CASTELLÓ. El futbolista del Castellón Kialy Koné, expulsado con roja directa tras propinar un manotazo a la cara al jugador del Andorra Dani Morer, ha afirmado que su reacción se ha debido a un insulto racista vertido por el futbolista visitante. Así lo ha expresado el club a través de un comunicado emitido pasada la medianoche de este domingo.
La entidad ha explicado en su escrito que, de acuerdo a la versión del marfileño, la expulsión “ha sido inmediatamente precedida de un insulto de carácter racista por parte de un jugador del conjunto rival”. Ese futbolista al que no cita el club de la Plana sería Morer, quien recibió el manotazo del extremo izquierdo del Castellón tras decirle algo cuando el balón se encontraba fuera de banda.
La nota emitida por la entidad albinegra explica que el jugador del Castellón informó de ello al club y al árbitro del partido, el aragonés Usón Rosel. Sin embargo, la denuncia no ha sido reflejada por el colegiado en su acta oficial.
En su comunicado, el Castellón condena “con total rotundidad lo sufrido hoy por nuestro futbolista, un tipo de situaciones que no pueden tolerarse y que deben erradicarse definitivamente de los terrenos de juego y del deporte y la sociedad en general”.