Expedición al museo: una guía para entender la crisis climática a través del arte antiguo

CASTELLÓ. El Museu de Belles Arts quiere ayudarnos a responder muchas preguntas sobre el presente. Materializar eso que tantas veces se dice de que un museo es un lugar vivo. Y no solamente porque en su interior se organicen, cada vez más, conciertos o recitales, sino también porque se comprometa con su tiempo y con el de generaciones futuras. De la mano de la historiadora Victoria Falcó, el Institut Valencià de Cultura ha diseñado una nueva guía de su colección en la que se pone la mirada sobre la sostenibilidad del planeta Tierra. Un recorrido por objetos y pinturas antiguas que, pese a pertenecer a otro tiempo, nos pueden ayudar a desarrollar una conciencia crítica sobre nuestra relación con la naturaleza y nuestro papel en la actual crisis climática. 

No serán más de 45 minutos los que el visitante necesite para este itinerario que promete ser, además de todo, ameno. "En el museo podemos encontrar información que nos ayude a entender mejor lo que está pasando en el mundo, cómo ahora la crisis climática, y no hace falta ser experto en arte para ello. Puedes seguir la visita de manera individual o en grupo. De momento nos estamos encontrando con que la guía está gustando. La respuesta está siendo muy alta, porque no solamente la puede disfrutar quien nunca ha venido al museo, sino también quien quiera fijarse en nuevos detalles", señala Falcó. 

Aproximadamente seis meses ha invertido la historiadora en el desarrollo de esta nueva guía, en la que no solamente se abordan las grandes joyas del Belles Arts, sino también piezas más desconocidas. "Sin desvirtuar los objetos, estos nos pueden ayudar a entender cuestiones contemporáneas que atraviesan la sociedad. También hemos creado otras visitas guiadas sobre salud y bienestar, igualdad de género e interculturalidad". 

Qué aprender del arte antiguo

La visita sobre la crisis climática empieza con un recipiente del siglo XX que en su momento sirvió como colmena. Con esto lo que el Museu nos quiere recordar es que la recolección de miel ha estado siempre muy vinculada al territorio valenciano, pero hoy en día, pese a que las abejas han sido declaradas como uno de los seres vivos más importantes del planeta, forman parte de la lista de animales en riesgo de extinción. Lo están por los pesticidas, la deforestación o la escasez de flores. "Sostener su vida, y la nuestra, está en nuestras manos", manifiestan desde la pinacoteca. 

Otro de los objetos que pueden ayudarnos a reflexionar sobre el presente son les 'espardenyes de cànem', de la Mata de Morella. El esparto y el cáñamo han sido dos de los elementos naturales más utilizados en la elaboración de ropa y calzado en el territorio valenciano durante siglos, pero ahora la industria textil es la segunda más contaminante del planeta. Emite el 8,1 por ciento de las emisiones de Co2, contamina mares, destruye ecosistemas, produce millones de residuos y genera una alta huella de carbono. "En el pasado el cáñamo fue sustituido por el plástico, pero el futuro está en la utilización de materiales más sostenibles, la compra de productos de proximidad y la producción artesanal", sostiene la historiadora.

También se incluye en la ruta un cántaro del siglo XV, procedente de Traiguera. Ir a por agua era algo común en nuestros antepasados. Llenaban los cántaros en las fuentes y podían albergar hasta 12 litros de agua. Hoy, ¿cuántos viajes tendríamos que hacer si necesitamos el doble o triple de cantidad?. "Tenemos que empezar a responder al uso desmesurado de agua". 

Y como en todo museo, no podía faltar una mirada a la pintura, ni tampoco a las obras de Lluís Rigalt i Farriols, uno de los máximos exponentes del paisajismo catalán. 'Paisatge, 1865' es una de las tantas creaciones donde su autor representa la grandeza de la naturaleza. De igual modo, completa el recorrido la 'Serra d'Espadà, 1956' del pintor vila-realense Francisco Gimeno Barón. "Sus obras nos muestran un rico patrimonio natural y cultural que necesita cura, afecto y protección frente a las consecuencias devastadoras que tiene en él la crisis climática. Que estos cuadros no se conviertan en huellas del pasado de un territorio que se desdibuja aceleradamente". Además de estas, otras piezas buscan 'abrirnos los ojos'.