FAMPA Castelló y las familias de los Centros de Educación Especial comparten reivindicaciones

9/01/2021 - 

CASTELLÓ. FAMPA Castelló participó en una reunión con los cuatro representantes de las AMPA de los Centros de Educación Especial (CEE) con el objetivo de escuchar los desafíos y reivindicaciones de las familias. Entre otros temas, trataron las dificultades y la desinformación a la que se enfrentan madres y padres cuando sus hijos e hijas cumplen la edad máxima para estar en el centro.

Según el caso, la edad límite para continuar asistiendo a un CEE varía de los 21 a los 24 años. En este momento comienza un periodo difícil y, en muchas ocasiones, desconocido para muchas familias. Tal y como manifestaron representantes de estos centros a la federación, existe una gran falta de información al respecto y muchos padres y madres se plantean qué hacer en ese momento para que sus hijos e hijas puedan continuar aprendiendo. Una de las opciones es acceder a centros ocupacionales. Sin embargo, según apuntaron, se trata de un proceso informal y no regulado que genera muchas dudas.

Otro de los aspectos en los que reclaman más información es sobre el asesoramiento laboral. En este sentido, las AMPA de los CEE apuntan que existen líneas de ayuda a la contratación y por falta de demanda no se utilizan. De este modo, quedan vacantes a pesar de que serían una buena oportunidad.

Durante el encuentro, también se puso sobre la mesa la dificultad que existe entre las familias usuarias de los CEE para reunirse y poder establecer relaciones. En ocasiones, la actitud que adoptan los progenitores representa un desafío en sí mismo. A esto hay que añadir la propia dinámica de los centros, lugares deslocalizados con usuarios de distintos municipio y barrios.

Desconocimiento

Por otra parte, las familias también aportaron ideas para organizar formaciones sobre distintos temas. Uno de los más demandados fueron los aspectos legales y patrimoniales que se ciernen sobre los niños y niñas cuando cumplen la mayoría de edad. En este sentido, sugirieron formación para poder entender todos los procedimientos al respecto.

La educación sexual fue otra de las propuestas. Concretamente, propusieron organizar una formación para las familias, que son las encargadas de trasladarlas a sus hijos e hijas. En esta línea, destacaron que en los centros la implicación acerca de este tema es mínima y remarcaron que se trata de un asunto que, en ocasiones, es tabú para las familias convencionales y aún más si cabe para las que tienen hijos e hijas en la educación especial.

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