VALÈNCIA (EP). El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha indicado que no acudirá a la mesa de diálogo convocada este miércoles para trabajar en la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y ha señalado que la patronal responderá por escrito a la propuesta del Ministerio de Trabajo.
Así lo ha explicado en València, donde ha participado en un encuentro organizado por la Cadena Ser, al que han asistido, entre otros, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el presidente del PPCV, Carlos Mazón; el presidente de la CEV, Salvador Navarro; el secretario general de UGT, Ismael Sáez, y el presidente de Mercadona, Juan Roig.
El presidente de la patronal ha respondido a preguntas de los medios sobre si se sentará este miércoles en la mesa de diálogo convocada por el Gobierno, después de que el comité de expertos que asesora al Ministerio haya recomendado una horquilla de subida de este renta mínima para 2023 de entre el 4,6% y el 8,2%, lo que situaría el SMI en 1.046 euros brutos al mes por catorce pagas en el primer caso y de 1.082 euros en el segundo.
Garamendi ha señalado que no asistirá a la mesa y ha expuesto que la CEOE firmó "probablemente el acuerdo más importante" que es la reforma laboral y "por real decreto se ha planeado cambiar el artículo 51", que devuelve el control al Ministerio de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE"Vamos a ver qué dice la junta directiva -- que la CEOE celebra este miércoles--, en principio nosotros queremos ver qué pasa con este tema, que nos parece gravísimo que se cambie el acuerdo", ha comentado a los medios.
Además, ha insistido en que la subida del SMI no es un tema que se circunscriba al diálogo social, sino que es "un acuerdo de gobierno previa consulta a los agentes sociales". En ese sentido, ha lamentado de nuevo haberse enterado de la propuesta "por la prensa" y ha señalado que la CEOE va a estudiarla y "contestará por escrito a lo que han mandado por escrito".
Asimismo, durante su intervención en el acto, preguntado por su "sintonía" con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivà, el presidente de la patronal ha asegurado que él está "igual que siempre" pero ha manifestado tener dos diferencias con el Ejecutivo sobre el mayor control de Inspección en los ERE que modifica la reforma laboral y la reforma de las pensiones.
Sobre la primera cuestión, ha señalado que se abordará en la junta directiva de la CEOE que se celebrará este miércoles y ha puesto el foco en que sindicatos y patronal se han "dejado pelos en la gatera" para lograr un "acuerdo de futuro" que aporte "paz social, que es la mejor infraestructura que tiene un país". En ese sentido, ha criticado que Díaz cambie el artículo 51 de la misma por un "acuerdo político". "El acuerdo era el acuerdo. Es difícil sentarse a negociar con alguien con la que, cuando has negociado algo tan importante, te cambia el acuerdo", ha reprochado.
Durante el encuentro, Garamendi ha insistido en que el salario mínimo es competencia del gobierno y no del diálogo social, por lo que "no es cuestión de sentarse a negociar".
Asimismo, sobre las cifras propuestas por el Comité de Expertos, ha señalado: "Los expertos los tengo yo que son dos millones de personas que pagan el SMI", que no son multinacionales, banca ni eléctricas sino pequeñas empresas, ha destacado. Además, ha señalado que se deben fijar cantidades "de moderación" y ha puesto el foco en que el salario de los funcionarios públicos sube un 3,5%. "Es una referencia", ha indicado.
También ha asegurado que hay sectores que han resultado "terriblemente afectados por el SMI", y ha citado como ejemplo el campo, al que en otros países europeos se compensa por las subidas. Igualmente, ha indicado que el salario ha subido casi un 30% en los últimos años, mientras que las administraciones no indexan esas cantidades en sus contratos públicos con las empresas. También ha insistido en que se va a superar el 60% del salario medio de las comunidades autónomas.
Además, ha señalado que se está "invadiendo la negociación colectiva" y se está creando una sensación de "indefensión" en las empresas. Para Garamendi, con las anteriores subidas del SMI, "se ha destruido empleo porque no se ha creado" y lo que necesida España "es crear empleo".
Por otra parte, Garamendi ha rechazado las "medidas unilaterales" de Esrivà con la reforma de las pensiones y ha censurado que el ministro "se está olvidado de algo que prometió, que es el factor sostenibilidad". "Si todo va a cargar spbre la empresa, no es sostenible el sistema que está planteando por mucho que quiera", ha aseverado.
En este punto, Garamendi cree que "no va a ser fácil" llegar a un acuerdo sobre pensiones antes de final de año y ha apuntado que, de cualquier forma, el "auténtico responsable" es el Pacto de Toledo.
Durante el encuentro, también se ha tratado el Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). El presidente de la patronal, que ha puesto en valor el trabajo de los sindicatos, ha señalado que "en ningún caso nadie se ha levantado" de la negociación. Ha indicado que la negociación colectiva "está abierta y funcinando" con la firma de acuerdos en varios sectores.
En ese sentido, ha apostado por trabajar "partido a partido" y acordar subidas salariales que dependan de la situación de cada sector y territorio.
En otro orden de cosas, durante el acto Garamendi ha tratado otros asuntos como su apuesta por rebajar el IVA para luchar contra la inflación y ha calificado de "increíble" que el Gobierno plantee intervenir en los precios de los alimentos, antes de insistir en que el Estado está siendo el "principal beneficiario" de la inflación. También ha opinado que las ayudas a empresas para implantar la jornada de cuatro días son "gestos de marketing político".
Sobre sus previsiones económicas para 2023, Garamendi ha explicado que el crecimiento será menor y los tipos de interés al alza, para asvertir al Gobierno que "la deuda pública se paga" y pedir "rigor presupuestario". Cree que el empleo "va a aguantar" pero ha mostrado preocupación por las pequeñas empresas y autónomos.
Asimismo, respecto al próximo año, ha mostrado su preocupación ante la proximidad de las elecciones cuando las empresas necesitan "seguridad jurídica" y "estabilidad regulatoria". Por ello, ha pedido al próximo año "moderación" y "que bajemos a la normalidad, a la tranquilidad, porque es lo que la sociedad quiere y necesita". "La clave para que esto funcione es la no crispación, la no radicalidad", ha subrayado.