CASTELLÓ. La sesión del este viernes del juicio del caso Erial ha contado con la declaración de la abogada Beatriz García Paesa, sobrina del espía Francisco Paesa. Fue la encargada de la constitución (en 2001) y la posterior gestión de la sociedad Imison Internacional, la considerada como empresa matriz de toda la presunta red.
Este procedimiento se centra en una supuesta trama creada para el cobro de comisiones derivadas de la concesión de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV), realizadas en 1997 durante la gestión de Eduardo Zaplana, y del Plan Eólico de la Comunidad Valenciana, puesto en marcha en 2003. El objetivo habría sido desviar esas cantidades al extranjero a través de numerosas sociedades para blanquearlas y, posteriormente, retornarlas a España. En total, ese desvío de dinero se cuantifica en 20,6 millones de euros.
García Paesa ha explicado que su primer interlocutor en el momento en el que se creó Imison fue Vicente Cotino, sobrino del exdirector general de la Policía Juan Cotino. Este último, ha dicho, llevó los 640.000 euros para la constitución. Los investigadores creen que esa cantidad proviene del pago de comisiones por las adjudicaciones públicas en las que los Cotino se vieron beneficiados.
La abogada, sin embargo, no ha entrado en este punto. En aquel momento, ha recordado, no se indagaba en el origen del dinero con el que se creaban las sociedades al ser antes del cambio de legislación, por lo que no cuestionó al respecto. Viente Cotino, ha dicho, ya trabajaba con un banco de aquel país y los bancos no hacían más preguntas de las necesarias.
Junto a Imison, se creó Fenix Investments. A partir de ahí, García Paesa ha señalado que ella hablaba con Vicente Cotino o con el director financiero de Sedesa (empresa de esta familia). Ambas estaban domiciliadas en una entidad y ella formaba parte de un consejo de administración mancomunado que se encargaba de todo. Vicente Cotino era el socio único de las mismas.
La abogada ha comentado que él acudía físicamente a Luxemburgo una o dos veces al año para la aprobación de cuentas o las reuniones con los bancos, pero en el día a día trataba por teléfono con el director financiero de Sedesa.
En 2005 o 2006 se produjo el traspaso de las participaciones sociales que tenía Vicente Cotino. A éste se le comunicó que había un cambio de accionistas y que de Imison pasaba a encargarse Joaquín Barceló (amigo íntimo de Zaplana) y de Fenix Juan Francisco García (quien fuera jefe de Gabinete del expresidente de la Generalitat). García Paesa ha detallado que Barceló acudió a Luxemburgo con su asesor fiscal, Francisco Grau (también asesor de Zaplana), para firmar los documentos. Los relativos a Juan Francisco García los firmaron en Madrid. Barceló, ha destacado, nunca le dio indicaciones de nada, sino que ella trataba con Grau en el aspecto financiero de la sociedad.
Posteriormente entró en escena el abogado uruguayo Fernando Belhot, quien pasó a hacerse cargo de la gestión de los fondos de Imison y Fenix, que pasaron a otras sociedades de Uruguay. A partir de ahí, ha afirmado García Paesa, Grau dejó de tomar decisiones.
La abogada se ha mostrado dispersa en su declaración sobre quién le puso en contacto con Belhot, por lo que el presidente del tribunal le ha pedido concreción. "Imagino que todo fue en unas reuniones en España con Grau, Belhot y Barceló. Seguramente. Nunca hubiera recibido instrucciones de Belhot si no me hubiera dado el 'ok' el cliente", ha añadido.
En todos esos años, ha hecho hincapié García Paesa, nadie le dijo "nunca" que Zaplana fuera el titular real de ese dinero. "Yo al señor Zaplana no lo conozco. Nadie me habló de él. Para mí forma parte del mundo político español, pero no tengo ni idea. Su nombre nunca fue mencionado jamás por ningún interviniente. Y yo jamás le dije a Belhot que los fondos eran de Zaplana", ha asegurado. Este último sí que llegó a decir en su declaración que García Paesa sabía que los fondos eran del exministro, algo que ella ha negado.