MADRID (EFE). Los incentivos a la jubilación demorada y la reforma del sistema de autónomos generarán un ahorro neto de 1 punto de PIB a comienzos de la próxima década para reducirse y pasar a ser negativo a partir de 2050, según un informe de Fedea que rebaja así el impacto previsto por el Ministerio de Inclusión.
En el segundo informe de una serie dedicada a analizar los efectos de la reforma del sistema de pensiones, se concluye que si ambas reformas funcionan bien "su efecto conjunto podría contribuir significativamente a mitigar el deterioro de las cuentas del sistema público de pensiones a corto y medio plazo, pero no a largo plazo".
El informe, firmado por Ángel de la Fuente, proyecta que el ahorro neto de estas medidas alcanzaría un punto de PIB a comienzos de la próxima década y se iría reduciendo después, convirtiéndose en negativo a partir de 2050.
El estudio recuerda que en las últimas previsiones del Ministerio que dirige José Luis Escrivá se habla de un ahorro de 1,5 puntos en 2047.
"Dejando de lado el (nada desdeñable) riesgo de que el éxito de las reformas sea menor de lo esperado, la cuestión es si el ahorro neto generado en la primera parte del período (medio punto de PIB en promedio entre 2022 y 2050) será o no suficiente para evitar que el déficit del sistema de pensiones se dispare en las próximas décadas en ausencia de medidas adicionales", reflexionan.
El trabajo también llama la atención "sobre las deficiencias de la documentación técnica que acompaña, o debería haber acompañado, a las normas mediante las que se ha implementado la reforma del sistema de pensiones".
Y, ante esta situación, propone que una de las tareas de la Agencia prevista en la nueva ley de evaluación de políticas públicas "sea la de filtrar las memorias de las normas con mayor impacto presupuestario para asegurarse de que cumplen unos estándares mínimos de claridad y competencia técnica".