VALÈNCIA. Con mayor o menor impacto, la inteligencia artificial (IA) aplica ya a cualquier industria y negocios de todo tipo. Cierto también que son más las empresas que la incorporan que las que la desarrollan, aunque algún honroso ejemplo tenemos, como la fundada por Xabi Uribe-Etxebarria, Sherpa.ai, la cual anunció el año pasado el lanzamiento de su plataforma de IA aplicada a la privacidad de datos, uno de los grandes desafíos que plantea el uso de esta tecnología.
Pero la IA no es nueva. Algunos sitúan su germen en 1956, cuando se celebró la Conferencia de Dartmouth, donde un prestigiosos grupo de informáticos y matemáticos debatieron sobre la posibilidad de crear máquinas inteligentes que luego acuñaría John McCarthy con la expresión de inteligencia artificial. Así que empresas nacidas con IA desde la base, hace años que existen. Sin embargo ha sido la irrupción de nuevos lenguajes, como el desarrollado por OpenA con ChatPPT en sus sucesivas versiones, lo que ha provocado una adopción masiva, tanto en el mundo corporativo como en nuestro día a día.
La automatización de tareas; el potencial para personalizar productos y experiencias de cara al cliente; mayor eficiencia en los procesos de desarrollo; ventaja competitiva; o su capacidad para crear productos y servicios nuevos son algunas de las razones de peso que justifican su acogida. De hecho, en una jornada organizada por Oryon Universal sobre este tema, se concluyó que el 64% de los líderes empresariales considera que la IA es un impulsor para el crecimiento de sus negocios, situación que se extrapola al universo de las startups.
Son tantas las tareas tediosas que repetimos diariamente que cada solución que evite o aligere alguna de ellas resulta bienvenida. Así parecen entenderlo en Emilio donde han creado un gestor de correo electrónico impulsado por inteligencia artificial que cataloga y prioriza los mensajes importantes que recibimos en nuestra bandeja de entrada. Ahorran, dicen, el 60% del tiempo en nuestro correo electrónico y un 50% en el tiempo de escritura. Para ponerlo fácil, no requiere instalación y actualmente está disponible para Gmail, el correo más popular en el mundo.
En Escríbelo.ai el joven emprendedor Anas Andaloussi ha desarrollado una inteligencia artificial de creación de textos optimizados para SEO y que evita las penalizaciones de Google. Funciona con un modelo de suscripción para empresas y profesionales cuyo precio varía en función del número de palabras mensuales o anuales escritas. En su desarrollo han participado copywritters españoles, especializados en SEO lo que ha permitido a la herramienta mejorar su aprendizaje, eliminar errores gramaticales y redactar textos similares a los que escribiría un copywritter profesional.
También la inteligencia artificial desarrollada por Correcto.ai pone el foco en la escritura en español. La herramienta corrige faltas de ortografía en tiempo real y personaliza los textos. “No sustituye al trabajo de los profesionales de la redacción, sino que añade una capa de calidad adaptando el mensaje a cada audiencia”, explica Abraham López, director general y cofundador de esta startup fundada en 2021 y que consiguió el año pasado levantar una ronda semilla de 7 millones de dólares.
Ya en el entorno legal, Maite IA es un copiloto diseñado específicamente para estos profesionales y liberarles de las tareas menos estimulantes. El asistente les ayuda en la redacción de textos legales y resuelve dudas.
Y para ayudar a los comerciales a ser más productivos y vender más, Piper ha creado un programa CRM basado en IA que toma notas de las reuniones, redactar correos electrónicos, programa y transcribe llamadas telefónicas y recomienda temas y preguntas específicos para sellar acuerdos con clientes
Es una de las áreas en las que mayor impacto está teniendo la inteligencia artificial. En su uso ha basado su éxito desde el origen Smartick, empresa que fundan en 2009 Javier Arroyo y Daniel González de la Vega con un método de aprendizaje online personalizado para niños de 4 a 14 años quienes, con una dedicación diaria de 15 minutos, mejoran sus habilidades en matemáticas y lectura. Está considerada entre las mejores plataformas tecnológicas educativas del mundo, según la revista estadounidense Time en su ranking ‘World’s Top EdTech Companies 2024’ en la que también aparecen Odilo, Genially o Lingokids.
En Growth Road se dirigen a niveles más altos de la educación aplicando la IA a la orientación vocacional académica y profesional personalizada a estudiantes de secundaria y bachillerato. Para ello se basan también en una evaluación psicométrica.
En adaptical.io por su parte, utilizan la IA para ayudar a los profesores a crear contenidos educativos personalizados para los alumnos. El asistente que han creado se llama Mathew capaz también de evaluar automáticamente los trabajos de los alumnos conforme a las indicaciones que haya dado el docente.
La médica, es otra de las disciplinas que se están viendo más revolucionadas por la IA. Un caso de éxito lo representa Idoven cuya plataforma tecnológica puede prevenir con precisión decenas de patologías cardiacas así como tratamientos mejor orientados a cada paciente aprovechando el poder de su IA patentada.
Otra es Doctomatic donde se presentan como “la plataforma de prevención y gestión remota de enfermedades crónicas que, mediante inteligencia artificial, ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes al leer los datos proporcionados por dispositivos médicos que ya utilizan, sin importar la marca, modelo o fabricante”. Salvan así otro de los retos de la IA que es el de la integración.
