CASTELLÓ. i-DE, que es la compañía de distribución eléctrica de Iberdrola, prevé incrementar un 30% la inversión, hasta los 477 millones de euros, en redes inteligentes en la Comunitat Valenciana entre 2022 y 2024, con el objetivo de reactivar la economía y el empleo y alcanzar los objetivos de descarbonización comprometidos en el PNIEC. Dentro de estos planes destacan la construcción de las nuevas subestaciones de Boveral (Vinaròs) y Peñíscola, así como las ampliaciones de las instalaciones de transformación de Betxí y Rambleta, en la Vall d’Uixó, además de la renovación y ampliación de la capacidad de la infraestructura de Burriana.
Así lo ha trasladado Ana Lafuente, directora de i-DE en la Comunitat Valenciana, a la directora general de Industria, Energía y Minas de la Generalitat, Empar Martínez, en una reunión en la que ha presentado su plan de inversión para el próximo trienio, con un triple objetivo: atender el crecimiento de la demanda -asociada a la electrificación del transporte y la climatización- y la producción, con más renovables y la generación distribuida; mejora de la resiliencia de la red eléctrica para afrontar los retos del cambio climático; y promover la modernización en los procesos sobre esta infraestructura de distribución eléctrica.
Ana Lafuente, en un comunicado emitido por la propia compañía, ha valorado positivamente esta oportunidad de incrementar la inversión y ha destacado ante la directora general de Energía la importancia de poner en común las necesidades de la red eléctrica en la Comunitat.
Entre las principales actuaciones previstas para este periodo destacan la construcción de las nuevas subestaciones de Castalla, la Vila Joiosa, Monserrat, Sanxo Llop (Gandia), Boveral (Vinaròs) y Peñíscola, así como las ampliaciones de las instalaciones de transformación de Alcúdia, Betxí y Rambleta (la Vall d’Uixó) y la renovación y ampliación de la capacidad de la infraestructura de Burriana.
Las inversiones en redes de distribución generan cada año unos 30.000 empleos locales de alta cualificación técnica. Además, sustenta una cadena de valor industrial con un 90% de suministradores locales, muchos de ellos PYMEs (fabricantes bienes de equipo, ingenierías, empresas de montaje, obra civil, logística, proveedores materias primas, aislantes, soldadura, etcétera), distribuidos de forma capilar por el territorio.
La transformación de las redes en una infraestructura robusta, flexible e inteligente permite dar respuesta a los retos de la electrificación del sistema eléctrico, con una mayor integración de renovables, el desarrollo de la movilidad sostenible, las ciudades inteligentes y el consumo descentralizado (autoconsumo) y un consumidor con mayor capacidad de decisión y conectividad.
En la provincia de Castellón, i-DE gestiona más de 10.500 kilómetros de líneas de baja y media tensión y más de 600 km de líneas de alta y muy alta tensión. Asimismo, cuenta con 4.000 centros de transformación en servicio y 177 subestaciones primarias y secundarias.
En los últimos años, i-DE ha acometido un ambicioso plan de digitalización de sus redes eléctricas de la Comunitat Valenciana, donde ha convertido sus más de 450.000 contadores y la infraestructura que lo soporta en inteligentes, incorporando capacidades de telegestión, supervisión y automatización.
La distribuidora de Iberdrola lleva tiempo reclamando esta modificación –la eliminación de las barreras de inversión- para acelerar las inversiones en las redes, claves para el desarrollo de la electrificación de la economía, el despliegue de nuevas renovables y de puntos de recarga para vehículos eléctricos.
La compañía se ha comprometido a invertir 500 millones de euros adicionales hasta 2024 en España para acelerar el proceso de la transición energética con el impulso de las infraestructuras eléctricas.
Un tercio de esta inversión procede de los fondos europeos regulados a través del Real Decreto 1125/2021, que busca promover las inversiones en proyectos innovadores de digitalización de redes, así como en infraestructuras de recarga del vehículo eléctrico de acceso público.
Con esto, la compañía se compromete a invertir 2.600 millones de euros en el país "para asegurar un sistema energético con un modelo robusto, flexible y resiliente", según detalla en el comunicado emitido por la propia empresa.