CASTELLÓN. Iberdrola ha concluido el proceso de digitalización de su red de distribución en la provincia de Castellón con la instalación de más de 450.000 contadores digitales y la infraestructura que los soporta, así como la adaptación de centros de transformación, a los que ha incorporado capacidades de telegestión, supervisión y automatización, según ha informado la compañía a través de un comunicado.
En cuanto al ámbito nacional, Iberdrola la compañía ha instalado 10,7 millones de contadores digitales y adaptado alrededor de 90.000 centros de transformación, tratándose de un proceso de digitalización ha representado una inversión de 2.000 millones de euros.
Con esta transformación de las redes hacia una infraestructura inteligente, la compañía avanza en su estrategia de transición energética y contribuye a la descarbonización de la economía, mejorando la eficiencia de la red, optimizando la gestión de la demanda y favoreciendo la integración de más renovables y la movilidad eléctrica. De esta forma, también, se responde a las nuevas tendencias en la relación con sus clientes, que demandan productos y servicios más personalizados y una gestión más activa de cómo consumir electricidad, según se señala en el comunicado emitido por la compañía
Con la digitalización de la red, el consumidor de electricidad puede conocer en tiempo real, entre otros datos, sus curvas de consumo, así como la demanda de potencia máxima, o la forma en la que se distribuye el consumo de energía eléctrica, lo que permite hacer un uso más eficiente de la electricidad, decidiendo el tipo de tarifa que se adapta mejor a su perfil y modo de vida.
Para llevar a cabo esta transformación, Iberdrola recuerda que emplea estándares internacionales y robustos algoritmos de cifrados de máxima seguridad que garantizan la autenticación, confidencialidad y privacidad de cada uno de sus equipos digitales, mediante identificaciones únicas de usuario y contraseña. Además, los contadores digitales emplean claves criptográficas de alta seguridad, de acuerdo a estándares internacionales, que permiten que los paquetes de datos salgan cifrados y autentificados.
La digitalización no solo ofrece oportunidades al cliente, sino también al sistema eléctrico, ya que las redes inteligentes emplean la telegestión, que permite gestionar con rapidez y de forma remota todo lo relacionado con el punto de suministro y los servicios.
Además, tal como señala la compañía, una red automatizada y digitalizada tiene un efecto muy positivo sobre la eficiencia en el servicio y la calidad de suministro al disminuir las incidencias y su duración. Asimismo, se dispone de más información que permite detectar fraudes y conseguir minimizar las pérdidas, además de incrementar la seguridad, tanto de los empleados como de los proveedores que trabajan en la red.
Para gestionar y almacenar toda esta información que los nuevos contadores inteligentes proporcionan, Iberdrola ha actualizado sus sistemas y ha desarrollado aplicaciones basadas en tecnología big data.
La compañía resume en diez las ventajas de este suministro que van desde facilitar un sistema más eficiente y sostenible, además de permitir un mayor nivel de seguridad y calidad o detectar anomalías incluso antes de que se produzcan. Otra de las grandes bazas de estas redes inteligente es que permiten obtener información más precisa sobre el consumo eléctrico y personalizar su uso, además de contribuir a tener un mayor control del uso de energía o favorecer un papel más activo del cliente en la toma de decisiones.
De otro lado, estas nuevas redes facilitan nuevos modelos de negocio, reducen el impacto medio ambiental, hacen posible la introducción de más renovables y favorecen la movilidad sostenible con la integración del coche eléctrico, según detallan las mismas fuentes.