Hay personas físicas y personas jurídicas. Y todas tienen eso, personalidad. Entre las primeras las hay que rompen con lo común y, o bien las llamamos raras o excéntricas, o las catalogamos con adjetivos más positivos y entonces las llamamos auténticas y genuinas pero al final lo que las define de forma neutra es que son diferentes al promedio. Entre las personas jurídicas, también hay una pequeñita porción de empresas excéntricas, casi marcianas, que se salen fuera de lo normal. A ellas, las start-ups, quiero hoy, en el Día Internacional de la Microempresa y la PYME, hacerles una mención especial.
Las start-ups forman parte de ese gran 99,8% de empresas de nuestro país (PYMES) pero en su pequeñez aspiran -y cuando lo consiguen lo hacen a lo grande- a formar parte de ese todavía más extraño y escaso 0,02% de grandes empresas. Pero, ¿qué es una start-up? Solo hay dos requisitos que cumplir para ser catalogada como tal: ser una empresa emergente y tener gran potencial de crecimiento. Esto último es fundamental, que sean escalables, que con un leve aumento en los gastos se logre un gran crecimiento en la cifra de negocio. Crecimiento y velocidad son las características que definen a una start-up.
"lo mejor de las start-ups son esas cualidades que no tienen obligación de cumplir, pero que cumplen".
Ahora bien, lo mejor de las start-ups son esas cualidades que no tienen obligación de cumplir, pero que cumplen, características que románticamente les hemos ido otorgando y que ellas tan bien han representado, haciendo de abanderadas de ciertos valores y tendencias empresariales y he aquí esas cualidades cada vez menos marcianas (por suerte):
-Capacidad de adaptación. Lo que en el sector llamamos pivotaje. ¿Que el producto que ideamos no tiene la aceptación esperada? Lo cambiamos a gusto del consumidor. ¿Pandemia mundial? Cambio mi modelo de negocio. Lo que sea, pero las start-ups, sabedoras de que no pueden controlar lo que pasa ahí fuera, se enfocan en lo que ellas sí pueden hacer internamente, y se adaptan.
-Aspiran al estrellato o a la muerte. Relacionado con lo anterior, su entorno habitual es la incertidumbre, buscan la sostenibilidad de forma rápida y, por ello, asumen mayores riesgos. Esa actitud les lleva a las estrellas o a dos metros bajo tierra pero siempre deja un aprendizaje a los emprendedores que les hace profesionales únicos en su especie.
-Quieren ser auténticas, no perfectas. Adquieren y desarrollan el aprendizaje a través del error y del feedback de sus clientes. Lanzan lo que llamamos MVP (Producto Mínimo Viable) y lo mejoran conforme a su experiencia en el mercado, y no a su creencia de “lo que es mejor”.
-Liderazgo. Internamente, su camino es generar energía entre el equipo mediante -entre otras cosas- una excelente comunicación (empatía, transparencia, confianza, delegación …). Sus empleados normalmente no acceden a trabajar en este tipo de empresas por el salario, que en sus inicios puede ser muy modesto, sino por la convicción de que lo que hacen tiene mucho sentido. Tienen estructuras muy horizontales, poco jerarquizadas, donde todos participan en la búsqueda de un fin común: aportar valor al cliente.
-Visión. Este es mi punto preferido. Cuando un emprendedor crea una start-up lo hace convencido de que lo que tiene que ofrecer va a mejorar el mundo, y ese mundo puede ser el propio mundo, una parte de la población, un país o el barrio donde se implemente, pero la cuestión es que a un grupo de habitantes del planeta le van a mejorar la vida. La motivación económica existe, pero el sentido del propósito es más fuerte, tienen un sueño y un sueño puesto en acción, se llama visión.
A todas estas se suman muchas más, algunas cualidades han traspasado la frontera de las start-ups y han llegado a la gran empresa con motivo de la pandemia: flexibilidad horaria, teletrabajo… ¿Qué tal si no esperamos otra catástrofe mundial para adoptar alguna de sus prácticas “marcianas”?
Marta Palomar Burdeus, la autora del artículo, es miembro de la Asociación Networking Directivas Castellón, directora de operaciones de Blast Off Partners, consultora y coach en estrategia de negocios y productividad.