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TÚ DALE A UN MONO UN TECLADO / OPINIÓN

España se salvará gracias a Vox y los independentistas

Foto: A. PÉREZ MECA/EP
27/07/2023 - 

Tras las elecciones, la incertidumbre es máxima. Parece que a medio plazo este país no tiene solución pues está dividido (casi al 50%) en dos ideas opuestas de España: la España cuyo centro es Madrid y la España plurinacional con muchos centros diferentes. Vox y los partidos nacionalistas catalanes y vascos son los partidos que defienden con más pureza estas dos Españas enfrentadas.

Para Vox, la esencia de España excluye a los nacionalistas: sus lenguas y todo aquello de su cultura que choque demasiado con la “española”, de alguna forma encarnada por ciertos tópicos asentados con fuerza durante los largos años de franquismo. Para partidos como ERC, PNV, Junts, Bildu… esta es una nación de naciones con diferentes culturas que solo podrán convivir desde la cierta igualdad que nos daría un modelo federal como, por ejemplo, el de Suiza. Y si un modelo federal no es posible, para gran parte de ellos solo hay un camino: independizarse del resto de los españoles y seguir por libre.

Yo creo que a nadie se le ha ocurrido que la solución a nuestros conflicto aparece al cruzar estas dos ideas: Vox y los nacionalistas trabajando en coalición. Parecen contradictorias a simple vista pero la realidad es que son complementarias y ahora voy a explicar por qué:

Vox solo debe apoyar a los independentistas para alcanzar su sueño de una España de un solo color, lengua y tradiciones. Además, sin Cataluña y Euskadi poniendo la zancadilla, la derecha centralista ganaría las elecciones y podrían implementar esos cambios culturales y educativos que tanto parecen preocuparles: en las escuelas se enseñaría en un solo idioma español: el castellano. Fin del conflicto lingüístico. Los catalanes y los vascos no pedirían más concesiones ni pondrían banderas raras en sus balcones: fin del conflicto político y todos los balcones llenos de rojigualdas (y por ley una maceta para acabar así de un plumazo con la contaminación). El cine catalán, que todos sabemos que es el más pedante y chupiprogre de los que pueblan los Goya, ya no tendría que ser subvencionado por dinero público español que podría usarse para mejorar la Semana Santa. Y ETA se convertiría dela noche a la mañana en un grupo de extranjeros. ¡Un ejemplo más de esos extranjeros malvados que quieren corromper la esencia de nuestra gran nación fundada por Don Pelayo!

Foto: Unanue/EP

Bajo el gobierno ultraconservador de la Nueva España (permítanme llamarla así una vez eliminadas las regiones tocapelotas), las vacunas serían prohibidas. También hablar de Darwin o de género. De hecho, el ministerio de Ciencia sería sustituido por el ministerio de la Libertad-para-creer-lo-que-me-dé-la-gana. Por otro lado, el Ministerio de Asuntos Sociales sería sustituido por el ministerio de la Obligación-de-tener-familias-normales bajo penas de prisión si no es así. De esta forma se acabaría con todas esas ideologías feminazis, queer, con el matrimonio gay y con esas perroflautas madres solteras o que no quieren tener hijos, como si Dios les hubiese dado vagina para divertirse en lugar de para poblar la Tierra. Un ministerio de Dios sería también necesario, sí. Las bicicletas serían prohibidas y también las placas solares y esas cosas de progres. En su lugar, cada comarca construirá su central nuclear para no depender energéticamente de nadie. Los toros cobrarían el protagonismo que merecen como símbolo nacional. Incluso podríamos dejarlos libres por las calles (como en la India ocurre con las vacas) y nuestro país sería un Sanfermín continuo. Quitaríamos todos los contenedores de reciclaje y así tendrían más sitio para correr. Toros y coches en comunión por las calles bajo banderas de España. ¿No es precioso? Los cazadores podrían practicar tiro al toro desde las azoteas. En realidad todo el mundo, pues cada persona podrá tener en su casa un arma para defenderse o montar una matanza en su instituto. Se sentarían en el balcón a observar las calles y bromearían: uy, mira, que le doy a ese inmigrante, jaja, uy mira que le meto un disparo a ese gay en el culo jaja. Obviamente la mayoría no dispararían, claro, pero tenerlos en el punto de mira seguro que relaja mucho. ¿No sería maravilloso?

Obviamente todo esto es una broma llevada al esperpento, pero ahora en serio: la derecha española tiene un problema muy gordo porque no quiere aceptar la realidad. Y la realidad es que España son varias Españas, no solo la Meseta. Que no vivimos en una dictadura donde puedan someter a las regiones que tienen otras lenguas y cultura. Que la Guerra Fría acabó y conceptos como Comunismo ya no tienen sentido. Por mucho que griten comunista a Yolanda Díaz es difícil ver en su persona al nuevo Stalin. Un Stalin que además es capaz de negociar con la patronal con éxito. Y por mucho que nos hundimos como Venezuela, la economía (si es que los datos sirven para algo) va bien y hemos sido felicitados por Europa, nada sospechosos de comunismo.

Señoras y señores de la derecha: vivimos en el siglo XXI y este es el país que es. Les guste o no. Y prohibir o menospreciar solo creará reacción. Los independentistas suelen estar tranquilitos con la izquierda y despiertan cuando la derecha aplica sus políticas “castellanizantes”. Vive y deja vivir. La política, en una democracia, se basa en la negociación. Solo en una dictadura la política se basa en el sometimiento de unos a otros.

Aprendan esta lección porque es básica. Y porque a lo mejor en las próximas elecciones tienen al fin algún interlocutor que quiera sentarse con ustedes. O den un golpe de Estado, claro, siempre queda esa opción.

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