CASTELLÓ. La Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón, Fepac-Asaja, considera que el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 950 euros es inasumible para el sector agrario de la provincia. La organización agraria denuncia una especial afección de esta subida en el campo y la ganadería castellonense, que ya padece una crisis de rentabilidad debido fundamentalmente a los elevados costes de producción y a los bajos precios en origen.
El presidente de Fepac-Asaja, José Vicente Guinot, ha explicado: "En menos de un año el Salario Mínimo Interprofesional se ha aumentado en casi un 30%. Muchos agricultores y ganaderos de nuestra provincia no pueden asumir esta subida, teniendo en cuenta la grave crisis de rentabilidad que estamos padeciendo. Al subir el SMI, se vuelven a incrementar los costes de producción de centenares de agricultores y ganaderos castellonenses que se ven con serias dificultades para seguir con su actividad en nuestro campo".
Es por ello que la entidad agraria considera que este aumento resulta inasumible por sí mismo y más aún si se tiene en cuenta lo que implica en términos de costes laborales totales. Y es que a esta nueva subida del SMI hay que añadirle el crecimiento encadenado de las cotizaciones a la Seguridad Social (cuota empresarial) de dos años consecutivos. Las pymes agrarias, generadoras de riqueza y de empleo en nuestra provincia, no podrán asumir este nuevo incremento máxime cuando no pueden repercutir sobre los precios de los productos el aumento de costes (por la dura competencia existente con productos de terceros países, entre otras razones), algo que pone en riesgo no solo la rentabilidad de las explotaciones, sino incluso su propia supervivencia, destacan desde la entidad.
En ese sentido, Guinot ha señalado que desde Fepac-Asaja "pedimos al Gobierno mecanismos internos de apoyo, sea en forma de bonificaciones en las cuotas de Seguridad Social o de incentivos fiscales ligados al empleo agrario, para contrarrestar esta nueva subida".
Según la organización, "tal y como ya quedó demostrado en el año 2019 con anterior subida del SMI, se destruirá empleo, se reducirán las contrataciones e incluso no puede descartarse que comiencen a abandonarse aquellos cultivos que son más intensivos en mano de obra, y que por ende son los más estratégicos para nuestro país. Además, tal y como ya manifestara el Secretario de Estado de Seguridad Social el pasado año, se producirá un descenso de horas de trabajo declaradas lo que hará que se reduzca así la actividad agraria".
Las regiones más perjudicadas, en nuestro sector, por esta subida son Andalucía, Extremadura, Canarias, Castilla-la Mancha, Región de Murcia, Comunitat Valenciana, Castilla y León, Aragón y Cataluña. Según los cálculos de la organización, la medida afectará a unos 220.000 trabajadores agrarios que están en las bases mínimas y niveles retributivos más bajos, a los más jóvenes y a los menos cualificados.
En este sentido, desde Fepac-Asaja achacan la pérdida de 50.000 afiliados a la Seguridad Social a la subida del salario mínimo del pasado año, siendo el sector agrario el más afectado porque salieron del sistema especial agrario 33.400 trabajadores.