CASTELLÓ. El Museu de la Ciutat de Castelló coge forma e impulso. Más de dos años desde su creación, la Consellería de Cultura ha reconocido su estructura y colección para distinguirlo como museo oficial de la Comunitat Valenciana. ¿Y qué supone esta distinción? Entrar en la red valenciana permite a los diferentes entes acceder a una serie de ayudas económicas con las que potenciar sus actividades e instalaciones. Una 'inyección' de difusión y presupuesto que puede ayudar al MUCC en su ambición por convertirse en el espacio patrimonial de referencia, tanto de la ciudad como de la provincia. "Hay muchos deseos, sueños y proyectos para poner en marcha. Sin embargo, es difícil hacer todo lo que queremos con el actual estado del museo", confesaba la directora del ente, Ana Meseguer, meses atrás a Castellón Plaza.
El MUCC se planteó desde sus inicios como una macro red que coordinaría múltiples sedes culturales repartidas por diferentes puntos de la ciudad. Así, aunque la 'joya de la corona' es el refugio antiaéreo de la plaza Tetuán, el ente también se ocupa del Museu de Etnología, el Fadrí o el centro de interpretación del Castell Vell, que actualmente está en medio de una campaña de obras de mejora y rehabilitación. "Es difícil encargarse de espacios tan emblemáticos mientras se impulsa un centro en Vinamargo o se crean itinerarios culturales por toda la ciudad", defendía Meseguer. Y es que el museo organiza además marchas históricas por el pasado republicano de Castelló o por las ermitas más emblemáticas de la capital. Para todo ello, el MUCC -que depende directamente de la concejalía de Cultura de Castelló, encabezada por Verònica Ruiz- dispone de 200.000 euros. Una partida que queda sencillamente "corta".
Además, entre sus principales retos, al MUCC le urge un espacio fijo desde donde actuar. Y es que en la actualidad, Meseguer coordina todo el trabajo desde un despacho ubicado en el edifico Menador. Si bien es cierto que Cultura anunció el pasado mes de abril que ubicaría la sede central en el Antiguo Asilo de la ciudad, todavía no se ha hecho un proyecto arquitectónico ni un estudio con las necesidades del espacio. "Queremos que la futura sede central tenga sus propias salas de exposición, sus talleres de restauración y sus almacenes. Todo bajo un discurso central y en armonía con sus subdsedes. Además, des del momento que seamos un museo reconocido podremos pedir que aquellas piezas arqueológicas que se han encontrado en el Castell Vell o Vinamargo, vengan hasta aquí, porque ya tendremos unas buenas condiciones", explicaba la directora a este diario en septiembre.
A todo ello, se le suma la necesidad de contar con más personal. La propia Ruiz es consciente de la falta de trabajadores que hay en los diferentes espacios culturales de la ciudad, como ocurre en el mismo Menador, donde no será hasta el año que viene que se cuente por primera vez con plantilla propia. En este sentido, a principios de temporada, la regidora demandaba una "estructura humana" que ayude a llevar a cabo proyectos tan ambiciosos como puede ser el MUCC. "En Cultura nos ha faltado un proyecto potente y brazos que ejecuten ese proyecto. Por eso me pongo como reto, junto al resto de gobierno, que todas las concejalías tengan una mejor estructura", aseguraba a Castellón Plaza. En consecuencia, Ruiz se reunió días atrás con el conseller Vicent Marzà para desgranar los futuros proyectos culturales de la ciudad.
Ahora bien, el tercer desafío que tiene por delante el MUCC, y uno de los más cruciales, es el de continuar dándose a conocer. Sus sedes parecen claras, proyectos como el Refugi han calado rápido entre la población y el Fadrí es uno de los grandes símbolos de la ciudad. Sin embargo, todavía hoy hay mucha gente que se pregunta qué es eso del MUCC y otros ni siquiera han oído hablar del museo cultural. Desde la organización son conocedores que existe una falta de difusión y aunque el proyecto cuenta con su propia web y redes sociales, "hacen falta más campañas publicitarias" que expliquen "mejor" qué es y qué quiere llegar a ser el ente. Ante esto, Consollería se compromete a incluir el museo en las campañas y acciones promocionales de la Generalitat para potenciar su visibilidad y dar a conocer la marca internacionalmente.
Por último, y por donde pasan todos los puntos, está el presupuesto. El MUCC sueña con crear un proyecto museográfico al rededor de la Torre de Sant Pere, abrir más refugios antiaéreos de la guerra civil o diseñar nuevas rutas por la ciudad que descubran, por ejemplo, sus vestigios modernistas. Sin olvidar su ansiada sede. Pero para alcanzar todas estas metas hace falta contar con suficientes recursos económicos. Es por ello que el MUCC ansia con encontrar a partir de ahora mucho más financiamiento.