CASTELLÓ. El pasado 7 de febrero el Parlamento Europeo (PE) aprobó la propuesta de la Comisión Europea (CE) relativa a la regulación de las nuevas técnicas genómicas (NGTs, en sus siglas en inglés) en plantas, entre las que se incluye la edición genética con herramientas CRISPR. Este posicionamiento -que es solo el primer paso del proceso legislativo conocido como trílogos entre el Consejo Europeo, la CE y el propio PE- se produjo en un contexto especialmente convulso, marcado por las protestas de los agricultores en media Europa y fue interpretado por alguno de sus líderes como un cambio de política comunitaria en “la buena dirección”.
Los promotores del primer gran encuentro que se producirá este jueves en Valencia tras esa trascendental decisión -Pablo Vera, director del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP-CSIC), José Pellicer, presidente de la Plataforma biotecnológica Biovegen, y Carlos Baixauli, director del Centro Experiencias Cajamar- coinciden en este diagnóstico: “Las técnicas de edición genética, y muy en particular el CRISPR, están llamadas a ser una de las grandes palancas de cambio que requiere la agricultura europea para competir con las producciones más baratas y menos exigentes foráneas y hacerlo sin renunciar a los objetivos medioambientales”.
La opinión de tales expertos es también la que han expresado durante las últimas semanas hasta 37 premios Nobel y más de 1.500 científicos que, antes de la referida votación, suscribieron una carta abierta instando a los parlamentarios a “considerar cuidadosamente los beneficios de adoptar estas NGT”. Un informe previo realizado por el Breakthrough Institute y la Alliance for Science midió incluso el coste de oportunidad que supondría rechazar tecnologías como la referida a la edición genética: entre 182 y 356 mil millones de euros anuales para la UE, una factura de más de 3,2 billones de euros en la próxima década.
Este jueves, durante todo el día y en la Ciudad Politécnica de la Innovación de València, se abordará precisamente la restrictiva normativa actual y las expectativas levantadas con la futura regulación respaldada ahora ya por la CE y el PE. Durante sucesivas mesas redondas, se analizará además el potencial implementado por el IBCMP en cuestiones concretas derivadas del desarrollo de la edición genómica aplicada a la producción de moléculas de alto valor para el sector de las energías renovables (biocombustibles); la obtención de fitonutrientes y bioestimulantes con propiedades antioxidantes; al control de la floración en cultivos para adaptarse a las exigencias climáticas o productivas o la generación de parentales androestériles (sin polen) para facilitar el proceso de hibridación, reduciendo costes y tiempos; el desarrollo de vacunas basadas en RNA, altamente específicas, que pueden ser aplicadas a las plantas sin recurrir a la transgénesis para el control de enfermedades víricas en lugar de fitosanitarios…
Se trata de proyectos, en algunos casos con técnicas exclusivas del centro, que requieren de socios tecnológicos para su desarrollo o de industriales que puedan financiar y beneficiarse de tales innovaciones. En otros se trata de avances biotecnológicos o genómicos -no vinculados al CRISPR- con un importante potencial de mercado y diferentes usos (como la generación de compuestos en biofactorías para el sector cosmético o farmacéutico; de nuevos métodos más fiables de detección de virus vegetales para el desarrollo de kits de diagnóstico o el descubrimiento de determinados fármacos que mejoran la tolerancia a la sequía de los cultivos).
La jornada permitirá también aportar las experiencias de los diferentes actores representantes de la cadena de valor del campo a mesa, provenientes de grandes grupos vinculados con el sector agroalimentario: Importaco ilustrará sobre el beneficio de algunos bionutrientes en estos cultivos; Anecoop explicará cómo las aplicaciones biotecnológicas han mejorado la sostenibilidad de sus explotaciones; Rijk Zwaan aportará sus novedades en cuanto a nuevas variedades más nutritivas; y Ametller explicará su proyecto Agroparc como modelo de producción agroalimentaria sostenible
Pero, por encima de todo ello, este será un encuentro para tender puentes entre la ciencia y la empresa. Los más de 350 profesionales -empresarios e investigadores- participantes de la jornada mantendrán más de 360 reuniones bilaterales entre ofertantes y demandantes de biotecnología, en encuentros previamente agendados que se desarrollarán simultáneamente a lo largo de la jornada en los espacios de networking habilitados.