Kiwi amarillo: más dulce, menos rugoso... y valenciano

VALÈNCIA. Con la piel menos rugosa, un sabor más dulzón, un llamativo color amarillo...y valenciano. El kiwi conocido también como ´gold´ o dorado por ese cromatismo que recuerda al del codiciado oro, surgió en Nueva Zelanda, el gran productor de esta fruta a nivel mundial y hogar del ave voladora del mismo nombre. 

Empezó a comercializarse con el inicio del actual siglo, extendió su producción, y en la provincia de Valencia no solamente ha cuajado, sino que ha comenzado a arraigar como una alternativa frutícola para el campo que puede resultar lucrativa o, como mínimo, no incurrir en pérdidas. Esta temporada, además, la demanda se ha incrementado ante la escasa oferta del verde, su progenitor y, a la vez, competencia.

"La campaña pinta muy bien porque hace falta kiwi en el mercado y el amarillo tiene más demanda. Esperamos unos resultados iguales o mejores que los del año pasado, que ya fue bueno en cotizaciones", apunta Enrique Cacho, productor centrado en la especialidad Dori, "que funciona muy bien en el campo valenciano por su clima y condiciones".

Toneladas de Dori

De hecho, en la provincia tiene uno de sus epicentros nacionales de elaboración, con la cooperativa de tercer grado Anecoop como distribuidora. "Puede haber una producción de unas 20.000 toneladas en la provincia de Dori, la principal variedad nuestra", señala Cacho, que centra el cultivo en Picassent y, sobre todo, Torrent, ambos municipios de la comarca de l´Horta Sud.

Su piel menos rugosa que su homónimo verde, la llamativa pulpa amarilla y su sabor dulzón constituyen algunos de sus principales reclamos. "Gusta mucho a los niños", indica este agricultor, que recalca, respecto a la variedad Dori, que "no es muy tardía y aguanta bien en cámara, por lo que la campaña puede alargarse hasta diciembre si hay suficiente producción". Esta última la cosechan desde septiembre.

Esas buenas expectativas de un artículo que se encuentra ahora en plena campaña de comercialización, expuesto en pequeños comercios y supermercados, las han detectado entidades como la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), que organiza charlas informativas y cursos sobre nuevas variedades desde su centro de ensayos en Finca Sinyent, en la localidad de Polinyà, en la comarca de la Ribera Alta. Entre esos tipos de kiwi de neocultivo se hallan dos de pulpa amarilla y otro de pulpa roja.

El clima valenciano

"Sus características favorecen el cultivo en tierras valencianas porque necesita menos horas de frío. Requiere de invernaderos tecnificados y de una malla de plástico con laterales abatibles para poderlos subir o bajar y así mitigar daños por el viento", indican desde AVA.

Precisamente en la misma comarca de la Ribera Alta, y más en concreto en la población de Rafelguaraf, tiene su sede Naranja Manía, una empresa que, pese a lo que su nombre da a entender, ha extendido su oferta al kiwi amarillo. Su responsable, Francisco Peiró, lo produce para venderlo desde su web.

"La demanda y los precios han aumentado bastante esta temporada porque hay menos distribución del verde de Nueva Zelanda", indica Peiró, centrado en la variedad amarilla Sorli, que suministra a 3,5 euros el kilo.

"Se trata de un cultivo muy interesante por su rentabilidad, aunque el kiwi verde aguanta mejor a la intemperie", reflexiona como pro y contra. "Resulta más laborioso de cultivar, por su piel más sensible y difícil de manejar comparada con la del verde. Se queda principalmente en manos de grandes productores", añade mientras afronta una campaña al alza de esta fruta que despunta por sus propiedades digestivas y vitamínicas y por sus sales minerales.