VALÈNCIA. A las puertas de la gloria por segunda vez en la Liga de Naciones en apenas veinte meses, España busca los honores del quinto título de su historia coincidiendo con un nuevo punto de partida, con Luis de la Fuente culminando la labor iniciada por Luis Enrique, en un duelo repleto de exigencia ante la Croacia de Luka Modric, referencia eterna de lucha y resiliencia.
Once años después de su último éxito, la Eurocopa 2012 que cerraba el ciclo de mayor gloria de la historia del fútbol español, la Liga de Naciones presenta una oportunidad soñada de título para un largo relevo generacional, con aún Jesús Navas y Jordi Alba como últimos exponentes. El impulso definitivo a De la Fuente como seleccionador. Tras un inicio con dudas enterradas con un triunfo de prestigio frente a Italia.
España en la única selección que ha alcanzado dos finales de la Liga de Naciones en tres ediciones. Perdió la primera, en la segunda edición del torneo, ante Francia. Remontada con un gol doloroso de Kylian Mbappé sacando provecho de una norma que cambió desde aquella desgraciada jugada para Eric García en la final de Milán. Lo acarició Luis Enrique, cuyo legado es un grupo de futbolistas jóvenes que tienen a tiro la gloria. Como Gavi, al que dio paso en aquella fase final con apenas 17 años y desde entonces no se ha perdido un solo partido de la selección.
Entendió la Federación española que esa herencia debía gestionarla un técnico experto en la cantera. Y Luis de la Fuente tiene a tiro tomar el relevo de José Villalonga, Luis Aragonés y Vicente del Bosque. Los únicos seleccionadores que dejaron sus nombres para la posteridad con la conquista de títulos con la selección. Un premio para un técnico que cosechó éxitos fuera del foco de la élite.
Ya trabaja sin la losa que significaba mantener el listón a la altura dejada por la 'generación de oro', con jugadores asociados al éxito en categorías inferiores y el aporte de la experiencia necesaria al que recurrió De la Fuente con el regreso de Jesús Navas y Jordi Alba, el liderazgo de Rodri o el largo camino como internacional de Álvaro Morata.
Aprendida la lección de Escocia, no se espera una nueva revolución del seleccionador español entre partidos. Mantendrá el relevo en la portería con la vuelta de Unai Simón, la apuesta por un centro de la zaga con tono francés, con Aymeric Laporte y Le Normand. O la inamovible pareja Rodri-Mikel Merino, los únicos titulares en los tres partidos al mando del técnico riojano.
Debe decidir si da paso a Dani Carvajal en el lateral derecho y retoques ofensivos buscando una mayor finura. La aportó ante Italia la entrada de Marco Asensio y la puede ampliar con Dani Olmo si se recupera del leve problema muscular que le lastró en semifinales. Siempre con un 9 como ruptura con el pasado reciente, cuando Morata, que se mantiene titular, no tuvo relevo alguno en el banquillo en el Mundial del pasado noviembre. Ahora aparece Joselu Mato como revulsivo, autor de tres goles en cinco remates como internacional.
La Liga de Naciones aun se considera un torneo de menor enjundia que un Mundial o Eurocopa pero su camino exalta el mérito de la conquista. Entierra amistosos sin historia y regala duelos entre las mejores selecciones del 'viejo continente'. Un título al fin y al cabo, al que dará máximo importancia Croacia como la cumbre de una escalada repleta de mérito. Con Luka Modric al mando de la mejor generación croata de la historia.
No piensa en el final Modric, pese a que puede ser su última oportunidad si no extiende su carrera como internacional hasta la Eurocopa 2024. Capaz de dirigir al éxito a sus 37 años a Croacia con una semifinal para enmarcar. Tumbando al anfitrión Países Bajos en un nuevo ejercicio de resistencia de un equipo al que nunca se le puede dar por muerto. De sus diez últimos duelos de eliminación directa, siete acabaron en la prórroga y cinco en tandas de penaltis. Auténticos especialistas.
Lo iniciado por Davor Suker y una generación repleta de talento, tercera clasificada en su primer Mundial, en 1998, lo mejoró con la actual hornada liderada por Modric. Subcampeones en Rusia 2018, terceros en Catar 2022. El ansiado título que rondó una selección con apenas 29 años de existencia desde el desmembramiento de la antigua Yugoslavia.
Con Zlatko Dalic al mando como seleccionador y un 4-3-3 como dibujo táctico de un equipo anárquico en el centro del campo por el movimiento de Marcelo Brozoviç, Modric y mateo Kovacic. Con la lucha de Ivan Perisic en la banda izquierda y el trabajo colectivo como clave del éxito. Sufre una baja importante en defensa, la de Josko Guardiol por lesión. La cubrió en semifinales con un 'veterano de guerra' como Domagoj Vida junto a una aparición que se asienta, al del joven Josip Sutalo, para olvidar pronto la retirada de su selección de Dejan Lovren.
Son letales al contragolpe con Kramaric listo para el gol y Petkovic esperando para actuar de revulsivo, autor del gran gol que decidió la prórroga ante Países Bajos para un equipo que mantiene el sello del último Mundial. Un pulso ante España repetido en las tres últimas Eurocopas con emociones fuertes que, por primera vez, depara un título muy valorado en los dos países que aspiran a retomar el trono del torneo de Portugal y Francia.
Croacia: Livakovic; Juranovic, Sutalo, Vida, Perisic; Brozovic, Modric, Kovacic; Pasalic, Ivanusec y Kramaric (Erlic, m.90).
España: Unai Simón; Carvajal, Le Normand, Laporte, Jordi Alba; Rodri, Mikel Merino, Gavi; Marco Asensio, Dani Olmo y Morata.
Árbitro: Felix Zwayer (Alemania).
Estadio: Stadion Feijenoord 'De Kuip'.