VALÈNCIA. Jon Rahm, número 3 del ránking mundial, resurgió en la última jornada del Abierto de España desplegando su mejor juego del campeonato, firmando una tarjeta de 64 golpes (siete bajo par) y un acumulado de 270 (-14) que fueron insuficientes para certificar la remontada y pelear por la victoria.
Sin nada que perder al empezar a nueve golpes del líder, el francés Matthieu Pavon, Jon Rahm afrontó la última jornada del Abierto de España dispuesto a lograr la machada apelando a la épica.
El 'León de Barrika', muy irregular en su juego los tres primeros días, se dejó su mejor repertorio de golpes para la última jornada, en la que completó la mitad del recorrido, los nueve primeros hoyos, en treinta golpes (-6 bajo par) tras cosechar seis birdies.
Esa inercia positiva en su juego no la pudo mantener en el segundo tramo, en el que fue a la par hasta que en el hoyo 13 se atascó y cometió un bogey, enmendando su error en el 15 con un nuevo birdie. Su participación la cerró con otro birdie en el hoyo 18.
Jaleado por el numeroso público que le siguió durante todo el recorrido por el Club de Campo Villa de Madrid aprovechando la buena temperatura, Rahm se resignó a irse de vacío. Su rostro, contrariado pese a los aplausos de los aficionados, fue el reflejo de no estar contento con su juego estos días.
"Ha sido un buen día. Empecé muy bien pero después me atasqué un poco en los hoyos del 12 al 14. Me hubiese gustado acabar mejor para acercarme a los líderes y darles un susto pero no pudo ser. Fue una pena lo del viernes (segunda jornada) y espero el año que viene tener mejores opciones", dijo Rahm, al término de su partido.
Rahm, con una tarjeta final de 270 golpes (-14), se quedó dejó lejos de pelear por la victoria y cumplir su objetivo de superar a Severiano Ballesteros, con el que está igualado a tres victorias en el Abierto de España y a dos de Ángel de la Torre, que, con cinco títulos (entre 1916 y 1925), ostenta el récord de más triunfos en el torneo.