CASTELLÓ. El Grupo Eurosemillas aprovecha su presencia en Fruit Attraction para celebrar bajo el eslogan Sembrando innovación su 50 aniversario. En el expositor de la multinacional española se hace un repaso de su historia, que muestra cómo una empresa local que comenzó en los 60 aprovechando una patente germana de unas judías sin aquellos molestos hilos llegó a ser líder europeo, décadas después, en la desmotación de algodón y hoy es una importante firma nacional en facturación por patentes de frutales.
Para reforzar esa situación, testar sus propias variedades, seguir innovando y mejorándolas y al mismo tiempo consolidar su posición comercial en aquellos mercados donde está implantada, Eurosemillas ha reforzado en los últimos años la explotación de grandes fincas. Así, en 2013 adquirió una explotación de 500 hectáreas en Sevilla para mandarinas, otra en Toledo de 200 Has. para pistacho y frutos secos y en 2016, en Lisboa, otra de 1.000 Has. para cítricos, aguacate y otros cultivos subtropicales. Junto a ello, la firma compró también en fechas recientes en Chile alrededor de 400 Has. Anteriormente, Eurosemillas ya consolidó su participación en diversos proyectos para la explotación conjunta de alrededor de 7.000 Has. en diversos emplazamientos africanos, donde cultivar y desmotar algodón, semillas y maíz. Eurosemillas gestiona pues, directa o indirectamente, unas 9.000 hectáreas en tres continentes, lo que la sitúa como una de las grandes compañías europeas con mayor capacidad para el ensayo de las nuevas variedades, especialmente de la Universidad de California, que posteriormente saca al mercado.
Eurosemillas nació en 1969 cuando el concepto de globalización era una tendencia solo incipiente pero desde sus inicios "la internacionalización y la innovación han sido sus dos principales guías", describe su director general de Innovación, José Pellicer. En los 70, comenzó a significarse en este terreno por traer a España desde EEUU las primeras variedades híbridas de girasol. En los 80, la compañía radicada en Córdoba introdujo las últimas tecnologías para el procesamiento y almacenamiento de hortícolas, oleaginosas, algodón, cereales y leguminosas, inaugurando la primera planta de deslintado químico de semilla de algodón del país y la primera extractora de aceite de girasol continua por disolvente.
En los 90, con una cuota de alrededor del 25%, se convertía en el primer operador del desmotado de algodón europeo e iniciaba un proceso de internacionalización, con sucesivas inversiones para posicionarse en Argentina (con dos factorías) y EEUU (con otra). Hoy, la multinacional cordobesa mantiene once centros fabriles dedicados al algodón y a la extracción de aceite en una superficie acumulada de más de 700.000 metros cuadrados, está presente en 35 países y da empleo directo a más 500 personas de 20 nacionalidades distintas.
Los acuerdos con la Universidad de California en 1989 impulsaron definitivamente la innovación y la internacionalización de la compañía. Gracias a ese primer contrato para la explotación en exclusiva mundial (salvo para EEUU) salieron variedades de fresa tan exitosas como la Camarosa o la San Andreas u hoy en algodón, la Azahar. Tras la implantación en China en el 2006, llegarían más innovaciones en mandarinas de primavera (como la Tang Gold –Tango- o Gold Nugget) y más recientemente de aguacate tardío (Lamb-Hass) o pistachos (Golden Hills o Lost Hills), que ahora marcan tendencia. "Aportamos valor a las variedades que comercializamos, perfeccionamos sus métodos de cultivo en nuestras fincas y compartimos ese know how con nuestros licenciatarios, mejoramos nuestra presencia comercial y la de nuestros clientes a través de marcas y promociones, con un eficaz soporte de identificación y certificación varietal para dar mayor seguridad a los consumidores", explica Pellicer.
La apuesta por la innovación y por la sostenibilidad medioambiental y económica de las variedades que licencia y que produce y testa en sus fincas, ha sido una constante de la compañía en las dos últimas décadas. Promovió junto con otros nueve grupos y entidades el mayor y más ambicioso proyecto de biotecnología en cítricos de España (Citruseq-Citrusgenn); sigue investigando en frutos rojos con el centro más especializado en estos cultivos, el James Hutton Ltd. (Escocia); con el IRTA (Tarragona) trabaja en la obtención de variedades de trigo y cebada; con Secugen y el CSIC de Sevilla lo hace para la obtención de marcadores moleculares para la correcta identificación varietal, además de mantener la consabida estrecha relación con la Universidad de California (con el Campus Davis en pistacho y otros frutos secos, y con el Campus Riverside, en cítricos, aguacate, espárrago, fresas…).