El artista valenciano expone hasta final de año en la galería Espai Nivi, en la localidad de culla

'Entre ruinas y atalayas': Vicente Barón reflexiona sobre la soledad de las ciudades desde sus refugios

14/12/2024 - 

CASTELLÓ. El arte contemporáneo, en una de sus infinitas vertientes, se construye como un apoyo para la reflexión acerca de la sociedad y las diferentes columnas vertebrales que la conforman. A través de la creación, pueden cuestionarse y responderse conceptos amplios y al mismo tiempo vitales como la relación del ser humano con su entorno. De esta manera, la expresión artística moderna elabora un lugar de introspección, intermedio entre lo personal y lo colectivo, que aborda la organización social en las ciudades. Bajo esta premisa, la escultura de Vicente Barón (València, 1968) invita a explorar un imaginario de espacios "profundamente marcados por el desarraigo" que el autor ha habitado a lo largo de su vida. Así, la obra del valenciano ofrece una perspectiva personal y comunitaria sobre elementos del paisaje característicos del Mediterráneo y sus culturas como las terrazas, las barandillas de los balcones o las ruinas.

A tal efecto, Barón expone desde el pasado 23 de noviembre y hasta final de año la muestra 'Entre ruinas y atalayas' en la galería Espai Nivi Collblanc, situada en el término municipal de Culla. La exposición, comisariada por el equipo [Artarc] - formado por Ana Dolores Prades y Rafael Belda - refleja la visión del artista y examina la situación social ahora, antes y después. En este sentido, a través de los materiales y las texturas de sus piezas, Barón atribuye a las ruinas y las atalayas significados de "tiempos pasados y futuros", respectivamente. De este modo, estos lugares "seguros y desapercibidos" despliegan un puente entre las esferas pública - calles o plazas - y privada - casas particulares. Una parte de las obras mostradas advierten unas superficies patinadas, con lo que pretenden mostrar el paso del tiempo. Sin embargo, la sedosidad de otras tiene la capacidad de desencadenar "un sentimiento de pertenencia y una mirada hacia el futuro".

La soledad de las ciudades contemporáneas

"La exposición es una reflexión sobre las ciudades contemporáneas", afirma Vicente Barón, que explica su obra bajo el prisma de su trayectoria. "Tiene una doble lectura. Por un lado, las ciudades contemporáneas; por otro, la sensación desde un punto de vista más personal". De esta manera, Barón señala que la sensación de desarraigo, uno de los ejes de la muestra, se produce en las ciudades a partir de los procesos de gentrificación, es decir, "expulsar a la gente de los centros hacia la periferia" de las urbes. Además, la muestra estudia el "urbanismo descontrolado que se ha producido en las ciudades durante las últimas décadas; con la consiguiente pérdida de la escala humana y el sometimiento a la tiranía del automóvil". En suma, las metrópolis se convierten en "poco habitables y producen la sensación de desarraigo y soledad, pese a estar rodeados de personas".

El artista valenciano plantea el sentimiento a través de dos metáforas objetuales: las ruinas y las atalayas. Las primeras se refieren a "los lugares que dejamos atrás, la nostalgia o la pérdida"; mientras que, las segundas, plantean una lectura de "posibilidades, ya sean de exploración o de nuevos caminos". Así, las obras de Barón intentan "perseverar en la intimidad" a través de los espacios intermedios - balcones o barandillas - arraigados a la cultura mediterránea y que "posibilitan observar lo que hay fuera desde la seguridad del hogar". En definitiva, son lugares de "refugio" para el desarraigo. La influencia del Mediterráneo resulta "total" en la obra del creador, pues es natural de València. "Siempre se ha vivido en ese sitio intermedio, como la plaza o la calle; son espacios de socialización que permiten un participación colectiva desde un punto de vista íntimo".

Acercar la cultura al interior

En cuanto al lugar físico de la exposición, se encuentra divida en dos plantas diferenciadas. Por una parte, las esculturas de la planta baja simbolizan las ruinas. "Mediante la patina que le doy al hierro, intento conseguir óxidos discontinuos para obtener una sensación de desgaste", detalla Vicente Barón. Por otro lado, las piezas de la planta superior se caracterizan por unos "tonos más naturales y colores negros". A tal efecto, las obras situadas en este nivel - atalayas - ofrecen la posibilidad de "abrir nuevas vías de comunicación". En el plano contextual, la muestra habita en la galería Espai Nivi Collblanc, ubicada en el pequeño municipio de Culla, en el interior castellonense, desde hace ahora 16 años. "Es una zona privilegiada", subraya el artista valenciano. "Se encuentra en un entorno maravilloso; asimismo, el trabajo de Mariano Poyatos y Alejandro Mañas en la dirección pone en valor el espacio y el territorio, para arraigar a la población y acercar la cultura al interior".

"Cuando planteas una exposición de estas características es fundamental la participación activa del espectador", comenta Barón sobre el significado de su obra y el mensaje que espera transmitir a través de la muestra. "Las piezas no existen por sí solas, sino que lo hacen en relación a todas ellas y al vínculo que establecen con el espectador y con el lugar". De esta manera, forman una "totalidad" y unos espacios que el escultor invita a "recorrer". "Que aprecien esa conexión y se sitúen, pues se plantean cambios de escala que posibilitan al espectador asomarse a los balcones y ser parte de ellos". Respecto a su experiencia artística, el creador la califica de "personal y propia"; desde la "abigarrada y solitaria parte inferior hasta la liviandad y el positivismo de la superior". Así, Vicente Barón reflexiona sobre el desarraigo y la soledad de las ciudades desde sus refugios, definidos en ruinas y balcones, en la galería Espai Nivi Collblanc hasta final de este año.

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