VALÈNCIA (EFE). La producción de vehículos en la planta valenciana de Ford afronta, en principio, tres jornadas de ERTE en las tres semanas restantes de junio, un mes clave pues a finales del mismo se sabrá la decisión de la multinacional sobre a qué planta asigna la fabricación de dos vehículos de la plataforma de la nueva generación de vehículos eléctricos de la marca en Europa.
Será a finales de junio cuando la compañía dará a conocer si será la factoría de Almussafes (Valencia) o la alemana Saarlouis la elegida para albergar la producción de vehículos eléctricos, después de que cada una haya presentado sus propuestas para intentar convencer a la dirección de la multinacional de que debe ser la beneficiaria de esta elección.
En el caso de la planta valenciana, la extensión del expediente de regulación temporal de empleo ha alargado los días de no producción hasta finales de julio para adaptar la producción a la situación de falta de suministros y a los problemas en el tráfico marítimo, tras agotar prácticamente las jornadas que se aprobaron para este ERTE del segundo trimestre.
Esta próxima semana, el ERTE se aplicará el viernes 17 en la planta de vehículos -el 13 y el 17 también en montaje de motores- y los lunes 20 y 27, según el calendario actualizado, que también refleja días de ERTE en motores y mecanizados.
A mediados de mayo comenzó en la factoría un turno de noche de carácter fijo y voluntario en la planta de montaje de motores, para suministrar 400 propulsores para las plantas de Norteamérica.
Los motores 2.0 y 2.3 Maverik EcoBoost y 2.0 GDI se envían a las plantas estadounidenses de Louisville (para el modelo Escape) y Flat Rock (Lincoln), la canadiense de Oakville (Edge), y para los modelos Mustang y Transit Connect de Valencia.
Con mil de los 6.000 empleados de la factoría, el área de motores lanzará en el último trimestre de este año el motor Duratec 2,5 litros, un motor híbrido que se equipa en el Kuga PEHV (híbrido enchufable).
En estos momentos, la planta valenciana fabrica 2.200 motores y unos 1.400 coches diarios, que se reparten en los modelos Kuga (887 al día, más de la mitad de la producción), Transit Connect (405), S-Max (72) y Galaxy (36).
En marzo dejó de fabricar el Mondeo y a finales de año sucederá lo mismo con la Transit destinada al mercado norteamericano y, posteriormente, ya en 2023, la dirigida a Europa. Los modelos Galaxy y S-Max se fabricarán hasta marzo de 2024, lo que implicaría que a partir de ese momento la factoría de Almusssafes se quedara con la producción de un solo modelo, el Kuga.
El presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, dijo en un comunicado a los trabajadores el pasado 3 de mayo que la decisión que se anunciará a finales de este mes aún no se trataría de una medida de inversión en producto ni tampoco de una decisión de cierre para la planta que no sea seleccionada, ya que se buscan futuras oportunidades para ella.
Igualmente, consideró previsible un redimensionamiento de la estructura actual tanto de la planta de Saarlouis como la de Valencia, cuyo alcance no se concretará hasta que se haya seleccionado una de las dos fábricas.
Ford anunció que fabricará nueve vehículos eléctricos nuevos en Europa para 2024 y planea vender más de 600.000 vehículos eléctricos en este continente para 2026; está lanzando FordPro (conectividad) y aumentando la producción de la e-Transit en Ford Otosan en Turquía y recientemente presentó su furgoneta eléctrica e-Transit Custom.
Asimismo, invierte en una planta de baterías en Turquía, transforma sus operaciones en Rumanía y aumenta a 2.000 millones de dólares las inversiones para eléctricos procedentes del Centro de Electrificación de Colonia, según anunció en mayo.
La factoría de Almussafes firmó un acuerdo -entre UGT y la dirección de Ford Europa- a cinco años, basado en salarios y flexibilidad y condicionado a que se asigne a Valencia la plataforma eléctrica (en caso contrario, solo tendrá validez para 2022). Recoge incrementos lineales no consolidables en las tablas salariales que suman 7.000 euros entre 2022 y 2025 para la plantilla y retornar al IPC en 2026.