Inauguración de Dansa València 2023. Foto: KIKE TABERNER.VALÈNCIA. Los festivales dependientes del Institut Valencià de Cultura (IVC) comienzan el curso con la mirada puesta en un futuro que pasa, sí o sí, por un cambio en sus direcciones. Con la clausura de Sagunt a Escena todavía reciente, tanto esta cita como Dansa València y Cinema Jove miran a un 2025 en el que forzosamente estarán obligados a concretar un nuevo modelo en su gestión. Forzosamente por dos motivos: el primero, en febrero finalizan los contratos de los actuales gestores, tras una licitación en 2021 que permitía un contrato de dos años con prórroga por otros dos; el segundo motivo es que el final del contrato se da con una institución liderada un equipo diferente al que los impulsó, tanto por lo que respecta a la Generalitat como en la dirección general y adjuntas del IVC, que deberá desarrollar ahora su nuevo proyecto.
Si bien en estos meses de cambios de caras –tanto en el plano político como en las instituciones culturales- se han mantenido las de los líderes de los mencionados festivales, ahora toca dibujar su nuevo futuro, algo que también afecta al centro de producción La Granja, cuya dirección se licitó en el mismo momento y ostenta desde 2021 Guillermo Arazo. “Modelos hay muchos sobre la mesa, tenemos que analizar el resultado y la conveniencia de cada uno”, expresó a principios de año el entonces director general de Cultura, Sergio Arlandis. La cuestión estaba ya sobre la mesa antes de la salida de Vox del gobierno autonómico, conscientes de que la cuenta atrás para la finalización de los contratos había comenzado; una cuestión que se tendrá que despejar más pronto que tarde.
En este sentido, ha sido Dansa València una suerte de ‘conejillo de indias’ para ver de qué manera se podía dar una transición que pasara por asumir de manera interna la dirección artística. En este caso, la cosa era más bien sencilla. Fue María José Mora, hasta entonces directora del festival, la seleccionada en febrero para ocupar la plaza de directora adjunta de Artes Escénicas del IVC, una suerte de ‘ascenso’ tras el que mantuvo la dirección del festival, que compaginó con su nuevo rol en el IVC. “Mi propuesta es continuar con la dirección de Dansa València para terminar de asentar el proyecto. Entiendo el proyecto dentro del IVC, como siempre lo he entendido, como directora del festival también. Y creo que estratégicamente juega a favor del proyecto global”, expresaba algunas semanas después en una entrevista con Culturplaza.
Esta visión parece no ir desencaminada de por dónde irán los tiros en el caso de los festivales de artes escénicas. Según apuntan fuentes internas, si bien aún se está debatiendo el modelo final, la opinión en la casa es que el proceso acabe por internalizar la gestión. En su momento, la solución de que las direcciones se resolvieran a través de una licitación en vez de un concurso público se hizo porque, durante años, el laberinto burocrático puso en serios problemas los trabajos de coordinación y dirección de los mismos.
Ahora se entiende que esta solución se ha agotado y se aspira a ordenar estos puestos de responsabilidad de manera interna. En este sentido, el Institut Valencià de Cultura confía en el perfil de María José Mora como una profesional muy conectada con el mercado y las tendencias escénicas actuales. Por otra parte, se desconfía de las licitaciones porque, por su propia naturaleza, pueden postularse empresas que, presentando una oferta económica a la baja, ganen por encima de perfiles más solventes técnicamente.
Si bien hace años se impulsó una licitación común tanto para Sagunt a Escena, Dansa València, Cinema Jove y Espai LaGranja, esto no quiere decir que la visión ahora sea común para todos los festivales gestionados por el IVC, sino que cada caso está definiéndose de manera individual. No es ningún secreto que desde la institución están más que satisfechos con el desarrollo de la última edición de Cinema Jove, cuya dirección ostenta desde hace años Carlos Madrid, en un año en el que, además, se ha batido el récord histórico de espectadores del festival, de acuerdo con los datos facilitados por la organización.
Esto apunta a un escenario que se antoja más continuista, que podría pasar por mantener una estructura similar a la actual y, por tanto, mantener una dirección artística del festival separada. También hay otra cuestión pendiente que lleva coleando varios meses: su posible fusión con La Mostra de València, festival dependiente del Ayuntamiento. Tanto la administración local como autonómica admitieron haber tenido encuentros para abordar una posible unión de ambas citas, un proyecto que, sin embargo, habría quedado descartado, manteniendo así la independencia de la marca Cinema Jove, más allá de las colaboraciones puntuales que se pudieran llevar a cabo.
En todo caso, una cosa es el futuro y otra el presente. Con los tres grandes festivales de artes escénicas finalizados, pero sin haber agotado la licitación, tanto Sagunt a Escena como Cinema Jove tienen que empezar a preparar la edición del año que viene sin saber el modelo a partir de febrero. Lo que no se descarta es que, más allá de la dirección, el Institut Valencià de Cultura externalice responsabilidades del segundo escalón de estos festivales como la dirección o la producción, que actualmente dependían de la misma licitación, al formar parte del equipo de confianza de los principales responsables de los festivales.
Caso aparte es, siempre, Ensems, que se ‘salvó’ de la ola de licitaciones porque su dirección, aunque externa, dependía de un contrato menor que se eligió de manera discrecional (en este caso, a Voro García). El nuevo director adjunto de Música y Cultura Popular, Joan Cerveró, anunció en una entrevista en este diario que el modelo también cambiaría. La coordinación sería asumida por el propio departamento y la programación dependerá de varios comisarios que se encargarán de un ciclo.
Este año, ya sin García al frente, la programación está conformado con que él había cerrado y diferentes propuestas que recibió el IVC. Será también a partir del año que viene cuando se materialice el nuevo formato en la dirección de Ensems.
La misma dirección adjunta se ha hecho cargo de las programaciones de otros pequeños festivales, como el de Jazz de Peñíscola. “Estoy construyendo equipos de producción, porque el IVC, especialmente el departamento de música, es un centro de producción. Pero aquí funcionaba todo por inercia. Los festivales que creó el anterior equipo eran autónomos porque casi siempre estaban externalizados, y el equipo de aquí se había ido desmaterializando”, exponía entonces Cerveró.
