 horas.

En cuanto a los motivos del retraso, las versiones eran radicalmente distintas. Fuentes socialistas aseguraron a este diario que desde principios de semana existe un desfase entre gastos e ingresos de varios cientos de millones de euros y que la comisión se encontraba a la espera de las propuestas de recorte de las consellerias para seguir avanzando. 

En la otra orilla, fuentes próximas a la comisión ponían el acento en el retraso en la llegada de un documento desde la Dirección General de Presupuestos con la actualización de los datos acordados el jueves anterior sobre los ingresos procedentes de fondos finalistas externos para las consellerias. Una circunstancia que había impedido continuar con la negociación y avanzar en el cierre de las inversiones ajustadas a los ingresos.


En cuanto al contenido, se espera un crecimiento del presupuesto en líneas generales aunque quizá no tan expansivo como en otras ocasiones. Los recursos siguen limitados a la espera de una reforma del sistema de financiación autonómica -aunque todo apunta a que volverán a 'pintarse' los 1.300 millones de euros reivindicativos- y en el cálculo de ingresos hay que tener en cuenta la desaparición de determinados fondos extraordinarios, como los 1.400 millones repartidos por el Gobierno a la Comunitat para paliar el impacto de la covid-19. El Consell, por tanto, fía la inversión al dinero procedente del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), el principal instrumento del programa Next Generation EU junto al fondo React-UE.

En esta ocasión, distintas fuentes del Ejecutivo consultadas por este diario apuntan a que probablemente los departamentos que más crezcan en esta ocasión serán los de talante más inversor, como por ejemplo Obras Públicas (parte de los 300 millones de euros que inyectará el Gobierno se incluirán); Vivienda y Economía (en ambos casos porque serán departamentos que se verán beneficiados por los planes de fondos europeos). En cuanto a las carteras más sociales, todo apunta a que tendrán ascensos más leves o se mantendrán.

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