Según ha explicado en un comunicado la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, este nuevo servicio se ha contratado por un plazo de un año, si bien puede prorrogarse hasta tres, y su importe asciende a 231.715 euros.
Pradas ha afirmado que las primeras experiencias que ha habido con este nuevo servicio han sido "muy positivas, como se comprobó en el pasado incendio de Benasau". Con esta adjudicación, la SGISE consigue "optimizar y dar unos estándares de calidad" al avituallamiento del servicio.
El avituallamiento para la emergencia estará compuesto por dos tipos paquetes de alimentos y bebidas y tendrá en cuenta las dietas especiales en cada pedido de las raciones de emergencia. Hasta después de seis días consecutivos en una emergencia, los menús no se repetirán.
El suministro de alimentación comprende la elaboración y distribución de desayuno, comida y cena, incluido su almacenamiento y transporte en las debidas condiciones de higiene y seguridad alimentaria hasta su consumo por los usuarios. También debe cumplir con las medidas de prevención necesarias en materia de salud pública entendido hasta el momento de la entrega a SGISE.
Para conocer los hábitos alimenticios y de nutrición de su equipo humano, la SGISE ha realizado previamente una encuesta a todo el personal que forma parte del operativo. De esta forma, la empresa ha obtenido un conocimiento "exhaustivo" sobre las preferencias y necesidades nutricionales de la plantilla a la hora de contratar el servicio.