MADRID (EFE). Las principales empresas tecnológicas de Estados Unidos, entre ellas Google, dejarán de vender componentes y software al gigante chino de las telecomunicaciones Huawei, en repuesta a la directiva dada la semana pasada por el presidente del país, Donald Trump, según fuentes citadas por Bloomberg.
Alphabet, la empresa paraguas de Google, ha decidido cortar sus suministros de material informático y algunos servicios de programación al gigante chino de las telecomunicaciones, según el mismo medio, que cita fuentes que pidieron el anonimato.
Igualmente, los principales fabricantes de procesadores, como Intel, Qualcomm, Xilinx Inc y Broadcom, han informado a sus empleados de que dejarán de facilitar componentes a Huawei hasta nuevo aviso.
Estas decisiones se preveían desde que el pasado día 15 el presidente Trump declarara una emergencia nacional para prohibir a las compañías estadounidenses hacer negocios con empresas que supuestamente intentan espiar al país, ni usar los equipos de telecomunicaciones que fabrican.
Dicha decisión, plasmada en una orden ejecutiva, se anticipaba que iba a perjudicar a compañías chinas como Huawei, considerada el segundo mayor vendedor de teléfonos inteligentes del mundo.
La orden ejecutiva no imponía automáticamente restricciones a la compra-venta de equipos de telecomunicaciones, sino que daba al secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, cinco meses para establecer qué compañías debían estar sujetas a las nuevas limitaciones por suponer un peligro para la seguridad del país.
Sin embargo, en una decisión posterior, el Departamento de Comercio incluyó a Huawei en una lista de compañías, así como a personas a las que se vetaba el acceso a tecnología estadounidense.
"La venta o transferencia de tecnología estadounidense a una compañía o personas de la lista requiere una licencia, y la licencia puede denegarse si la venta o transferencia perjudica la seguridad nacional de EEUU o sus intereses en política exterior", apuntó el Departamento.
Estas medidas se suman a la guerra comercial que Trump ha entablado con China, que ha llevado a la imposición de aranceles a la importación de numerosos productos y que ha sido respondida con medidas similares por las autoridades de Pekín, y al tiempo agudiza la batalla por el control y desarrollo de las redes 5G.
En el terreno tecnológico, EEUU lidera una campaña global para impedir que las compañías chinas, como Huawei, se hagan con el control de las redes 5G, que permiten navegar por internet con mucha más velocidad y podrían facilitar el desarrollo de vehículos autónomos y técnicas para hacer cirugía por control remoto.