El Pleno de la Diputación de Valencia aprobó el pasado 4 de diciembre su presupuesto para el ejercicio 2025, sin ningún voto en contra, con los votos favorables del Partido Popular, Partido Socialista, Vox y Ens Uneix, y con la única abstención de Compromís.
Cuando estaba muy cercana la conmemoración del 46 aniversario de la Constitución Española, refrendada mayoritariamente por el pueblo español el 6 de diciembre de 1978, el espíritu del diálogo y el consenso de aquel momento histórico se hicieron presentes en el salón de plenos del Palacio de Batlia.
Como diputada de Hacienda, no tengo más que palabras de agradecimiento por la generosidad, la altura de miras, la predisposición y las aportaciones constructivas de todos y cada uno de los grupos políticos que conforman la Corporación provincial.
Todos teníamos claro que es el momento de dejar al margen conflictos y luchas partidistas, como señaló en el Pleno la vicepresidenta y portavoz de Ens Uneix, Natalia Enguix. El momento de tender la mano, de las soluciones y de hacer política sin confrontación, en palabras de Sergio Pastor, portavoz de Vox.
Dada la extraordinaria coyuntura, la Diputación tenía que responder con unidad, con el presupuesto más ambicioso de su historia y con la mejor versión de la política pensando en la ciudadanía y en quienes lo están pasando mal, tal y como destacó el portavoz socialista, Carlos F. Bielsa. Me quedo también con lo dicho por la portavoz de Compromís, Dolors Gimeno, valorando el esfuerzo realizado y dando un voto de responsabilidad y confianza.
Los efectos devastadores, desde el punto vista personal, económico y social, provocados por la Dana y la riada exigen a los poderes públicos una respuesta a la altura de las circunstancias. Modestamente pero con orgullo, he de decir que la Diputación ha sabido asumir este enorme reto, dando lo mejor de sí misma al servicio de las personas y de nuestros pueblos afectados, sin afán de protagonismo y fuera de disputas estériles.
El presupuesto aprobado alcanza los 784 millones de euros, la cifra más alta hasta la fecha, y está concebido como el instrumento idóneo para colaborar en la reconstrucción y la vuelta a la normalidad de nuestra provincia.
Las cuentas para 2025 suponen una movilización de recursos sin precedentes. Incluyen un fondo de contingencia de carácter extraordinario, dotado con 40 millones, para atender necesidades derivadas de los daños producidos por la Dana.
Se crea un fondo de respuesta y prevención contra catástrofes naturales con 20 millones. Se prevén créditos por valor de 6 millones para un fondo de ayudas y subvenciones para apoyar a los sectores económicos afectados.
En cuanto al Pla Obert d´Inversions, principal programa inversor, se consignan 105 millones y se dará máxima flexibilidad a los municipios afectados para destinarlo a la reconstrucción.
Por otra parte, la Diputación aportará inicialmente 50 millones al Fondo de Cooperación Municipal, con la voluntad de ampliar la dotación durante el ejercicio.
En materia de carreteras, se prevén más de 61 millones de euros, a los que hay que añadir los 25 millones aprobados mediante modificación del presupuesto vigente para hacer frente a los graves daños sufridos en la red provincial.
Entre la modificación presupuestaria mencionada por valor total de más de 51 millones para realizar con inmediatez actuaciones de emergencia, y los créditos previstos en el presupuesto, la Diputación destina más de 150 millones directamente para paliar los efectos de la riada.
El endeudamiento en el que va incurrir la Diputación implica el incumplimiento de la regla de gasto y probablemente de la estabilidad presupuestaria. Por ello, el presidente de la Diputación, Vicent Mompó, se ha dirigido al Gobierno de España para que, valorando la catástrofe natural y la grave situación de emergencia sufrida, adopte determinadas medidas que resultan imprescindibles en el orden fiscal y financiero.
Así, solicitamos para la Diputación de Valencia y también para los Ayuntamientos afectados, por una parte, que se permita mediante acuerdo del Congreso de los Diputados que se superen los límites de las reglas fiscales durante los ejercicios 2024, 2025, 2026 y 2027.
Para el caso de que el Gobierno no adoptara esta primera medida, pedimos que se permita elaborar planes económico-financieros a medio y largo plazo, y no a corto plazo, ya que los propios previstos en la normativa de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera están diseñados con plazos de ejecución tan cortos, que su cumplimiento sería materialmente imposible y contraproducente para la reconstrucción de los pueblos de la provincia.
Por último, creemos necesario, y así se lo hemos demandado, que el Gobierno habilite dos líneas de financiación sin intereses: una destinada a la reconstrucción de la provincia y otra al anticipo de las ayudas estatales comprometidas.
Son demandas justas e imprescindibles. Apelamos a la cooperación, a la responsabilidad y a la buena voluntad de todos para estar a la altura de lo que la ciudadanía nos demanda. Como dijo el presidente Mompó, redignificar la política es precisamente no fallar a la sociedad valenciana.