CASTELLÓ. Las barreras arquitectónicas siguen frenando el acceso de las personas con discapacidad a distintos servicios públicos y comercios en Castelló. Un incidente ocurrido en el Menador vuelve a poner de manifiesto la falta de adaptación de este espacio cultural emblemático gestionado por el Ayuntamiento y la UJI. No es un caso aislado. Con motivo de la celebración del día internacional de las personas con discapacidad, Frater -una de las organizaciones pioneras en la provincia en abordar la accesibilidad- quiere poner de manifiesto las dificultades que todavía se encuentran las personas con movilidad reducida para ser autónomas en su vida cotidiana en una ciudad que "tiene la accesibilidad como bandera".
La geografía urbana ofrece numerosos argumentos. Rampas en las aceras con un desnivel tan desproporcionado que obliga a las personas que van en sillas de ruedas a desplazarse por el asfalto, peldaños y escalones en el acceso a comercios que frenan la entrada de sillas de ruedas, cajeros automáticos y mostradores de atención en centros sanitarios que son demasiado altos, ausencia de rampas en la entrada de edificios culturales o administrativos para acceder sin ayuda. Son solo algunas de las evidencias que condicionan el día a día de muchas personas con discapacidad en Castellón. "El 25% de centros públicos y el 60% de comercios de la ciudad mantienen barreras arquitectónicas que dificultan el acceso y la atención a quienes nos desplazamos en silla de ruedas", estima la presidenta de Frater, Rosa Gual. "A veces nos tienen que atender en la calle o tenemos que acceder por una puerta de servicio".
El Menador es uno de los edificios públicos más importantes de la ciudad que "todavía sigue sin ser un espacio inclusivo" a pesar de su remodelación integral, lamenta Gual, quien recuerda que una de las participantes en la conferencia Retrospectiva del teatre amateur a Castelló no accedió a la sala de actos porque la plataforma situada en la entrada de este espacio multicultural no era capaz de subir su silla de ruedas.
"Reconozco que no soy peso pluma pero soy persona ante todo, si el Menador estuviera adaptado correctamente no sería necesaria la ayuda de nadie, pues por aquí empieza para mí, y para el resto de mis compañeros, la exclusión hacia la persona con discapacidad (…) porque hay sitio de sobra para hacer una rampa correctamente y posibilitar que seamos más independientes", explica Lidón, la actriz amateur de la compañía Teatre Maset de Frater, que no pudo compartir su experiencia teatral en este acto, celebrado el pasado mes de octubre, con motivo del 25 aniversario de este grupo teatral.
Este edificio público dispone de dos plataformas en lugar de una rampa para salvar las escaleras de la entrada. Ambos elevadores mecánicos son la única alternativa, pero necesitan de una tercera persona para poder utilizarlos y, cuando están operativos, mantienen también unas limitaciones dependiendo del peso de la silla de ruedas "Me sentí realmente humillada".
La responsable de Frater reconoce los avances que se han impulsado en los últimos años, así como el respaldo jurídico hacia las personas con discapacidad, pero lamenta la falta de sensibilidad urbanística. “Todavía existen muchos obstáculos y algunas barreras no están construidas con ladrillos, porque a veces se cumple la ley de accesibilidad como trámite y no para cubrir una necesidad real y un derecho”, sentencia. Por ello, desde Frater exigen la construcción de una rampa que facilite el acceso de todas las personas.
Frater Castellón se suma también a la propuesta impulsada por esta organización en el ámbito estatal y por Cocemfe con el objetivo de introducir un cambio terminológico en la Constitución. En la Carta Magna sigue vigente el término "minusválido", una definición que consideran "caducada" y que requiere de una "actualización urgente". Todos los partidos políticos se han mostrado favorables a la sustitución de este vocablo que desde Frater consideran que debe sustituirse por "personas con discapacidad". Se quiere evitar la connotación negativa de esta palabra, pero "también aquellas expresiones o eufemismos que generan confusión, inseguridad jurídica o que rebajan la protección que todavía es necesaria". Al mismo tiempo, también respaldan la propuesta del Cermi sobre la Tarjeta Europea de Discapacidad y la Tarjeta Europea de Estacionamiento.