VALÈNCIA. Las especialistas María Abellán-Álvaro y Carmen Agustín-Pavón, de la Unidad Mixta de Investigación en Neuroanatomía Funcional de la Universitat de València (UV), han analizado en ratones la interacción del estrés durante la primera infancia con la deficiencia del gen MECP2, para conocer las consecuencias de ambos factores sobre la expresión de la ansiedad durante la adolescencia.
Las mutaciones en este gen son la principal causa del síndrome de Rett, una enfermedad rara que afecta al desarrollo neurológico, principalmente en niñas, y que provoca discapacidad motora e intelectual, pérdida del habla y epilepsia, entre otros síntomas.
Un estudio realizado en hembras jóvenes de ratón deficientes para el gen MECP2 ha confirmado que estos animales muestran alteraciones muy significativas en la expresión del comportamiento ansioso, al compararlas con hembras sanas, pese a ser consideradas todavía presintomáticas.
Estas alteraciones en el comportamiento ansioso fueron similares a las mostradas por ratones sanos a los que se sometió a un estrés temprano moderado, separándolas durante tres horas al día de sus madres mientras fueron lactantes. De esta manera, se confirma el papel clave del gen MECP2 durante el desarrollo postnatal en alteraciones posteriores en el comportamiento de ansiedad.
"Tanto los animales MECP2-deficientes como sus controles sanos a los que se sometió a separación materna durante la primera infancia mostraron, durante la realización de una prueba que induce ansiedad en una edad comparable a la adolescencia humana, un menor comportamiento ansioso y una menor activación de las neuronas que segregan hormona liberadora de corticotropina (CRH, que controla la liberación de hormonas del estrés)", manifiesta la doctora en Neurociencias por la Universitat de València y profesora del Departamento de Biología Celular, Biología Funcional y Antropología Física, Carmen Agustín-Pavón.
"Estos resultados --añade la experta en un comunicado-- muestran que el sistema neuroendocrino de control del estrés se ve alterado tanto por la deficiencia en MECP2 como por las condiciones adversas durante el desarrollo temprano".
Este trabajo, la primera investigación que aborda las consecuencias de manipulaciones tempranas estresantes en el modelo de Rett, pretende profundizar en los factores que contribuyen a las alteraciones en la ansiedad que padecen las niñas y mujeres con síndrome de Rett, con el objetivo de encontrar nuevas dianas terapéuticas para la mejora de los síntomas. En este sentido, los datos han confirmado la vía CRH como un punto de entrada potencial para el tratamiento de la ansiedad en el síndrome de Rett y trastornos relacionados.
El estudio, liderado por Mónica Santos, del Centro de Neurociencia y Biología Celular de la Universidad de Coímbra (Portugal) y con la colaboración de Oliver Stork, de la Universidad Otto von Guericke de Magdeburgo (Alemania), ha sido publicado en la revista 'Journal of Neurodevelopmental Disorders'. El estudio ha sido financiado por las Ayudas FinRett 2019 para la Investigación del Síndrome de Rett, la Foundación Jérôme Lejeune, y el Ministerio de Ciencia e Innovación de España.