entrevista al portavoz de la asociación desempantallados

Gil Campos: "Los niños y niñas se han convertido en las cobayas de las empresas tecnológicas en las escuelas"

4/06/2024 - 

VALÈNCIA. El pasado mes de septiembre de 2023, la Asociación Familia e Infancia del siglo XXI, más conocida como Desempantallados, se constituyó como asociación. Esta unión de familias comenzó sus andadas en 2020, cuando padres y madres de toda España compartían sus testimonios de una realidad que estaba comenzando a aflorar en los colegios de sus hijos: ordenadores obligatorios, desaparición de los libros en papel y horas y horas de estudio a través de una pantalla. Escuelas públicas, privadas y concentradas de toda València y España se encuentran, actualmente, en esta situación.

En 2010 la Unión Europea se propuso a través de la Agenda Digital Europea 2010-2020 que la ciudadanía europea tuviera acceso a las tecnologías, pero no fue hasta 2017 que se planteó la adquisición de competencias digitales por parte de los alumnos como mejor opción a un acercamiento descontrolado a las pantallas y cuáles debían ser estas. En 2020 se realizó la segunda Agenda Digital para Europa 2020-2030. "Pero ya era tarde" -afirma Gil María Campos, portavoz de la asociación- "Se ha violado la protección de datos de los menores, se han generado problemas de ciberseguridad, problemas de salud...  No solo no hemos formado adecuadamente en competencias digitales, sino que además hemos generado un grave problema de salud, seguridad y de educación en los niños y niñas de toda Europa".

El portavoz de Desempantallados, Gil María Campos, recibe a Valencia Plaza junto a la Plaza de la Virgen de València, para describir en detalle la acción de la asociación, las doce medidas que proponen, su importancia en el panorama educativo actual y para desentrañar y revelar las verdades de una digitalización "descontrolada" en las escuelas.

-¿Por qué constituirse Desempatallados ahora como asociación?

-Una de las cosas que hemos visto durante los últimos cuatro años con toda la gente que se ha ido sumando, es que hay dos tareas que hacer. En primer lugar, hay una tarea de trabajo internamente en el colegio de cada una de las familias que se encuentran en la asociación, pero también observamos, y por eso la fundación como asociación, que hay un diálogo que va más allá del que podemos realizar individualmente con cada uno de los colegios. Un diálogo que es necesario para mejorar el grave problema de salud pública que tenemos en este momento. De ahí la utilidad de la asociación, en la cual hay familias de muchos colegios de España, públicos, privados, etc., de una amplia variedad. Las familias encuentran en la asociación un acompañamiento experto en ese diálogo individual y colectivo, para avanzar con sensatez a un entendimiento.

-¿Cuál es su historia personal con la asociación?

-Mi implicación con esto surge cuando detecto que a mi hija, que cursaba primero de primaria el año pasado, le empiezan a pedir que por las tardes emplee más de una hora en rellenar una ficha en una página llena de publicidad aleatoria, en un ordenador que no tiene, cuando lo podría hacer en papel en cinco minutos. Empecé a indagar, me puse en contacto con mucha gente que les estaba pasando algo similar, familias, con nombres y apellidos concretos, que estaban sufriendo problemas con la digitalización en las escuelas. Pero fue espontáneo. Un día desde el colegio nos dijeron que todo iba a ser a través de ordenador y teníamos que comprar unas licencias digitales. Y no era el único que pensaba que eso estaba mal, había muchísimas familias más en el colegio que pensaban lo mismo.

En otros colegios me comentaron que llevaban una década sufriendo problemas muy graves ante los cuales la respuesta era que nadie, o muy poca gente, se había quejado. Desde el colegio de mis hijos nos dijeron lo mismo, no reconocían esta situación. Hablamos con la dirección, con la titularidad del colegio, pedimos soporte en firmas... Una mayoría de familias tenían claro el grave prejuicio de las tecnologías en sus hijos. No aprendían competencias digitales con ellas, tan solo perdían el tiempo. Hablamos con la titularidad de todos los colegios de España y también nos negaron la realidad, decían que había muchos expertos que estaban a favor de esto, además de acuerdos plurianuales con empresas tecnológicas. El diálogo era muy complicado. Se estaba negando la realidad.

"¿QUÉ ES MÁS GRAVE? ¿RECONOCER QUE HEMOS COMETIDO UN ERROR O SEGUIR EXPONIENDO A NUESTROS HIJOS Y HIJAS, AL GRAVE PROBLEMA AL QUE SE LES ESTÁ EXPONIENDO?"

