Foto: ILIA YEFIMOVICH/DPAMADRID (EP). El Ejército de Israel ha descartado este jueves un alto el fuego en la Franja de Gaza y ha insistido en que hay "pausas humanitarias locales" y "tácticas" para entregar ayuda a los civiles del enclave palestino.
"No hay alto el fuego. Hay pauses tácticas locales (...) limitadas en el tiempo y en la zona. También estamos proporcionando corredores humanitarios para que los civiles de Gaza se desplacen temporalmente hacia el sur, a zonas más seguras donde puedan recibir ayuda humanitaria", han aseverado las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en un mensaje difundido a través de X, antes conocida como Twitter.
En este sentido, ha aseverado que la guerra contra Hamás "no es una guerra contra la población de Gaza".
Sin embargo, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, ha afirmado que las pausas humanitarias anunciadas por las autoridades suponen un "error especialmente grave" y ha abogado por "continuar con los combates mientras se mantiene el corredor humanitario para que los residentes se desplacen hacia el sur".
Estas "pausas humanitarias" han sido también confirmadas en rueda de prensa por el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, quien ha explicado que tendrán una duración de cuatro horas y que se aplicarán a partir de este jueves en el norte de la Franja de Gaza.
"Los israelíes han informado a Estados Unidos de que no habrá operaciones militares en esas áreas mientras duren las pausas, y el momento se anunciará tres horas antes de que comience la pausa cada día", ha detallado Kirby, a quien le parece que estos son "buenos pasos en la dirección correcta".
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha indicado ahora que se trata de un "paso significativo" y ha pedido que se establezcan pausas de tres días o "periodos más prolongados".
Además, ha puntualizado que "desea que se mantengan mientas sea necesario" pero ha descartado el alto el fuego por considerar que "ayudaría a Hamás" y podría servir para legitimar los ataques del 7 de octubre contra territorio israelí.
