CASTELLÓ. Un estudio sobre la evolución de los pacientes que han pasado por el centro de día de Patim en los últimos treinta años pone de manifiesto una serie de rasgos que permiten conocer la población que vuelve a tratamiento tras superar una etapa de consumo. La heroína solo es superada por la cocaína como sustancia principal de consumo. La escasa presencia de mujeres, que apenas representan dos de cada diez casos atendidos, evidencia una masculinización del tratamiento de las adicciones también entre este grupo de personas que reingresan tras una etapa de aparente estabilidad.
Otro de los datos que plantea nuevos enfoques en la intervención es el envejecimiento de una parte de la población atendida. Un 40% supera los cincuenta años y acumulan una dilatada trayectoria personal y laboral donde alternan etapas de consumo y otras de estabilidad. Por otro lado, en los últimos cinco años el juego sigue su avance hasta convertirse en la segunda causa de tratamiento en el centro de día.
La muestra seleccionada analiza los expedientes de 699 personas, algunos con varios reingresos en el centro de día, y abarca desde los años noventa hasta la actualidad. Al analizar la evolución por tipo de sustancias, la heroína –sola y combinada con cocaína- es la droga principal en el 27,46% de los casos. “Es una sorpresa si tomamos como referencia el 8% que este mismo grupo representa entre los casos atendidos el año pasado”, explica el responsable del centro de día, Ariel de Lucas “aunque es evidente que al introducir el factor de reincidencia los datos nos muestran una realidad que muchas veces pasa desapercibida en los análisis anuales sobre los que suelen construirse nuevas actuaciones”. Los primeros resultados de este estudio se han dado a conocer con motivo de la celebración del aniversario de la fundación de Patim pero el proceso de análisis de datos continuará en los próximos meses con una muestra mucho más amplia.
La cocaína mantiene su hegemonía, como en la actualidad. De forma individual y asociada al alcohol supone un 28,62% de aquellos pacientes con varios tratamientos a sus espaldas, pero si ampliamos este binomio añadiendo las personas que también utilizan esta sustancia estimulante junto con heroína, el porcentaje se amplía hasta alcanzar el 44,64% del total de casos. “En los datos tiene un peso muy importante la población que atendemos hace años, no debemos descuidarlos, pero tampoco hay que perder de vista que en los últimos cinco años el trastorno por juego se está consolidando como una de las conductas más importantes por las que acude a tratamiento uno de cada cuatro pacientes”, puntualiza el presidente de Patim, Francisco López y Segarra.
Otro de los rasgos destacados es la edad de las personas que han vuelto a tratamiento en más de una ocasión. Un 24,93% tienen entre 50 y 57 años. Y un 14,33% más de 58 años. El análisis de la población atendida deja clara que existe un grupo de población mayor que sigue vinculada con el consumo de drogas y tiene el centro de día como un lugar de referencia. De Lucas atiende cada semana a varios de estos pacientes “veteranos” y defiende que hay muchos casos en los que alternan etapas de vida normalizada con otras de consumo. “Quizás no son capaces de mantener durante mucho tiempo las estrategias que han aprendido para afrontar situaciones que les superan o porque presentan otros trastornos, vinculados en mayor o menor medida al abuso de las drogas, pero ese es su ritmo de vida y hemos de darnos cuenta que esta situación es cada día más normal y adaptarnos”, sentencia.
Desde Patim consideran una prioridad la adaptación de los servicios para aquellos pacientes que no van a volver a trabajar porque tienen una incapacidad permanente o son pensionistas y necesitan recursos de baja exigencia. “Las adicciones son una enfermedad crónica, como el tabaquismo o la diabetes pero mucho más estigmatizada, y me atrevería a decir que junto con el VIH o la salud mental son las que generan una mayor exclusión social”. López y Segarra insiste en que la sociedad debe comprender que una persona que ha superado con éxito un proceso de tratamiento puede volver a necesitar ayuda profesional en determinados momentos de su vida y no solo por una recaída. “El consumo es la respuesta que utilizan muchas veces por sus carencias en otros aspectos básicos como gestión de emociones, resolución de conflictos o carencia de habilidades sociales, por citar solo tres aspectos en los que trabajamos con ellos, porque hoy en día la soledad es un problema muy asociado al consumo”.
La brecha de género también es evidente en quienes acuden al centro de día de Patim en busca de apoyo tras una recaída. El 80,97% de las personas atendidas son hombres. Una situación que Patim ha identificado hace varios años y ante la que ha respondido con la puesta en marcha de dos servicios específicos para mujeres en Castellón, dos viviendas tuteladas, una de ellas vinculada al tratamiento y otra encaminada a favorecer la inserción sociolaboral.
Aunque Patim se constituyó en 1985, el estudio descarta los cinco primeros años de trabajo de la organización porque la recogida de información no estaba sistematizada en la entidad. En los próximos meses, se actualizará la base de datos introduciendo los nuevos expedientes y aquellos pendientes de informatizar. Cuando se complete este proceso, el equipo técnico del centro de día dispondrá de una herramienta que permitirá conocer otros aspectos y profundizar en un perfil -más global- que integran más de 8.000 casos atendidos en casi cuatro décadas de trabajo.
Con motivo de la celebración del aniversario de la fundación Patim se ha editado el Diario del Paciente. Una publicación en la que se recogen las reflexiones de varios pacientes que acaban de iniciar su proceso de tratamiento en la comunidad terapéutica los Granados. Siete pequeños relatos breves en primera persona donde comparten sus emociones, dudas y esperanzas para facilitar este camino a otras personas que puedan sentirse identificadas con su experiencia.