-Ese muro de diálogo entre direcciones generales de colegios y asociaciones para una correcta digitalización como la suya sigue estando presente.

-Nuestra intención cuando nacemos es fomentar ese diálogo y lo que buscamos es centrar el problema en la educación integral de los niños y niñas. Buscar culpables, en las instituciones europeas o en los colegio, no tiene sentido, lo que tiene sentido es tratar de resolver el problema que tenemos, comprender la conversación. Si tú eres una institución privada que tienes veinte, cuarenta o cien colegios en España o eres una comunidad autónoma que gestiona diversos colegios públicos, para diseñar el programa de implementación de esta tecnología has tardado años y has llegado a una serie de acuerdos que han generado consecuencias negativas en los alumnos. Hay muchos colegios que ante esta situación han resuelto el problema, pero en otros lugares, se ha cerrado el diálogo para no reconocer el error. Pero, ¿qué es más grave? ¿Reconocer que hemos cometido un error o seguir exponiendo a nuestros hijos e hijas, al grave problema al que se les está exponiendo?

-¿Se han cometido errores a la hora de implementar la digitalización por un desconocimiento de la gravedad de las actuaciones antes de implementarlas?

-Claro. Tenemos constatado, como afirmó la primera ministra de Educación de Suecia, Lotta Edholm, en el seminario de la OCDE del pasado 27 de mayo, que leer en un papel es mucho más profundo que con una pantalla, aguantas más tiempo , y uno aprende más. En la medicina, en relación con la pregunta y como dijo el responsable de Educación de la OCDE, siempre se testan los productos antes de sacarlos al mercado. Se tiene que demostrar que no producen daño, que no tienen efectos secundarios. Eso con la educación no se ha hecho. Durante una década, los niños y niñas han sido cobayas de lo que los comerciales de las empresas tecnológicas han ofrecido. Tal vez no lo han querido así, pero el efecto real y demostrado es que el plan pedagógico de digitalización en España lo han hecho las empresas tecnológicas, que son las que se están llevando un beneficio de esto. Porque no estaba estudiado el tema, porque no estaba contrastado el tema. Por eso pedimos que los expertos se sienten y elaboren un plan, que los niños estudien las cosas cuando les toque, porque si no, las consecuencias son nefastas.

No todos tienen la suerte de tener una familia cercana que les pueda acompañar siempre en la educación. Hay gente en la situación económica en la que estamos que tiene que enlazar los trabajos para poder cubrir sus gastos. ¿Qué hacen esas personas cuando les ofrecen un ordenador para que sus hijos e hijas trabajen en casa? Lo acogen muy bien, sin darse cuenta de que ese niño o niña, en vez de tener dos tutores, tiene de papá a Youtube y de mamá a Tiktok y cuando entra en la adolescencia, perciben que han perdido a su hijo. La frase que nos ha dicho gran cantidad de familias de muchos colegios de España es “yo tenía un hijo muy bonico y lo he perdido”.

-En esa línea, a principios del mes pasado la Conselleria de Educación prohibió el teléfono móvil en colegios e institutos a no ser que se necesitara para realizar alguna tarea didáctica o por motivos de salud. ¿Esto se compromete con su objetivo?

-Está alineado. La medida prohíbe los dispositivos digitales y ahí entran todos. Los colegios tendrán que demostrar que los dispositivos digitales tiene un uso didáctico, que están dentro de un plan pedagógico, alineados con la adquisición de competencias digitales, etc. Entonces, claro que está alineado con nuestra posición. Confiamos en que la Conselleria quiere trabajar para resolver el problema. Tenemos que ir a más, pero estamos en la línea.

"SE ESTÁ PRODUCIENDO UNA FRACTURA EN MUCHOS LUGARES ENTRE LA COMUNIDAD DE PADRES Y MADRES, CON LOS COLEGIOS"

-El conflicto que a veces se deriva de la falta de diálogo entre centros educativos y familias, ¿afecta a los propios niños y niñas? ¿Cómo diría que se sienten los niños ante una situación conflictiva en la que se les traslada el mensaje de “ahora pantallas sí, ahora pantallas no”? 

