VALÈNCIA. Después de una agónica tanda de penaltis, sostenida por su defensa y su portero Mike Maignan, Francia se dirige ya hacia las semifinales de la Eurocopa 2024 contra España entre trompicones, por debajo en todas las estadísticas del torneo del conjunto de Luis de la Fuente, salvo en los goles en contra, las faltas sufridas y la precisión en el pase.
Es un reflejo descriptivo del campeonato hasta ahora del equipo dirigido por Didier Deschamps, que no funciona en ataque, ineficaz como desde hace tiempo no se le recuerda, pero sólido en su estructura de atrás, aún más en su portería, con tan solo un tanto en contra en su recorrido ya de cinco encuentros: de penalti ante Polonia de Robert Lewandowski, al segundo lanzamiento, porque el primero -invalidado- lo paró Maignan.
Es uno de los tres baremos en el que los números lo proponen por encima de España en la Eurocopa 2024 antes de su enfrentamiento de las semifinales del próximo martes en Múnich. Sólo ha ganado dos de sus cinco choques. Los otros tres los empató. El conjunto español ha encajado un gol más, dos, que Francia; uno ante Georgia y otro frente a Alemania.
También supera a España en faltas recibidas: ha sufrido 61 por 57 de su rival. Y en la precisión en el pase (90,8 a 90,2).
No hay más datos estadísticos a los que pueda agarrarse Francia para sentirse ni un solo centímetro por encima de España, que lo sobrepasa en todo lo demás, con especial énfasis en los aspectos ofensivos y en la efectividad en ataque, con sus once goles a favor por los únicos tres que han conseguido Kylian Mbappé y compañía. Uno ha sido del atacante, de penalti; los otros dos han sido en propia puerta ante Austria y Bélgica.
Es un acierto tan solo en 89 remates (por los once en 102 de España), de los que 21 han ido entre los tres palos, por los 35 que destinó a la portería la 'Roja', que también ha propuesto más ataques que el combinado galo: 312 a 295.
Una diferencia no tan sustancial si se tiene en cuenta la distancia entre los goles a favor de uno y de otro.
Los tres tantos de Francia la sitúan entre el duodécimo y el decimoséptimo puesto en esa estadística de la Eurocopa. Y está entre los cuatro mejores del torneo, a un solo paso de la final, por más que su juego no se acerque a nada de lo que pretendía cuando quedó concentrado en Clairefontaine o cuando ya viajó a su lugar de residencia en la ciudad alemana de Paderborn para el desarrollo de toda la Eurocopa.
Francia, incluso, regatea menos que España, 103 a 111; dispone un siete por ciento menos de la posesión (57,2 a 50,4 de media tras los cinco compromisos jugados hasta ahora); ha completado 123 pases menos (2.746 de España por 2.623 de Francia); ha necesitado más paradas de su guardameta (16 a 14) e, incluso, ha recuperado menos balones, 230 a 200, a la espera de su despertar en ataque, indispensable para abordar la próxima semifinal y creer en ir más allá, a su objetivo único: ser campeón.