Foto: Antonio PradasCASTELLÓ (EP). El grupo ecologista Gecen se plantea presentar una denuncia ante la Fiscalía si los chiringuitos de la playa del Gurugú de Castelló finalmente abren antes del 1 de julio por presunta prevaricación, pues -según ha explicado en un comunicado- estos no pueden abrir atendiendo a la normativa vigente "de obligado cumplimiento".
Gecen recuerda que, "tal como expresa la norma, el Pativel, se ha de esperar al 1 de julio para que los chiringuitos puedan abrir y respetar así la época de nidificación del chorlitejo patinegro". "El precedente administrativo, montar y abrir los chiringuitos antes del 1 de julio, no se puede aplicar si existe una norma concreta de obligado cumplimiento que lo impide, el Pativel".
La normativa, -según ha dicho- "obviamente, es bien conocida por Costas y, por ello, actuar intencionalmente para incumplirla entra en el ámbito del delito de prevaricación atendiendo a lo expuesto en el Código Penal". Por todo ello, Gecen considera que quien firme cualquier autorización siendo conocedor de que aquello que firma incumple la legalidad "debe asumir sus responsabilidades penales".
El grupo ecologista señala que el hecho de que la playa del Gurugú sea una playa protectora ante el cambio climático y acogedora de biodiversidad es el objetivo de la asociación y "el camino en el que insiste Europa y se señala que hay que transitar".
"Para pasar de la playa de chiringuitos, que elimina cualquier vestigio de biodiversidad y nos deja absolutamente desprotegidos ante temporales que cada vez serán más recurrentes e intensos debido al cambio climático, a una playa con funcionalidad ecosistémica no se necesita más que voluntad política. La inversión económica para ello es escasa", ha añadido.
Gecen considera que con la ocupación de las playas por chiringuitos e infraestructuras de todo tipo se ha producido una "drástica" disminución de bioindicadores que, como el chorlitejo patinegro, ocupan la primera franja litoral. Así, ha explicado que en las comarcas de Castelló se censaban a principio de los 90 más de 300 parejas nidificantes, no llegando ahora -2018 y 2019- ni a las 30. "Mientras no llegue la voluntad política que apueste por la sostenibilidad, exigimos al menos el cumplimiento de la legalidad que consta en el Pativel", concluye.