-Es una de las cosas que abogamos. No puedes utilizar a los niños para experimentación. Cuando un método de enseñamiento esté contrastado se aplica, sino, no. El conflicto comienza cuando uno o varios tutores legales se niegan a comprar un ordenador o llevárselo a casa, porque claro, imagínate a un niño o niña que es el único que no tiene el ordenador en clase. A pesar de la lástima que podría darnos, lo que tenemos que decir es "qué suerte", porque a ese niño o niña le están enseñando espíritu crítico y asertividad desde casa. Pero claro, en ocasiones son los propios niños los que reclaman que tiene que hacer caso a los profesores y utilizar el ordenador. Ese colegio al que fuiste, al que fueron tus padres, al que le tienes cariño, en el que confías, de repente te dan un dispositivo que acaba haciendo daño a tus hijos y cuando dices que hay un problema, te lo niegan. Esto está produciendo una fractura en muchos lugares entre la comunidad de padres y madres con los colegios. Pero no se tiene que producir esa fractura. Tiene que haber un diálogo, una integración. Eso es responsabilidad de todos, de la dirección de los centros educativos y de los tutores del alumnado.

-¿Cómo ve el futuro de la digitalización en la escuela con retos tan importantes como la inteligencia artificial y las tecnologías generativas?

-Veo que tenemos el futuro en nuestras manos, un futuro con grandes retos, pero en nuestras manos. Ahora, para asumir esos retos necesitamos a seres humanos que estén capacitados en lectura, en matemáticas, en filosofía, en comprensión social, en idiomas, en todo lo que haga falta para poder hablar de tú a tú a un ordenador. Para poder dominarlo. En el momento en el que cada uno asuma su responsabilidad, nos centraremos en el tema, iremos a por ello, todos juntos a resolver la situación, administración pública, cualquier partido político... Queremos ganar el futuro, y queremos ganar el futuro con las tecnologías. Pero para hacerlo, tiene que haber un ser humano que las controle.

-En esa línea, a principios del mes pasado la Conselleria de Educación prohibió el teléfono móvil en colegios e institutos a no ser que se necesitara para realizar alguna tarea didáctica o por motivos de salud. ¿Esto se compromete con su objetivo?

-Está alineado. La medida prohíbe los dispositivos digitales y ahí entran todos. Los colegios tendrán que demostrar que los dispositivos digitales tiene un uso didáctico, que están dentro de un plan pedagógico, alineados con la adquisición de competencias digitales, etc. Entonces, claro que está alineado con nuestra posición. Confiamos en que la Conselleria quiere trabajar para resolver el problema. Tenemos que ir a más, pero estamos en la línea.

"SE ESTÁ PRODUCIENDO UNA FRACTURA EN MUCHOS LUGARES ENTRE LA COMUNIDAD DE PADRES Y MADRES, CON LOS COLEGIOS"

-El conflicto que a veces se deriva de la falta de diálogo entre centros educativos y familias, ¿afecta a los propios niños y niñas? ¿Cómo diría que se sienten los niños ante una situación conflictiva en la que se les traslada el mensaje de “ahora pantallas sí, ahora pantallas no”? 

-Es una de las cosas que abogamos. No puedes utilizar a los niños para experimentación. Cuando un método de enseñamiento esté contrastado se aplica, sino, no. El conflicto comienza cuando uno o varios tutores legales se niegan a comprar un ordenador o llevárselo a casa, porque claro, imagínate a un niño o niña que es el único que no tiene el ordenador en clase. A pesar de la lástima que podría darnos, lo que tenemos que decir es "qué suerte", porque a ese niño o niña le están enseñando espíritu crítico y asertividad desde casa. Pero claro, en ocasiones son los propios niños los que reclaman que tiene que hacer caso a los profesores y utilizar el ordenador. Ese colegio al que fuiste, al que fueron tus padres, al que le tienes cariño, en el que confías, de repente te dan un dispositivo que acaba haciendo daño a tus hijos y cuando dices que hay un problema, te lo niegan. Esto está produciendo una fractura en muchos lugares entre la comunidad de padres y madres con los colegios. Pero no se tiene que producir esa fractura. Tiene que haber un diálogo, una integración. Eso es responsabilidad de todos, de la dirección de los centros educativos y de los tutores del alumnado.

-¿Cómo ve el futuro de la digitalización en la escuela con retos tan importantes como la inteligencia artificial y las tecnologías generativas?

-Veo que tenemos el futuro en nuestras manos, un futuro con grandes retos, pero en nuestras manos. Ahora, para asumir esos retos necesitamos a seres humanos que estén capacitados en lectura, en matemáticas, en filosofía, en comprensión social, en idiomas, en todo lo que haga falta para poder hablar de tú a tú a un ordenador. Para poder dominarlo. En el momento en el que cada uno asuma su responsabilidad, nos centraremos en el tema, iremos a por ello, todos juntos a resolver la situación, administración pública, cualquier partido político... Queremos ganar el futuro, y queremos ganar el futuro con las tecnologías. Pero para hacerlo, tiene que haber un ser humano que las controle.

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