CASTELLÓ (EFE). El presidente de la Diputación de Castellón, José Martí, quiere convertir a la institución en un instrumento de lucha contra la despoblación y al servicio del interior para "redimirla", según asegura, "en el sentido planteado por el filósofo Ortega y Gasset".
Martí (PSPV-PSOE) ha hecho estas declaraciones en una entrevista concedida a EFE en la que analiza los primeros meses al frente de la institución provincial, después de que el pasado 29 de junio fuera investido presidente y pasara a ser el primer socialista al frente de la Diputación después de 24 años de mandatos ininterrumpidos del PP.
El presidente ha asegurado que a su equipo no se le van a "caer los anillos" por reconocer que continuarán apoyando iniciativas emprendidas por el anterior gobierno liderado por Javier Moliner, como los festivales, la Vuelta Ciclista o Castelló Ruta de Sabor, porque "toda la visibilización de la provincia nos sigue haciendo mucha falta". Y más, ha agregado, "porque creemos infinitamente en las posibilidades del interior".
Sin embargo ha asegurado que no va a repetir el "modelo" y su gestión va a ir "hacia la concertación", algo que ya se verá reflejado en los próximos presupuestos en los que ya se está trabajando. Por ello, ha anunciado que su intención es "dotar de autonomía a los municipios", para que "sean ellos los que establezcan sus propias necesidades y pasar así de la subvención para un asunto concreto a que sea el pueblo que diga para qué quiere el dinero y a partir de ahí ayudarle".
Esa será la prioridad de los próximos cuatro años, ha señalado el presidente, quien al analizar el debate surgido en torno a la necesidad o no de la existencia de las Diputaciones, ha asegurado declararse partidario de las mismas.
Para ello, echa mano del filósofo y pensador Ortega y Gasset y de su libro La redención de las provincias porque, asegura, "muchas veces los grandes pensadores son atemporales". Martí quiere copiar el título de esta obra porque "me parece que podemos ir a una redención de la provincia, sobre todo en el sentido que nosotros queremos darle a la despoblación y del interior".
"Si una Diputación tiene sentido es como ayuntamiento de ayuntamientos de pueblos pequeños y de interior", ha agregado. Para Martí, mientras exista en España el problema de la despoblación, que se da en la Comunitat Valenciana también, "el instrumento fundamental que puede tener una Diputación es el de la lucha contra la misma".
Eso, a su juicio, "redime a la institución provincial" y, pese a que reconoce que su partido también se ha planteado en alguna ocasión el sentido de las misma, la Diputación "tiene cierto arraigo y es un elemento constitucional", por lo que "haciendo la necesidad virtud, ya que tenemos el instrumento y tenemos el problema de la despoblación, puede ser una herramienta muy interesante para luchar contra ello".
El presidente se ha declarado también "claro partidario" de que "cuando uno gobierna, gobierna para todos" y en ese sentido, ha explicado, "no tiene que haber tratos de favor porque la Administración es de todos". Eso, para Martí, "debe calar en la población", que debe percibir que la institución "es de aquellos en quienes estamos haciendo especial incidencia, que es en el interior, pero también de las localidades de costa y las ciudades y por supuesto, de un signo político y de otro".
Precisamente, ha añadido, "la gran crítica que se ha hecho del PP, totalmente fundada durante tantos años, ha sido que era la Diputación de un solo signo político" y por ello es necesario, ha agregado, "que la población supere esta idea es fundamental".
También aboga por un cambio de tono, defiende su carácter afable y recuerda su experiencia como docente y profesor de Filosofía: "la primera presentación de las personas es la sonrisa, que debe ir proveída por la amabilidad, el respeto a la dignidad y la honestidad".
Su perfil profesional, ha asegurado "puede influir en las formas, que siempre son muy importantes, y también en los contenidos, y así huir de dogmatismos, de fanatismos y propiciar la filosofía del diálogo y el acuerdo -tal y como promulga el filósofo alemán Habermas-".