CASTELLÓ. La jubilación ha llevado Xavier Sebastià, castellonense, filólogo y profesor durante más de 15 años en el IES Penyagolosa, a dedicar parte del tiempo libre del que ahora disfruta a algo que siempre le ha ilusionado: la escritura. Hace alrededor de seis meses publicó su primera novela, El enigma de Verne, un libro que lleva al lector a conocer la España de la primera mitad del siglo XX a través de la figura de Ramón, un joven con inquietudes intelectuales e hijo menor de una familia de labradores. Ahora, ha cambiado de estilo y de temática y, con Pequeños juegos narrativos pretende, mediante una colección de relatos, adentrar al individuo en un universo de temas que nos acompañan en nuestro caminar por la vida y por los que de algún modo debemos tomar partido.
El libro consta de 26 relatos y 130 páginas y en él se tratan temas tan diversos como la amistad, el respeto por la naturaleza, la pobreza, el compromiso social, la educación, la violencia de género, el primer amor o la inmigración. Todo, mientras el autor, como él mismo explica a Castellón Plaza, intenta "establecer con el lector un juego, una especie de incitación mediante la que pretendo hacerle reflexionar sobre cosas que a mí me parecen muy importantes, cotidianas y en ocasiones hasta inevitables".
Esta relación de juego entre el lector y el texto Sebastià busca llevarla a cabo a través de perspectivas cambiantes. En algunos casos, intentando no desvelar la identidad del protagonista que dirige la historia, con el objetivo de hacer que el individuo caiga en el error, piense que el protagonista es otra persona para más tarde revelar que no es quién previsiblemente apuntaba a ser. En otros, mediante giros inesperados de la trama o dando voz a quién no la tiene.
Sebastià presentará su nueva obra este miércoles 27 de noviembre a las 19:00 en el Pub Because. Allí, hace seis meses, hizo lo propio con El enigma de Verne en un acto que, como reconoce, "tuvo una gran acogida" y en el que se sintió "muy querido y apoyado" por sus seres queridos. Ahora afronta esta nueva cita "con la ilusión de un niño", aunque también con un poco de "miedo y respeto", pues ambos sentimientos le "mantienen con los pies en el suelo" y le ayudan a "no relajarse y preparar todo con el compromiso y objetivo de hacerlo lo mejor posible".
Muchos de los debates y reflexiones que el autor plantea en Pequeños juegos narrativos los ha llevado previamente a las aulas con sus alumnos. Sebastià cree firmemente en que se debe "adecuar la educación al lenguaje de hoy", y es por ello que en numerosas ocasiones ha planteado a sus grupos de entre 15 y 18 años tertulias en torno a temas como "el sexo, las drogas, el matrimonio o la violencia de género".
Los resultados de estas iniciativas, a juicio del castellonense, han sido "siempre muy positivos e interesantes", a su vez que se muestra contrario a la idea socialmente preestablecida de que los jóvenes de hoy en día son menos válidos e inquietos que los de antaño: "Soy un ultra defensor de los jóvenes, de sus ideas y su valía, porque me lo han demostrado miles de veces durante mis clases. Solo hay que escucharles, darles su espacio para expresarse y guiarles. Pero para nada soy partícipe de la idea que socialmente corre de que son menos inquietos o están menos preparados que las generaciones anteriores. Todo lo contrario. Lo único que les falta es alguien que les de ese empujón definitivo para que salgan a la calle, se quejen y reivindiquen lo que realmente quieren".
De los debates, Sebastià no ha sacado únicamente esa conclusión, sino que también piensa que socialmente se está avanzando en temas como la violencia de género o la inmigración. Lo ve en los jóvenes y en sus ideales, "la mayoría de ellos constructivos y positivos, aunque sí que es cierto que siempre hacen más ruido aquellos que tienen pensamientos totalmente opuestos", sentencia.