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tribuna libre / OPINIÓN

Entre la vanguardia económica y el lastre de la infrafinanciación

Foto: KIKE TABERNER
16/10/2024 - 

Nadie duda ya de que la Comunitat Valenciana ha tomado la delantera en su desarrollo económico con una estrategia clara que combina infraestructuras logísticas avanzadas, reindustrialización, innovación y sostenibilidad. Valencia está sentando las bases para convertirse en un hub logístico y empresarial de referencia en Europa. Sin embargo, a pesar de estos avances, la sombra del desequilibrio financiero que impone el Gobierno central sigue frenando todo este potencial.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha seguido priorizando pactos con Cataluña, relegando a la Comunitat Valenciana a una posición desfavorable en materia de financiación autonómica, algo que afecta directamente a su capacidad de crecimiento y competitividad. Este problema no es nuevo; la falta de reforma del sistema de financiación autonómica, caducado desde 2009, ha dejado a nuestra Comunidad en una situación de infrafinanciación crónica. Un agravio que ha perjudicado gravemente a nuestras arcas públicas y que impide contar con los recursos necesarios para implementar políticas industriales y de innovación, que son más urgentes que nunca.

Pero este panorama no sólo es el resultado de políticas recientes. La inacción prolongada en el ámbito autonómico durante los anteriores gobiernos del Botànic —coalición entre el PSPV-PSOE, Compromís y Podemos— y local, en el Ayuntamiento de Valencia, bajo el mandato de Compromís-PSPV ha dejado su huella. Si bien se impulsaron importantes iniciativas en sostenibilidad, como la expansión del transporte público y la promoción del uso de la bicicleta, las políticas económicas y de gestión de infraestructuras quedaron relegadas. Esa falta de inversión en sectores estratégicos esenciales para asegurar la competitividad de la ciudad y la región ha tenido, sin lugar a duda, un impacto negativo que ahora toca recuperar.

La Comunitat Valenciana nunca ha detenido su avance, pero desde la llegada del Partido Popular en 2023 tanto a la Generalitat como al Ayuntamiento de Valencia, la estrategia económica ha experimentado un giro más claro y decisivo. El Corredor Mediterráneo Marítimo-Ferroviario sigue en pleno desarrollo, y con la presentación de la Estrategia de Reindustrialización 2024-2028, la región busca modernizar su tejido industrial y atraer inversiones en sectores clave como las tecnologías verdes y digitales.

La política fiscal ha jugado un papel crucial en este proceso, al promover un entorno más atractivo para la creación de empresas y el crecimiento del empleo. De hecho, ya se están atrayendo proyectos estratégicos en sectores de alta tecnología como los microchips, semiconductores y la industria aeroespacial. Proyectos con capacidad de consolidar a la Comunitat Valenciana como un líder en innovación tecnológica y mejorar su autonomía industrial en el panorama global.

Sin embargo, es innegable que estos esfuerzos podrían ser mucho más efectivos si la Comunitat recibiera una financiación autonómica justa. El actual desequilibrio financiero sigue penalizando a la región, que se ve obligada a operar como la "pariente pobre" del sistema español, limitando el impacto total de estas iniciativas.

El pacto singular de Sánchez con Cataluña refleja una clara concesión política que agrava el desequilibrio entre comunidades autónomas, mientras que la Comunitat Valenciana sigue esperando una reforma que nunca llega. Además, la falta de una financiación adecuada para las haciendas locales y los ayuntamientos —como destacó la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, la pasada semana en un foro en Madrid— limita aún más la capacidad de los municipios para responder a las demandas de sus ciudadanos.

Los valencianos, alicantinos y castellonenses necesitamos una respuesta firme del Gobierno central. El nuevo equipo liderado por el PP en la Generalitat y el Ayuntamiento tiene un reto monumental por delante: continuar impulsando la modernización y la reindustrialización, pese a estar sometidos a un esquema financiero injusto que favorece a los socios catalanes de Sánchez. Es urgente que se rectifique este desequilibrio para asegurar que nuestra Comunidad pueda competir en igualdad de condiciones y aprovechar plenamente su posición estratégica en el Mediterráneo.

En definitiva, la estrategia valenciana es clara y ambiciosa, pero está lastrada por decisiones políticas que benefician a unas pocas regiones en detrimento de otras. Reindustrialización, sostenibilidad y logística son los pilares de nuestro futuro, pero sin un sistema de financiación equitativo, estos esfuerzos quedarán incompletos. Ha llegado el momento de que Valencia reciba lo que le corresponde para consolidar su posición como referente económico europeo.

María Muñoz es directora senior de Asuntos Públicos en Kreab

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