balonmano | españa - dinamarca (sábado 18:00h)

España, ante el reto más difícil

27/01/2022 - 

MADRID (EFE). La selección española de balonmano afrontará este viernes (18.00 CET) ante Dinamarca el reto más difícil en un duelo de semifinales en el que los "Hispanos" deberán luchar por un lado con la historia, que asegura que nadie ha sido capaz de disputar cuatro finales consecutivas, y, por otro, con un rival que se ha convertido en su auténtica "bestia negra" en los últimos campeonatos.

Hasta en dos ocasiones en el último año el conjunto danés ha apartado a los "Hispanos" de pelear por el oro, la primera en el pasado Mundial de Egipto, en el que Dinamarca se impuso por 33-35 a España en las semifinales, y la segunda en los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que los nórdicos volvieron a dejar fuera de la final (23-27) a los de Jordi Ribera.

Pero si algo ha demostrado la selección española en este Europeo es su capacidad de sufrimiento, su resistencia para sobreponerse a todas las adversidades, aun sin desplegar su mejor juego.

Las sufridas victorias logradas en la segunda fase ante Rusia y Polonia demuestran que los "Hispanos", pese al relevo generacional en el que se encuentran inmersos, no ha perdido la competitividad que le llevó a coronarse campeón en las dos últimas ediciones del torneo.

Sin embargo, para poder derrotar a Dinamarca, la vigente campeona del mundo, al equipo español no le bastará con su carácter irreductible y deberá rozar la perfección en todas las facetas del juego.

Empezando por la portería donde Gonzalo Pérez de Vargas y Rodrigo Corrales deberán mostrar su mejor versión para frenar a un rival que llega a las semifinales con un espectacular 70 por ciento de eficacia en los lanzamientos.

Un trabajo bajo palos que deberá estar acompañado por una sensacional defensa en la que volverán a jugar un papel fundamental la pareja que conforman en el eje central Gedeón Guardiola e Iñaki Peciña.

El rendimiento de Peciña, una de las cinco caras nuevas que presenta España en este Europeo, ha sido una de la mejores noticias de la selección, haciendo olvidar por momentos a Viran Morros, un jugador indispensable para explicar los recientes éxitos del conjunto español.

Pero los "Hispanos" no sólo deberán mostrar una frenética actividad de piernas y brazos para contener en defensa a jugadores de la talla del lateral Mathias Gidsel, que sólo ha errado un único lanzamiento, sino que deberán correr como nunca en el repliegue para evitar el veloz juego de transición del equipo danés.

Una faceta en la que los de Jordi Ribera han tenido más problemas, lo que les ha impedido en más de una ocasión realizar los cambios ataque-defensa.

Aunque quizá las mayores dificultades del conjunto español han estado en el ataque estático, donde reducida su capacidad de lanzamiento exterior por las ausencias de Joan Cañellas, que se perdió tres encuentros a causa del coronavirus, y Antonio García, que seguirá siendo duda ante Dinamarca por su problemas musculares en la pierna izquierda, han sufrido para generar espacios.

España necesitará de los lanzamientos de media distancia de Cañellas o Jorge Maqueda si quiere obligar a salir a los defensores daneses e impedir que tal y como ocurrió con Rusia, Noruega o Polonia se parapeten sobre la línea de seis metros, el peor escenario posible para el equipo español.

Los centrales españoles, que deberán cuidar como pocas veces la posesión del balón, requieren de espacios para poder conectar con los extremos y pivotes, el mejor argumento ofensivo de la selección.

Jugadores de segunda línea que deberán afinar la puntería, uno de los debes del equipo español en el torneo, para poder superar a la magnífica dupla de porteros que forman Niklas Landin y Kevin Moller.

Pero para acceder a la final los "Hispanos" no sólo deberán ganar los duelos sobre la pista, sino que Jordi Ribera deberá superar a su homólogo danés, Nikolaj Jakobsen, en la batalla táctica.

Algo que no pudo lograr en las semifinales de Mundial de Egipto, en las que España no encontró respuesta al ataque con siete jugadores planteado por el técnico danés.

Más pareja estuvo el duelo de pizarras en Tokio, donde Dinamarca se alzó con la victoria gracias al talento de jugadores como Mikkel Hansen.

El jugador del París Saint-Germain ha alcanzado a sus 34 años el cénit de su carrera añadiendo a su faceta como goleador una maestría en la dirección del juego, que le convierte en el eje sobre el que gira todo el juego del conjunto nórdico.

Una Dinamarca a la que por buscarle algún pero aún no ha demostrado su capacidad para superar los momentos difíciles, ya que hasta ahora, pese a la derrota encajada ante Francia en un choque que afrontó plagado de suplentes, nadie ha sido capaz de poner en aprietos al conjunto danés en todo el torneo.

Fortaleza mental que tratará de poner a prueba un equipo español, que no ha dudado en conceder el papel de favorito a los nórdicos, para tratar de sorprender al equipo danés y hacer bueno el dicho que dice que las tercera va la vencida.

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